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jueves, septiembre 25, 2008

BLUE CHEER: VINCEBUS ERUPTUM



“El rock and roll es un 10 por ciento técnica y un 90 por ciento actitud. Si tocas una sola nota con la actitud adecuada, causará un efecto mayor que sesenta notas sin actitud alguna”.
Dickie Peterson

Blue Cheer era el nombre de un famoso detergente norteamericano; con el tiempo, el nombre fue adoptado para bautizar un poderosísimo ácido (LSD), y más tarde, fue usado para nombrar una banda de rock de San Francisco, California.
Mejor nombre no podrían haber escogido, ya que la música y el sonido que emanaban de sus voces e instrumentos eran potentes, poderosos y atronadores como el mejor de los ácidos.

Es sorprendente que a más de 40 años de haber sido grabado Vincebus Eruptum, su álbum debut, suene hoy en día tan fresco, potentísimo, y ruidoso que muchos discos de rock actuales; y lo más asombroso es que éste disco fue grabado y ejecutado por sólo tres personas, que sin embargo sonaban como un ejército de locomotoras descarriladas.
Los autores intelectuales de tales proezas eran Paul Whaley (batería), Leigh Stephens (guitarra), y Dickie Peterson (Bajo y voz).

En enero de 1968 debutaron con Vincebus Eruptum, un álbum fuera de serie, fundamental, seminal, y sobre todo influyente para la gestación y el desarrollo del futuro Heavy Metal.



¿Cómo definir el sonido de Blue Cheer? Nada había parecido a Vincebus Eruptum. Sonaba más pesado, chillón y extremo que cualquier otra grabación.
All Music lo define de manera precisa y certera: “Vincebus Eruptum es un power trio grabando con actitud punk explorando el blues a través del heavy metal”.
Otro término que me encantó fue el que un crítico dio a su música: “Una profanación”.

Y es que al escuchar el disco se da uno cuenta de la limitada capacidad técnica de Blue Cheer; como destrozan sin piedad por ejemplo, Summertime Blues, ese rocanrolazo del gran Eddie Cochran. Hablo de destrozarlo y profanarlo en el buen sentido del término: dinamitarlo, quitarle su frezes, ser irrespetuoso con el tema, y no una simple calca, ¡y vaya que lo hicieron!
Muchos han versionado este tema, lo han hecho pesado, y han salido bien librados. Allí están por ejemplo la versión de The Who en la Universidad de Leeds, el de Humble Pie (una banda injustamente olvidada) en su excelente álbum Smoke, o la versión de los Beach Boys, o esa joya del gran Marc Bolan; pero, aunque todas son excelentes versiones, ninguna como la de Blue Cheer, quienes tienen el descaro de robarse el riff inicial de Foxy Lady de Jimi Hendrix para el principio de Summetime Blues.

Asimismo se avientan un clásico del blues, Rock me baby del gran B.B. King. Sin dejar de ser blues, está canción suena tan pesada y sicodélica que significó un puente transicional entre el blues y el heavy metal.
Dr. Please, es una rola hipnótica, llena de distorsión, sucia y demoledora, que al igual que Out of Focus, son tan potentes que en su momento hicieron volar la mesa de mezclas. Tal vez no logren volar las bocinas de tu estereo, pero si le subes todo el volumen a las tres de la mañana puede que te conviertas en el más odiado del vecindario.


Parchment Farm es otro cover, original de un jazzero llamado Mose Allison. Una alucinación sicodélica, sacudidora, y sobre todo excitante y aturdidora.
El álbum termina magistralmente con la hiperquinética Second Time Around. Óigase la voz desgarrada y desafinada de Dickie Peterson, la guitarra rítmica y frenética, y esos solos de Leigh Stephens, y la batería restallante de Paul Whaley.
Lo mejor es el solo de batería que da paso al bajo de Peterson, y luego un gran solo ruidoso, cortante y feedbackiento de Stephens.

Podrían tocar de la patada, pésimos, horribles, ruidosos, desafinados, etc., pero no hay duda alguna sobre su actitud cien por ciento rocanrolera. Blue Cheer era una banda real tocando rock and roll.
Y Vincebus Eruptum, es un álbum que así nada más, siendo provocador, valemadrista, juguetón llegó a ser inspirador y padre del heavy metal.

Nota final: los de Blue Cheer hicieron otros grandes discos, en especial el Outsideinside (agosto 1968). Sin embargo, a lo largo de su carrera tuvieron múltiples cambios de personal y de nombre. El único integrante original que permaneció en todas las alineaciones fue el bajista y cantante Dickie Peterson.
Afortunadamente, el año pasado Blue Cheer resucitó nuevamente con dos miembros originales, el eterno Paterson, y el baterista Paul Whaley; juntos crearon uno de los mejores discos de heavy metal del año pasado, el poderoso What doesn’t Kill you. Un álbum atronador, sicodélico, pesadísimo, que viene a demostrar que el talento, energía y poderío de este par de compadres no ha sufrido mella alguna, y que el tiempo los ha vuelto más mejores todavía.

What doesn’t Kill you, no dejen de escuchar y disfrutar este gran álbum que merece una mención especial por esa portada tan excelsamente alucinante.



AQUÍ podeís bajar el Vincebus Eruptum, y...

ACÁ el What doesn't kill you.

Links tomados del blog ROCK AND ROLL JUNKYARD

lunes, septiembre 08, 2008

COWBOY JUNKIES: THE TRINITY SESSIONS



Hace 20 años en Canadá, mucho tiempo antes de que existiera una banda llamada Arcade Fire, hubo un grupo de Ontario llamado Cowboy Junkies, quienes en 1988 lanzaron al mercado un disco tan inmaculadamente hermoso y celestial. El nombre del álbum era The Trinity Sessions; y aunque es uno de los discos más bellos jamás grabados, es al mismo tiempo uno de los más injustamente ignorados y desconocidos. Quien no lo haya escuchado nunca, no sabe de lo que se pierde.



El grupo fue formado en el año de 1985 por Michael Timmins (guitarra) y su amigo de infancia Alan Anton (bajo); más adelante se les unieron Peter Timmins quien se encargó de la batería, y Margo Timmins que ocupó el puesto de cantante.
Los tres hermanos Timmins venían de una familia dedicada al mundo del entretenimiento. Tenían otra hermana llamada Cali, la cual era actriz y saltó a la fama con la serie televisiva Ryan’s Hope. Los cuatro, junto con John Timmins (otro hermano) eran descendientes de Noah Timmins, un explorador minero y fundador del pueblo que lleva su apellido.

