Desgraciadamente esta banda se desintegró por problemas internos cuando estaba en su cenit. No se puede saber hasta donde hubieran llegado, pero por otra forma fue lo mejor para todos, se construyó un mito alrededor de ellos y evitaron convertirse en una fórmula gastada y repetitiva como por ejemplo Maná o el Tri, salvando así la escencia de Caifanes, el nombre y transformandose en una leyenda que no volverá.
En cambio Jaguares, este grupo es diferente. Es una continuación o es lo que podría haberse convertido Caifanes. Proyecto personal de Saúl Hernández en el cual él es el líder absoluto de la agrupación. Difiere mucho de Caifanes ya que ahora Saúl controla todo y los músicos son meros comparsas que hacen lo que el dicta y que no tienen el nivel de colaboración que había en Caifanes.
Es una buena banda, muy superior musical y letrísticamente hablando que miles de bandas de las que existen en México, sin embargo, se han quedado estancados, sacando discos complacientes, muy inferiores para su nivel. Volviendo cada vez que pueden a su pasado caifanesco, explotandolo como una vieja mina que ya no da para más. Lástima, porque es indudable que Saúl tiene mucho talento, pero su ego, su ego es más grande.
Así que hoy, veremos y analizaremos brevemente todas las portadas caifanescas y jaguarescas: Helas aquí indistisntamente por categorías:
LA PEOR PORTADA EN LA HISTORIA DEL ROCK MEXICANO
EL PRIMER INSTINTO.Neta. Yo me pregunto, ¿En qué pensaban cuando diseñaron esta infame portada? Vean ese color rosáceo espantoso. ¿Qué significa esa portada? Y, ese tipo, el que trae el penacho, ¿qué onda con él? Me imagino que es un concierto de Jaguares. ¿A poco hay ridículos que se atreven a ir a un concierto con esas payasadas? Yo me moriría de vergüenza si fuera el de la portada. ¿De cuál fumaría el diseñador de la portada? Que preste para andar iguales. Misterios sin resolver. Lo que no es ningún misterio es que en lo personal, es LA PEOR PORTADA DEL ROCK MEXICANO. Y por si fuera poco es el peor disco de Jaguares.
LAS INFAMES Y NEFASTAS
CRÓNICAS DE UN LABERINTO: El último disco de Jaguares es otra joya del horror. Sobre un fondo azul con lentejuelas y brillitos hay unos pétalos de rosas, hojas secas y una especie de grabado metálico de un corazón, muy acorde a la filosofía seudo chamanística de Saúl. Hay un pequeño laberinto y abajo, lo más horrible, tres rectángulos que enmarcan los ojos de Saúl, El Vampiro y Alfonso André. ¿Quién tendría semejante idea y mal gusto en relación a la portada?
BAJO EL AZUL DE TU MISTERIO: El disco de la debacle jaguaresca. Uno de ellos en concierto, fue el detonante que hizo que me retractara de seguir siendo fan de Jaguares, al escuchar como explotaban la nostalgia caifanesca. El otro, un disco de bajo perfil, aunque disfrutable en algunas canciones. La portada es otra cosa. Trataron de innovar. El disco venía envuelto en una bolsita de plástico que tenía un líquido viscoso de color azul y con destellos plateados, que hacían que el disco subiera de valor. La portada es de color azul, con unas burbujas, que imagino han de representar el mar, el océano, el agua o algo así. No es que sea una portada fea, pero estéticamente no dice nada y está mal diseñada.
CAIFANES 2: Mejor conocido como El Diablito (aunque muchos puristas se enojen, ¡Saludos Bicho!), este disco disputa el trono a el Silencio sobre el mejor álbum de Caifanes. Es un trabajo perfecto, y aunque no sea el mejor disco, es un trabajo seminal que rompió ciertas barreras que autolimitaban al rock mexicano. Lástima que no se pueda decir lo mismo de su nefasta portada. En primer plano vemos a la mejor alineación que tuvo Caifanes en su historia: André, Diego, Saúl, Marcovich y Sabo, en una fotografía en blanco y negro. Alrededor de la fotografía vemos rosas, un corazón, una mariposa y un diablito, que parece haber sido dibujado por un niño de kinder. La combinación de ambos elementos da un resultado antiestético, súmenle a eso las letras del grupo y el título que parecen haber sido hecho al "ahí se va". En realidad parecen unos garabatos hechos a mano. Qué mala onda que un trabajo de calidad haya tenido una portada tan pobre.
EL NERVIO DEL VOLCÁN: Último disco de Caifanes. Quizá el más poderoso, el más roquero, el mejor instrumentado y producido, un digno epitafio. Aunque la magia primigenia había terminado sembrando inconscientemente la semilla que más tarde Saúl retomaría en Jaguares. Acerca de la portada, vemos una fotografía impactante de un volcán si no en erupción, al menos echando fumarolas. La portada no es fea, pero tampoco agradable. No sé, le falta algo, algo más artístico. El diseño interior también está horrible, fotos en blanco y negro del grupo. Tienen una cara de gueva que ni ellos mismos la aguantan, como de que ya se quieren ir, como de una próxima ruptura. No hay nada de valor en esa portada.