Aunque tenían muchas influencias country y sureñas en su música, los Timmins y compañía no eran para nada vaqueros ni mucho menos adictos a ninguna clase de drogas, si acaso a la música. El nombre Cowboy Junkies lo eligieron al azar, ya que se aproximaba una gira.

En 1985 lanzaron su primer disco llamado Whites off earth now!! Cabe mencionar que Margo era muy tímida, jamás había cantado en público, pero eso no impidió que su voz frágil, delicada y melancólica impregnara de belleza cada tema grabado.
1988 fue el año de su consagración al lanzar el mejor disco de su carrera, su obra maestra. El inconmensurable The Trinity Sessions. Una muestra palpable del esfuerzo humano; un claro ejemplo que demuestra que cuando sobra el talento, la imaginación y el amor al arte, se pueden lograr grandes cosas con pocos recursos.

La historia detrás de la grabación es por demás curiosa. Los Timmins persuadieron a los oficiales de la iglesia de la Santísima Trinidad de Toronto para que los dejaran grabar el disco en el interior de la misma, claro que para esto tuvieron que inventar que estaban grabando un especial de navidad para la radio, y pagar $250.00 dólares por sesión.
La grabación comenzó el 27 de noviembre de 1987. La iglesia fue elegida por el efecto natural de reverberación, algo que logró darle un toque muy intimista al álbum.
Todo fue grabado con un solo micrófono; eso, aunado a una limitadísima pero excelente producción por parte de Peter Moore, dio como resultado un álbum cautivador, cálido, intimo, exultante, inclusive aterrador, pero sobre todo muy gozoso.



El álbum comienza de una manera excelente con Mining for Gold, interpretada por Margo Timmins totalmente a capella. Las atmósferas de este himno transmiten una sensación de estar suspendidos en el tiempo sobre una montaña.
Apenas termina esta canción, cuando entra una armónica ejecutada magistralmente por Jeff Bird (mandolina, violín), y el rasgueo sencillo de la guitarra acústica de Michael. Juntos arropan las bellísimas voces de Margo y John Timmins (guitarra, voces de apoyo), y el acordeón de Jaro Czwewiner. Juntos recrean la hermosa Misguided Angel.
El tercer track es un homenaje a Elvis Presley y a la clásica “Blue Moon”. Es una vuelta de tuerca, una mezcla de la original combinada con una nueva canción. El resultado se llama “Blue moon revisited (song for Elvis)”, la cual incluye un gran bajeo circular de Alan Anton.
I don’t get it, es un country oscuro, muy sensual y cabaretero. Una especie de Portishead con sombrero y botas. Enigmático y cautivador. Con una armónica aullante cortesía de Steve Shearer, toques de jazz y un excelente solo de guitarra.
Le sigue a este tema, una revisión de I’m so lonesome i could cry del gran Hank Williams. Una magnífica interpretación minimalista en donde destaca el bajo de Anton, la batería casi imperceptible de Peter, pero sobre todo las guitarras de Kim Deschamps (pedal steel, dobro, slide), y la voz de Margo, cuya interpretación tan sentida y convincente podría hacerte cortar las venas, o al menos llorar tus penas con un vaso de alcohol.
To love is to bury en cambio, es un tema muy tranquilo y evocador, en las que destacan el acordeón de Jaro Czwewiner, el violín de Jeff Bird, y la guitarra slide de Kim Deschamps quien realmente se lució en este disco.
La discreta 200 more miles, es un pequeño himno desapercibido, una joya con tintes oscuros, un tema minimalista en lo que importa más es la letra.
Dreaming my dreams with you es una especie de vals. Toda una belleza, es quizá el tema más luminoso de todo el disco.
Working on a building es uno de los mejores temas. Una especie de jazz rock progresivo, el cual da la sensación de que en cualquier momento va a explotar, pero siempre logran contenerse en el borde.
El track 10, es un cover de Sweet Jane, la famosa composición de Lou Reed; si la original suena muy dulce y festiva, la versión de Cowboy Junkies suena tan triste. Me atrevo a decir que es incluso superior a la de Reed. Esta versión fue incluida en el soundtrack de Asesinos por Naturaleza (Natural Born Killers) de Oliver Stone en 1994, lo cual los catapultó más a la fama.
La penúltima canción es Postcard Blues, otro tema absolutamente minimalista, el cual sólo incluye una armónica por parte de Steve Shearer, una guitarra, y la voz de Margo. Un blues primitivo, totalmente oscuro y aterrador.
Walking alter nigth cierra con broche de oro esta obra maestra. Un blues con todas las de la ley. Si el tema anterior destacaba por su austeridad, este en cambio, está dotado de una rica instrumentación; un gran tema de despedida, un gran finale el cual parece haber sido grabado más que en una iglesia, en un cabaret de mala muerte.

52 minutos de emociones puras capturadas en un pedazo de plástico o vinil. Altamente recomendable para almas solitarias y corazones rotos. No apto para depresivos y suicidas.

CODA

Cowboy Junkies es un excelente grupo. No lo dudo para nada. Ha entregado grandes discos después del Trinity Sessions:
The Caution Horses, 1990
Black Eyed Man, 1992
Pale Sun Crescent Moon, 1993
Lay It Down, 1996
Miles from Our Home, 1998
Waltz Across America, 2000
Open, 2001
In the Time Before Llamas, 2003
One Soul Now, 2004
Early 21st Century Blues, 2005
At the End of Paths Taken, 2007
Trinity Revisited, 2007

Sin embargo, por una extraña razón, su álbum Trinity Sessions los estigmatizó como una banda de culto. Más que bien, llevar este apelativo es un mal que las bandas tienen que soportar. Es algo que los limita, encuadra, encierra; una especia de ratonera, un hámster en una rueda que por más que haga no puede salir de allí.
Aunque tienen el consuelo de una enorme cauda de fans que siempre estarán allí apoyándolos en las buenas y en las malas, comprando todos los discos, y que siempre estarán presentes en todos los conciertos.
Los Cowboy Junkies seguirán haciendo buena música, no lo dudo, como dudo que logren superar un disco excelso como The Trinity Sessions.
Sólo queda apelar a los buscadores musicales que se sumerjan en la discografía cowjunkiesca, que los conozcan, que los disfruten, que los difundan, porque esta banda canadiense es mucho más que una simple banda de culto.
Para terminar, aqui una pequeña probadita para que los disfruen. Cinco excelentes temas, y si les gustan, no duden para nada conseguir el disco completo:


SeeqPod - Playable Search

Atención a todos los fans de los Gatitos, perdón, a los fans de Nacuares, perdón otra vez, fans de Jaguares, para el próximo fin de semana este blog les tiene preparada una agridulce sorpresa así que no dejen de leernos y corran la voz.

domingo, agosto 19, 2007

OTROS DISCOS CUARENTONES (1967)

El año de 1967, año cumbre de la psicodelia, año de la efervescencia hippie. Ese año coyuntural y crucial para la década de los sesenta y sobre todo, para la música en general, no sólo fue el año del lanzamiento del disco más famoso e influyente de la historia: El Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles.
Esa década tan rica, prolífica, y sobre todo irrepetible, nos legó al menos unos 30 discos fundamentales, influyentes, clásicos, joyas, verdaderas obras maestras, muchas de las cuales incluso, se pelean el título de mejor álbum de rock de la historia; otros, son considerados fundamentales para la creación de futuros géneros, y otros más, marcan el debut afortunado de grandes agrupaciones que hoy tienen su nombre inscrito con letras de oro en la historia del rock.

Sólo imaginen el trabajo que le costó a los críticos, editores de revistas, programas de radio y de televisión hacer las famosas listas de los mejores discos del año. ¡Vaya trabajo!
Revisemos algunos de ellos, que hoy a 40 años de distancia siguen siendo tan influyentes, revolucionarios, innovadores, insuperables, y sobre todo, siguen sonando frescos. Discos al que las nuevas generaciones de músicos y escuchas deberían escuchar, aprender, disfrutar, abrevar, y redescubrir:


Magical Mystery Tour - The Beatles: Banda sonora de la película homónima protagonizada por The Beatles. Incluye clásicos como I’m the walrus, Strawberry fields forever, Penny Lane, Hello good bye, y sobre todo, la canción que define a la perfección la filosofía sesentera, la enorme All you need is love.



Something Else By The Kinks - The Kinks: Junto con The Beatles, y The Who formaban parte de la famosa Invasión Inglesa, aunque realmente por desgracia nunca llegaron a tener la popularidad de estos dos primeros. El grupo liderado por el gran Ray Davis (uno de los mejores letristas del rock) nos ofrece esta delicioso plato conformado por trece hermosas canciones de pop rock

The Who Sell Out - The Who: El tercer disco de The Who, es una absoluta maravilla por donde quiera que se le vea y escuche. Desde la loquísima portada, hasta la grandiosa idea de simular la programación de una estación de radio pirata, con todo y jingles publicitarios. Tienen que oír esta maravilla.
Como dato de trivia, la cantante Petra Haden grabó en el 2005 el disco Petra Haden Sings: The Who Sell Out. Una versión muy interesante de este álbum, totalmente a capella.



Procol Harum - Procol Harum: El grupo favorito del maestro José Agustín. Su disco debut incluye la inclasificable A whiter shade of pale, con su introducción de órgano ejecutada magistralmente por Matthew Fisher, que plagiaba a su vez a la Cantata 140 (Wachet auf, ruft uns die Stimme) del maestro Johann Sebastian Bach. Un disco muy entrañable.
Como dato, hace poco Volskwagen utilizó la introducción de esta canción para un comercial de televisión.



H.P Lovecraft - H.P. Lovecraft: Quinteto de rock sicodélico originario de Chicago, Illinois. Su nombre fue tomado del famoso escritor de horror, fantasía y ciencia ficción Howard Phillips Lovecraft. En este año lanzan su muy poco conocido pero excelente disco debut homónimo. Según las notas incluidas en el álbum, las canciones están inspiradas por los cuentos de horror de este escritor. Altamente recomendable.

Chelsea Girl - Nico: Primer disco solista de la femme fatale Christa Päffgen, mejor conocida como Nico. La bellísima vocalista de The Velvet Underground lanza un disco tan hermoso, pero por desgracia tan olvidado, menospreciado, poco apreciado, a pesar de estar producido por John Cale, y tener canciones escritas por gente como Lou Reed (Wrap your troubles in dreams) y Bob Dylan (I’ll keep it with mine). La incomprendida Warhol superstar grabó por lo menos una veintena de discos muy grandiosos, pero muy poco conocidos.
Por desgracia, murió en un accidente de bicicleta el 18 de Julio de 1988 en Ibiza.



Electric Music for the Mind and Body - Country Joe and the Fish: Uno de los primeros discos de la temprana sicodelia. Desde la alucinante portada hasta cada una de las once piezas que conforman esta Música eléctrica para la mente y el cuerpo. Todo en sí, fue en sus tiempos, y es todavía un excelente vehículo para viajar en ácido a las galaxias mentales. Tienen que escuchar esta maravilla siconautica lisérgica.

Buffalo Springfield Again - Buffalo Springfield: Fínisimo segundo disco de este quinteto de folk rock formado por las futuras estrellas, Stephen Stills, Neil Young, Richie Furay, Dewey Martin, y Bruce Palmer. A pesar de los múltiples problemas internos de la banda, este disco es considerado por varios críticos como su mejor y más exquisito trabajo. Incluye canciones memorables como Mr. Soul, Rock & Roll Woman, Sad memory y Bluebird.

Safe As Milk - Captain Beefheart and his Magic Band: Álbum debut de uno de los artistas más geniales pero a la vez más incomprendidos del rock. Don Van Vliet, líder de esta banda sui generis de donde salió el gran guitarrista y etnomúsico Ry Cooder. Amigo y colaborador del gran Frank Zappa, el Capitán graba este disco extrañísimo, lleno de letras surrealistas, cambios repentinos de ritmo, disonancias, ritmos al revés. Sus músicos, todos solventes tenían los más raros y bizarros seudónimos: Zoot Horn Rollo, Rockette Morton, Drumbo, Ed Marimba, Winged Eel Fingerling, The Mascara Snake, Denny "Feelers Rebo" Walley, y Gary Lucas.
Otros discos recomendables: Trout Mask Replica (1969); Bluejeans & Moonbeams (1974).