LAS INFUMABLES (NI ME VIENEN NI ME VAN SINO TODO LO CONTRARIO)
CUANDO LA SANGRE GALOPA: Un disco de bajo perfil en la discografía jaguaresca. Aunque tiene sus momentos muy disfrutables. La portada es una fotografía en blanco y negro en donde se ven unos caballos a todo galope. Es algo impactante, hay una sensación de movimiento, de acción. Aunque la portada parece sacada de una película revolucionaria o de las estepas de Mongolia. A pesar del impacto visual y de que es una buena portada y un buen disco, eso no basta para alcanzar el estatus de clásico. Y sólo se queda tal vez injustamente como una portada infumable.
LAS SUBLIMES
EL EQUILIBRIO DE LOS JAGUARES: El primer disco de Jaguares ha resultado ser el mejor de su discografía, y lo que es peor, insuperable. Perfecto en todo, ninguna canción sobra, la producción a cargo de Don Was dio al grupo la experiencia necesaria y la dotó de nuevas herramientas, la instrumentación a cargo de los barrancos es insuperable, las letras sublimes con varias joyas poéticas y hasta la voz de Saúl, que aunque ya no era poderosa se complementaba perfectamente en esta joya despreciada por muchos ignorantes.
¿Y la portada? Solo un elemento. Una foto de un hermoso jaguar en primer plano mientras va caminando. Esa sensación en sus ojos, quizá me lo imagine, pero es como de tristeza por la posible extinción de su raza. Sólo eso basta para hacer de esta portada una belleza. Además está el nuevo logotipo del grupo, un símbolo que desconozco su significado, y el nombre del álbum, en unas letras muy vanguardistas y elegantes a la vez. Y los interiores, totalmente diferentes a los antiguos discos de Caifanes. Lo dicho, un disco perfecto en todos sus aspectos.
CAIFANES: Primer disco de Caifanes. Contradictoriamente se mezclan la inocencia de una banda al grabar su primer plato con la crudeza desnuda de la música, las letras psicóticas y esquizofrenicas, oscuras, reptantes, suplicantes, ideales para arrullar a un loco mientras tiene sus peores pesadillas. Y la portada, totalmente sencilla pero escalofriantemente bella. Esa foto en blanco y negro de los integrantes originales de la banda. Esa ropa, ese ambiente lúgubre, tétrico y claustrofóbico. Todo decadente, esos peinados y maquillajes que evocan a The Cure, a Soda Stereo, a Bauhaus. Sin embargo, a pesar de que es evidentemente una foto posada, no es pretenciosa. Se ve al observar las letras sencillas escritas al parecer a mano y con un plumón rosado. Una gran portada, perfecta para albergar el circo de pesadillas contenidas en este gran disco.
EL SILENCIO: Vamos a hacer un silencio, en memoria del que quizá sea el disco más perfecto de Caifanes. Una autentica joya del rock mexicano. Perfecto en todos sus aspectos. La banda funcionaba como una maquinaria perfecta. Cada canción desata un sinfín de emociones, ninguna está de más (aunque en mi opinión, “Para que no digas que no pienso en ti” con su ritmo malditovecindesco y fobiesco como que no encaja con el resto).
En relación de la portada, vemos que en primer plano está la silueta de la imagen de la Virgen María y sobre ella hay tres rectángulos que juntos forman una cara que conjuga lo terrible con lo bello. En el rectángulo superior se ven los bellos ojos etéreos de una mujer, una mirada enigmática de una especie de Mona Lisa. En el cuadro de en medio vemos la parte de la nariz, que tal vez tenga que ver o representar a las etnias indígenas. Y en el rectángulo inferior se observa una boca abierta, una boca que muestra sus dientes expresando agonía, desesperación y dolor. Lo más probable es que represente a la muerte. En la parte superior hay un símbolo que dicen los que saben significa una negación del sacrificio de Cristo. Una cruz formada por los brazos de dos personas. Ambas chorrean sangre que brota de las palmas de sus manos. Juntas tapan y niegan el símbolo de la cruz de Cristo. Y, en la parte inferior, el nombre de el disco, con una letra manuscrita y elegante. A un costado, el nombre de la banda con un logotipo más estilizado corre de abajo para arriba. En fin, un álbum perfecto con un ropaje perfecto.
Así termina el análisis de una banda llamada Caifanes y de otra llamada Jaguares que intenta emular a la primera.
"Fin, todo tiene un fin menos el fuego de tus ojos que se pierden profundo en el misterio de las historias que no cuenta el celestial calor del sol".