Moby Grape - Moby Grape: Disco debut de una de las grandes promesas de la escena de San Francisco. Un álbum que fue aclamado tanto por la crítica como por el público en general, y que incluso, llegó a considerarse como la mejor banda de rock. Un disco que abreva de las raíces del rock: el jazz, el country, y el blues, conviven en armonía perfecta en esta obra magistral.
Es una lástima que esta agrupación fundada por el ex baterista de Jefferson Airplane, Skipe Spence, se haya desintegrado debido a múltiples factores como inexperiencia en el mundo de los negocios, la falta de un manager, y sobre todo a que su líder Skipe Spence empezó a meterse cantidades enormes de LSD, que lo llevó a cometer locuras como la de querer asesinar a sus compañeros Stevenson y Miller con un hacha.
¿Hasta dónde hubieran llegado? Nunca lo sabremos por desgracia.

Good Bye And Hello - Tim Buckley: Segundo disco de este trovador estadunidense. Famoso por su gran rango vocal de tres octavas. En esta obra, este cantante muestra sus grandes influencias jazzisticas, souleras, sicodélicas, y funketas. Un álbum claramente influenciado por el espíritu exploratorio el recién lanzado Peppers de The Beatles.
Un disco altamente disfrutable en la que el buen Buckley maneja su voz como un instrumento más.




Between the Buttons/ Flowers/ Their Satanic Majesties Request - The Rolling Stones: Aunque no son precisamente sus mejores discos, los Rolling entregan tres grandes obras en un sólo año. A pesar de ser muy criticados por intentar copiar el sonido de grupos como The Beatles o The Kinks, el primer disco cuenta con grandes canciones como All Sold Out, My Obsession, and Yesterday's Papers, y She Smiled Sweetly.
Flowers en cambio, es una recopilación de temas pertenecientes al Aftermath (1966), y al Between the buttons, algunos sencillos como Ruby Tuesday, y Let’s spend the night together, y algunos temas que nunca habían sido lanzados.
Their Satanic Majesties Request, en cambio, es un fallido intento de emular al Sgt. Peppers de The Beatles. Grandilocuente y sobreproducido, sólo vale la pena por su excelsa y sicodélica portada, y por dos grandes composiciones: la gloriosa She’s a rainbow, y esa joya alucinante que es 2000 Light Years From Home.



Forever Changes Love: Cuenta la leyenda que Jac Holzman, fundador de Electra fue a Los Angeles a ver a los de Love en concierto; sin embargo, llegó lo bastante temprano para ver el grupo anterior: The Doors. Eso selló el destino de ambas bandas. Love quedó como un gran grupo de culto.
Y, Forever Changes quedo registrado como una muestra la genialidad y talento de esta banda. Un disco de pop que no se parecía en nada oído antes. Un imprescindible en tu colección.


Disraeli GearsCream: Segundo disco de este grupo integrado por Eric Clapton en la guitarra y voz, el finísimo bajista Jack Bruce, y el extraordinario y preciso baterista Ginger Baker, luego de su también excelente debut Fresh Cream de ese mismo año. Sin embargo, en este segundo opus, el trío llevaría ese sonido bluesero sicodélico hasta el máximo nivel. Para la posteridad queda el célebre riff de guitarra de Sunshine of your love, y grandes temas como Strange love, y S.W.L.A.B.R., y sobre todo, las explosivas actuaciones en directo. Dice el crítico Joel Mclver: “tocaban en el escenario como poseídos por los espíritus de Robert Johnson y Charly Parker”.


The Piper at the Gates of DawnPink Floyd: Grabado en el mismo lugar y al mismo tiempo que el Sgt. Peppers de The Beatles, el álbum debut de Pink Floyd, es el disco por excelencia del pop sicodélico. La grandeza de este disco radica en que a Los Beatles les tomó ocho discos para crear su obra maestra, en cambio, a estos estudiantes de arquitectura y de arte, lograron crear un clásico atemporal a la primera.
The Piper… es un viaje sónico, delirante, y alucinante, piloteado por el mítico loco genial de Syd Barret, quien se perdió para siempre viajando por las galaxias de su mente.


The Velvet Underground & NicoThe Velvet Underground: Ya es un cliché decir que este disco influyó a los pocos que lo compraron, motivándolos a formar su propia banda. También lo es decir, que este disco fue el padre de géneros futuros como el punk, el noise, el art rock, el new wave, y hasta el gótico.
El disco por sí solo vale la pena. Es un diamante oscuro que desentonaba por su desencanto, crudeza y desilusión en un ambiente lleno de luz, amor, y optimismo.


The Doors – The Doors: ¿Qué se pude decir de este disco? A mi parecer, el mejor y más perfecto debut en la historia del rock. Once canciones en 43 minutos y 25 segundos. Una banda única de Los Angeles. La poesía oscura y maldita, el magnetismo sexual, y la voz enigmática de su líder Jim Morrison; los teclados alucinantes de Ray Manzarek; La guitarra limpia y precisa de Robby Krieger; y, la fina precisión y contundencia de John Densmore. Todo ello hizo de The Doors el único grupo de culto adorado por millones. ¡Y las canciones! La cadenciosa Break on through (to the other side), el rockcito de Soul kitchen, el homenaje a Bertolt Brecht y a Kurt Weill en Alabama Song (Whisky Bar). Pero son, Light my Fire con ese fantástico solo de teclado (ese sonido define a la perfección la década de los 60), y ese tema de carácter épico que es The End las que definen el espíritu oscuro de este disco inigualable.


Are You Experienced? – The Jimi Hendrix Experience: ¿Has experimentado este álbum? Si no lo has hecho, realmente te pierdes de uno de los mejores discos de rock. Aquí se muestra en todo su esplendor la maestría y la inventiva de Jimi Hendrix con la guitarra. La tríada formada por Foxy Lady, Manic Depression (escuchese con atención la forma tan jazzera de tocar de Mitch Mitchell), y ese gran blues que es Red House. Con este disco, Hendrix vino a reinventar el lenguaje de la guitarra. Insuperable.


Surrealistic Pillow - Jefferson Airplane: La almohada surrealista fue el segundo disco de este grupo de San Francisco. Un fiel retrato musical de la sicodelia imperante, los viajes lisérgicos, el verano del amor, y la efervescencia hippie.
Un disco impecable con canciones como la folk My best friend, y la bellísima y conmovedora Comin’ back to me. Sin embargo, las dos joyas fueron escritas por la bellísima y talentosa tecladista del grupo, Grace Slick: Somebody to love, un rock potente y estremecedor, y White Rabbit, con su letra alucinada, y surrealista que hace referencia a Alicia en el País de las Maravillas. Una verdadera maravilla auditiva.


Mr. Fantasy – Traffic: Cuarteto conformado por el multiinstrumentista Steve Windwood, el guitarrista Dave Mason, el baterista Jim Capaldi, y el flautista saxofonista Chris Wood. Este disco maraca el debut de esta excelente banda inglesa. Un trabajo sicodélico lleno de matices, detalles ricos, y variados pasajes instrumentales. Una obra fuera de serie, que incluía instrumentos exóticos, y conjuntaba el rock con el folk, la sicodelia, y la música india. Todo encapsulado en sólo diez temas en poco más de media hora.


Sunshine Superman – Donovan: Donovan Leitch era un trovador escocés. Con este disco (cuyo título hace referencia a un potentísimo ácido) se adentra en el rock, el pop, y la sicodelia con gran fortuna. Este plato cuenta con grandes canciones como el tema que nombra al disco, la deliciosa Seasons of the witch con su característico rasgueo de guitarra y esos coros sensacionales. El uso de clavicordios, cítaras e instrumentos de cuerdas se ve reflejado magistralmente en temas como Legend of a girl child Linda y Ferris wheel. Un clásico que hay que rescatar del olvido.


White Light/ White Heat – The Velvet Underground: Grabado el mismo año que su debut, y ya sin Nico ni el mecenazgo de Andy Warhol, en este segundo la banda neoyorkina lleva aún más lejos su sonido, oscuro, decadente y radical. Totalmente arriesgado y vanguardista, se impone el lado experimental del gran John Cale sobre la visión comercial de Lou Reed. El tema que da título al disco aboga por las drogas. I heard her call my name es un free jazz con el guitarrista Sterling Morrison y la baterista Mo Tucker llevando un ritmo veloz y frenético mientras Lou Reed berrea las letras. Sister Ray cierra el álbum de manera magistral: 17 minutos de puro noise rock, en una canción (¿se le puede llamar así?) que habla de drogas, pistolas, sexo, violencia, homosexualismo. Un gran disco.


Axis: Bold as Love – The Jimi Hendrix Experience: Segundo disco de este fenomenal trío. A pesar de la presión por superar esa obra maestra que fue (y es) Are you Experienced?, este disco nos muestra a un Hendrix y acompañantes con una madurez plena, con una maestría enorme en el manejo de las tecnologías de estudio, y de las infinitas posibilidades sonoras de la guitarra. Quedan como muestras la enorme e intricada Spanish castle magic, la balada Castle made of sand, la discreta Little wing (covereada años después por Eric Clapton), y If 6 was 9 es una obra muy compleja y llena de cambios. Esta obra maestra cierra con la enorme Bold as love.


I Never Loved a Man the way I Love You – Aretha Franklin: La reina del soul. Una voz potente, conmovedora y bellísima. Aretha grababa para Atlantic su primer disco, luego de seis años y nueve discos con Columbia.
Tras una discusión con los músicos de estudio, (el disco originalmente iba a ser grabado en Alabama). Ted White (su marido y manager) decidió que lo mejor era trasladarse a grabar a los estudios de Atlantic en Nueva York. Aretha misma tocó el piano. Grandes clásicos como Respect de Ottis Redding, A change is gonna come, Good Times, ambos de Sam Cooke, son reinterpretados por Aretha haciéndolos realmente suyos. Además, ella misma aporta cuatro excelentes temas de su autoría.

Tendernes Junction – The Fugs: Si en Los Angeles, la vanguardia musical estaba representada por Frank Zappa, en Nueva York, los que llevaban el estandarte eran The Fugs. Formada esta banda por tres artistas contraculturales, beatniks de cepa: Tuli Kupferberg, inmortalizado en el poema Howl de Allen Ginsberg ("guy who jumped off of the Brooklyn Bridge and lived,"), Ed Sanders, militante pacifista y editor de la revista Fuck You, y Ken Weaver quien era compositor, baterista, y cantante (años más tarde trabajó como traductor de ruso para la CIA.)
Se les recuerda por sus presentaciones radicales, llenas de provocaciones desafiantes como aquella vez que “exorcisaron” al Pentagono. Tenderness Junction es un gran trabajo lleno de imaginación y experimentación. Una absoluta locura sónica.


Absolutely Free – The Mothers of Invention: Segundo gran disco de la banda comandada por Frank Zappa, después de ese gran debut que fue Freak Out! de un año antes. En Absolutely Free, Zappa y compañía elevaron al máximo la sátira, la ironía, y el humor negro que los caracterizaba. Asimismo, sus piezas musicales se hicieron todavía más largas, elaboradas y complejas. Presentado como una minisuite, algo inusual en los discos de rock. Para “entender” la música de este genio, debías por lo menos tener un bagaje amplio de música clásica o de compositores vanguardistas como Varése, Stravinsky y Webern. Aunque la música de Zappa no está para entenderse, sino para disfrutarse.
Dato de trivia: Su aún mejor disco We're Only in It For the Money fue grabado también en 1967, pero lanzado al mercado en enero de 1968.


The Grateful Dead – The Grateful Dead: No podían faltar Los Muertos Agradecidos en esta lista. El grupo más representativo de San Francisco y de la sicodelia. Aunque este, su disco debut no es su mejor trabajo, ya estaban aquí algunos destellos que en discos posteriores iban a desarrollarese al máximo: la fusión de blues, country, jazz, folk y rock. Largos pasajes instrumentales que transportaban tu mente a una realidad alterna. Por algo, eran el grupo de acompañamiento de los famosos Acid Tests promovidos por Ken Kesey y los Merry Pranksters. Imaginad el viaje en ácido musicalizado por la música del grupo liderado por el entrañable Jerry García, ¡explosivo! No dejen de escuchar el Live/Dead, la banda al máximo.

It’s a Beautiful Day – It’s a Beautiful Day: San Francisco era un hervidero cultural y un semillero inagotable de músicos talentosos. Este disco bellísimo y muy poco conocido es una absoluta maravilla. David LaFlamme era el líder de esta banda sanfranciscana. Violinista con una gran inventiva y sentido de la melodía. El toque de ese instrumento y sus hermosos solos eran el sello característico de esta agrupación, y sólo hay que escuchar el disco para constatarlo. Temas como Time is y Girl with no eyes son realmente sorprendentes y disfrutables. Sin embargo, el grupo a pesar de su innegable calidad, nunca la hizo comercialmente. Grabaron dos excelentes discos más adelante, y desaparecieron.


Younger than Yesterday – The Byrds: Los Páyaros diría José Agustín. Este brillante grupo californiano fueron los creadores del género folk rock. En este, su cuarto opus, expanden al límite su sonido mientras se abren de lleno a la experimentación. Allí está la versión de My back pages de Dylan (principal influencia del grupo), Renaissance fair, inspirada en un festival medieval, Everybody’s been Burneo, considerada como una de sus mejores canciones, y CTA-102, una canción con efectos de ciencia ficción. Quizá este sea el mejor y más perfecto trabajo de The Byrds.

I had too much to dream (last night) – The Electric Prunes: Un grupo no muy conocido, pero muy influyente. Según la historia, los integrantes de la banda practicaban en su garage, cuando un agente inmobiliario los escuchó, le gustó su música y los presentó con el ingeniero Dave Hassinger de la RCA.
La maravillosa canción que nombra el disco, y el sencillo Get me to the World on time catapultaron al grupo hasta la estratosfera. Este disco fue una gran influencia para futuras bandas de garage punk como los Stooges y MC5. Así nada más.


John Wesley Harding – Bob Dylan: Después de un trágico accidente en motocicleta, y tres discos míticos, clásicos y fundamentales de la historia musical (Bring it all back home -1965-, Highway 61 Revisited -1965-, y Blonde on Blonde -1966- ), parecía poco probable que Dylan lograrara una cuarta obra maestra. Y, efectivamente, así fue. Ni siquiera lo intentó, pero en cambio, Dylan entrega un disco que regresa a sus raíces musicales. Un disco más discreto y tranquilo, pero para nada aburrido y complaciente. La calidad está siempre presente. Tan sólo aquí está la enorme y atemporal All along watchtower (que Hendrix reinventaría y haría suya un año después en Electric Ladyland).


Earth Opera – Earth Opera: Un disco rarísimo de un grupo también raro originario de Boston. Liderado por Peter Rowan, un virtuoso de la guitarra, y la mandolina, que lo mismo le metía al bluegrass y al tex-mex en su anterior grupo The Cupids. Junto con David Grissman formó esta peculiar agrupación que fusionaba con fortuna géneros como el pop, la sicodelia, el folk, el jazz, y elementos de música clásica. Además de usar muchos instrumentos poco comunes. Earth Opera es un gran disco, una pequeña joya que te hace pensar que estás escuchando una ecléctica orquesta de cámara. Su disco siguiente, The Great American Eagle Tragedy es igual o mayor de excelente.


Canned Heat - Canned Heat: Este año también fue el debut de uno de los mejores grupos blues. Blancos de piel, pero de alma negra (y no por maldad), estos angelinos llevaban muy en su sangre el espirítu del blues. Comandados por el malogrado, entrañable, y excelente armoniquista Alan "Blind Howl" Wilson, quien llevaba de compañeros al "Oso" Bob Hite también en la armónica y voces, Henry Vestine (ex guitarrista de Frank Zappa)en la guitarra, Larry Taylor en el bajo, y, en esta grabación aparece el baterista de estudio Frank Cook, incorporándose un año después el muy querido y orgullosamente mexicano Fito de la Parra, en la segunda grabación del grupo, el grandioso Boogie with Canned Heat.
Este primer disco contiene once clásicos, movidos y sabrosos blueses como Rollin' and tumblin' de Muddy Waters, Evil Is Going On de Willie Dixon, y Dust my broom de Robert Johnson y Elmore James, entre otros excelentes covers. Un disco más que recomendable.


The Turtles – Happy Together: Tercer y mejor disco de esta entrañable banda americana. Las Tortugas, llamadas así en honor de The Crickets de Buddy Holly era un grupo de pop, folk y rock, que lo mismo tenía influencias de The Byrds, The Zombies que de Lovin’ Spoonful. Liderados por Howard Kaylan y Mark Volman quienes se caracterizaban por sus hermosas armonías vocales. El cual se muestra a plenitud en este bellísimo álbum, y muy en especial en esa joya que es Happy Together. Una de las mejores canciones de la historia, la cual ha soportado muy bien el paso del tiempo gracias a su indiscutible calidad.
Como dato de trivia, tanto Kaylan y Volman formaron parte de The Mothers of Invention de Frank Zappa.


Os Mutantes – Os Mutantes: Sí, ya sé que este disco es de 1968, pero, no pude resistir la tentación de ponerlos.
Debut maravilloso de esta banda brasileña, odiada en su país tanto por derechistas como por izquierdistas, pero en el mundo entero reverenciados por gente como Beck, Esquivel, Kurt Cobain, y grupos como Moorcheba...
Gran influencia en el rock hispanoamericano. Y quizá la mejor banda de rock en la América de habla no inglesa (nada que ver con Soditas, Heroicitos y Caifanitos). Oigan el disco y deléitense con Panis at circensis, una indescriptible canción que remite a Mr. Kite de The Beatles. Minha Menina es un rock movido en el que se aprecia a plenitud la guitarra distorsionada de Sergio Dias. O Relogio es una bellísima canción ensoñadora, la voz de Rita Lee es acompañada por una guitarra arpegiada. Cuando piensas que la canción ya terminó, se rompe la estructura de canción en una forma totalmente extraña, para después volver a su curso normal. Adeus Maria Fulo empieza con una especie de rezos para derivar en una deliciosa batucada. El teclado de Arnaldo Baptista en la conmovedora Baby, anticipan lo que años después harían grupos como Los Angeles Negros, Los Terrícolas, Los Bukis, Los Solitarios o Los Yonics. El crítico de Mojo, Dave Hutcheon la describió como “Eleanor Rigby erótica”, y a la sensacional Bat Macumba como “Tomorrow Never Knows en samba”.

domingo, julio 01, 2007

GRANDES MOMENTOS MUSICALES DEL CINE (PRIMERA PARTE)

No son todos los que están, ni están todos los que son. Algunos ni siquiera son grandes momentos, y los que están no son LOS GRANDES, sólo son Grandes en mi apreciación.
La conjunción de música e imagen es un casamiento perfecto al menos en el cine, ya que en video la imagen ha venido a suplantar la música.
En el cine es diferente. Muchas escenas memorables son potencializadas con una muy buena selección de música. Otras veces, las imagenes rescatan simples canciones que de otro modo habrían caído en el olvido (Tarantino y Oliver Stone son expertos en eso). Hay canciones que han revivido, o se han catapultado gracias al cine (Bohemian Rhapsody de Queen, Where´s my mind de Pixies, Misirlou de Dick Dale). Inclusive, el rock como género le debe mucho al cine, ya que fue gracias a la película Semilla de maldad, que incluyó la enorme "Rock Around the clock" de Bill Halley en sus créditos iniciales que el rock empezó a tener popularidad, y a tener una rápida aceptación entre las masas.
Incluso, hay películas que no se pueden entender sin la música, la historia gira alrededor de ellas. O, hay canciones muy desechables, que sin embargo, en el cine cobran magia. Todas las canciones por muy malas que sean se hacen memorables en ciertos momentos de nuestras vidas, y el cine está para demostrarlo.
He aquí, la primera parte de algunas películas de mi colección (o prestadas) con sus respectivos momentos especiales:

APOCALIPSIS NOW Francis Ford Coppola.
Una de las películas más escalofriantes y terroríficas que he visto en mi vida. Película que trata sobre la nefasta guerra de Vietnam, y en el que el Capitán Williard (Martin Sheen) es enviado a buscar y asesinar al Coronel Kurtz (Marlon Brando), quien se ha vuelto loco al creerse Dios y ser adorado por los habitantes de una pequeña aldea.
La conjunción de las imágenes, sonido y música es impactante y abrumadora. He aquí tres grandes momentos:
El Teniente Bill Kilgore (Robert Duval) gustaba de musicalizar sus bombardeos con napalm, con “La Cabalgata de las Valquirias” de Richard Wagner como música de fondo.
El soldado Lance Jonhson (Sam Bottoms) en una escena totalmente surrealista, se pone a esquiar a medio río, y a media guerra al ritmo de “I can’t get no (Satisfaction)” de The Rolling Stones.
La parte más escalofriante. El Capitán Williard estando prisionero, se levanta y llega hasta donde se encuentra el loquísimo y atemorizante Teniente Kurtz. Afuera, los aldeanos celebran un sacrificio. Adentro, el capitán toma un palo y empieza a golpear y asesinar al teniente. Afuera, el pueblo sacrifica sin piedad una vaca. Todo ello con ese aquelarre musical que es la parte final de “The end” de The Doors. Una combinación escalofriante y perfecta.

THE HUNGER – Tony Scott.
Una película ochentera de culto. Un tratamiento diferente al tema de vampiros. Sobresale la actuación de la siempre bellísima Catherine Deneuve, y del gran David Bowie.
Tony Scott supo darle un toque de elegante decadencia, ambientes góticos, claustrofóbicos, melancolía, y sonoridades tristísimas.
La cinta comienza con los extintos Bauhaus tocando su canción más emblemática, Bela Lugosi’s Dead en una discoteca. Mientras el vampiro de Peter Murphy canta la rola, con su voz grave, Bowie y Deneuve ligan y seducen a una pareja. Los llevan a su casa, para después tranquilamente succionarles el preciado y vital néctar rojo.

VIRGENES SUICIDAS – Sofia Coppola.
Debut como directora de la hija del gran Francis. La historia de cinco muchachas quienes viven encerradas por sus padres sobreprotectores, opresivos y represivos. Sofia logra captar muy bien el espíritu setentero con gran maestría. La cinta pasa de un momento a otro por una amplia gama de sentimientos como la felicidad, la tristeza, la magia, la ensoñación, la añoranza, la depresión, la nostalgia, la melancolía…
La música seleccionada cumple perfectamente su función de acompañar las imágenes y la historia. Aquí algunos ejemplos:
Las cuatro adolescentes (eran cinco, pero la menor ya se había suicidado) son invitadas al baile escolar. Mientras entran, suena la maravillosa “Strange Magic” de Electric Light Orchestra con esos sonidos electrizantes que suben y bajan. La rola es interrumpida por el director de la escuela (con el clásico y clichiento feedback del micrófono) para abrir las votaciones de reyes del baile.
Trip Fontaine y Lux Lisbon (una encantadora Kirsten Dunst), se esconden mientras por el sonido emerge la etérea “I’m not in love” de 10cc, la cual es de nuevo interrumpida(con el clásico y clichiento feedback del micrófono) para anunciar a los ganadores: Trip y Lux. Después, todo es magia con “Come sail away” de Stix, todos bailando, los clásicos guitarrazos de esta rola y unos globos cayendo sobre la pista. Esta es la parte feliz.
La parte triste. Lux no llega a su casa esa noche. Todas las chicas son castigadas severamente, al grado de aislarlas completamente del mundo exterior. Los chicos del barrio se comunican con ellas por telefono, al momento de contestar, ellos ponen la canción “Hello, it’s me” de Todd Rundgren:
“Hello, it's me
I've thought about us for a long, long time
Maybe I think too much but something's wrong”.
Ellas emocionadas y tristes contestan con “Alone again (naturally)” de Gilbert O’ Sullivan:
“To think that only yesterday
I was cheerful, bright and gay
Looking forward to who wouldn't do
The role I was about to play...Alone again, naturally”.
Ellos responden con la esperanzadora “Run to me” de The Bee Gees:
“Run to me whenever you're lonely. (To love me)
Run to me if you need a shoulder
Now and then, you need someone older,
so darling, you run to me.”
Así se la pasan hasta la última canción que es “So far away” de Carole King, sin embargo, ellas ya no responden.
En otra escena, Lux es obligada a quemar sus discos. Podemos ver la tristeza e impotencia cuando baja las escaleras con la caja llena de discos. Frente a la chimenea es obligada a quemar un disco de Kiss y otro de Aerosmith. Realmente conmovedor.
Mención aparte merece el score realizado por el dúo francés Air. Sensacional.

PSICÓPATA AMERICANO – Mary Harron.
Patrick Bateman (Christian Bale). Yuppie de 27 años de edad, neoyorkino, metrosexual, asesino serial en sus ratos libres, además de crítico musical de closet.
Fan obseso del buen pop ochentero. Tanto en el libro de Bret Easton Ellis, como en la película, podemos apreciar su faceta de crítico, al mismo tiempo que se deleita matando prostitutas, animales, vagabundos, yuppies, y modelos.
Así, lo podemos ver dar una cátedra apasionada sobre Huey Lewis & The News, bailando al ritmo de “Hip to be square”, mientras le asesta un hachazo a un colega (al que envidiaba por cuestiones tan “trascendentales” como manejar la cuenta Fisher, hacer una reservación un viernes por la tarde en Dorsia, o porque la tarjeta de presentación de Paul Allen –nombre del difunto- era más presentable que la suya).
También, lo vemos con sus walkman puestos, totalmente molesto porque Evelyn, su prometida le platica sus planes de boda, mientras el intenta escuchar “Simply Irresistible” de Robert Palmer.
Lo vemos dándole una clase de Genesis y de Phil Collins a dos prostitutas que lo miran como si fuera un marciano, para después aventarse un ménage à trois con la clásica “Sussudio” de música de fondo.
Por último, con otras prostitutas, de un modo fervoroso habla del primer disco de Witney Houston, para momentos después matarlas (previa cogida).

PALINDROMOS – Todd Solondz
El director de los losers, patéticos, freaks, perdedores, de baja autoestima, está de vuelta con Palíndromos.
Un palíndromo es una palabra o frase que se lee igual tanto hacía delante, como hacía atrás: Ana, oso, oro, ese, anana. Frases como “Anita lava la tina”, o “dábale arroz a la zorra el abad”. En inglés existen palabras como aibohphobia (fobia a los palindromos), o frases como estas: “Sit on a potato pan, Otis”, o “Neil, a trap! Sid is part alien!”.
La película cuenta la historia de Aviva (léanlo al revés), una chica de trece años obsesionada por tener un bebé. Después de casi lograrlo, sus padres la obligan a abortar, y ella, deprimida, decide escaparse de casa.
En su aventura, conoce a Mamá Sushine, una cristiana fundamentalista quien junto a su marido e hijo mantienen una especie de casa hogar – comuna, en donde comparten el pan y el abrigo con un grupo de niños enfermos y freaks: una niña albina ciega, una enanita sin brazos, un gordito estupido, un niño ex musulmán, otra niña con leucemia, un epiléptico, y un perro.
Todos ellos tienen un grupo de pop cristiano al estilo ‘N Sync, con todo y coreografías.
En una escena surrealista, juntos los Sunshine Singers (así se llama el grupo) cantan un pop delicioso en la movida y rítmica “Nobody Jesus but you”.
Más adelante, la gorda mantecosa de Aviva se une al grupo y cantan la canción antiabortista “Fight for the children”.
En eso llega un tal Dr. Dan, quien es recibido con una canción que lleva su nombre. El viejito se pone a bailar ridículamente, como un emulo primermundista del patético Mayito. (¿Alguien se acuerda de él, aparte de los monterreyenos especialistas en rescatar todo lo que los capitalinos desechan?)

PD 1: Me voy de vacaciones dos semanas dos. Viajaré a Pachuca, y es muy probable que también vaya a un campamento bíblico a Saltillo. Estaré desconectado estas dos semanas totalmente de la música (excepto himnos eclesiásticos), y de la televisión.
Me dedicaré a meditar, y reflexionar mi vida, mis metas, mis proyectos, a planear la segunda mitad del año, a estudiar álgebra, a contar unas encuestas, a conocer a Rufo, acariciarlo, a reponerme físicamente (ahora si me la voy a pasar comiendo como Dios manda), a tomar fotografías, y, a escribir unos posts para este blog.

PD 2: Hoy se cierra el concurso del post anterior. Gracias a las seis personas que se tomaron el tiempo de mandar sus respuestas. Extrañé la opinión de grandes amigos como Karina, y el de Edgar (garash) que prometió enviar las respuestas y no lo ha hecho.

Nada más que llegue a Pachuca, escojo el ganador, pero antes, todas las respuestas serán publicadas en un post especial de colección. Después, yo mismo hice mis propias películas imaginarias, las cuales serán también publicadas. Como exclusiva les adelanto los títulos: INVENTANDO QUE OLVIDO (inspirada en Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos, y en Inventando que Sueño de José Agustín), y el otro, UNA CANCIÓN DESESPERADA (Inspirada en Pablo Neruda y en una rola de Monocordio).

Como cereza del pastel, a lo último publicaré al ganador, el cual recibirá su premio prometido. Y tal vez un bonustrack ya que el premio es muy chafa y es un monumento a mi ego.

A los que no han mandado nada, apúrense porque la neta, está muy díficil escoger el ganador, ya que muchos se me hacen medios chafillas. No digo cuales para que no se enojen, o mejor dicho, todos son grandiosos, me han hecho reír, pero todos cojean de una pata.

PD 3: Lean esto: Franco VS Hamlet =YHS Está en mi otro blog.

PD 4: Por último, aquí les dejo un video que le tomé a mi "maestro" de Apreciación Artística. Si alguien entiende que es lo que dice, se lo agradeceré. Adiós. Feliz domingo.

AGUJERO HOBBIT PRODUCTIONS, PRESENTA:
Una película de la vida real:

EL PENDEJÓN DE LA SEMANA opus 1
Dirigida Por Hamlet
Protagonizada por el "maestro" Romel sepa la mother.

viernes, junio 01, 2007

FELIZ CUMPLEAÑOS SARGENTO




Sólo fueron necesarios 39 minutos con 50 segundos para cambiar por siempre la historia musical. La forma de crear la música, de presentarla, de escucharla, de sentirla y de vivirla.
Hace 40 años, un viernes primero de junio como hoy, pero de 1967 para ser más exactos, el mundo entero se cimbró ante la presentación de un nuevo disco de rock, del grupo más famoso del planeta: Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band era el nombre del disco, y la banda se llamaba The Beatles.

Este disco, el octavo de este grupo inglés, vino a sacudir y revolucionar el mundo de la música; sin embargo, para muchos críticos y melómanos, no es para nada el mejor disco de rock de la historia. Muchos se inclinan por el Dark Side of the Moon de Pink Floyd, otros por el London Calling de The Clash, algunos optarán por el cuarto disco sin título de Led Zeppelin, el Joshua Tree de U2, el Freak Out de Zappa, el Highway 61 Revisited de Dylan, el OK Computer de Radiohead, el Velvet Underground & Nico de The Velvet Underground, o incluso, salen con disparates como el Pet Sounds (supuesto inspirador del Sargento) de The Beach Boys, o el Sam’s Town de The Killers.
Tampoco fue el mejor disco de The Beatles. La mayoría optará por el inclasificable Revolver, o por el disparejo White Album. Tampoco fue un álbum seminal como lo fue Rubber Soul, ni mucho menos es la gran obra maestra, el summum de la discografía beatlesca que es Abbey Road. (En lo personal, el mejor disco de todos los tiempos).
¡Vamos! Ni siquiera fue el mejor disco de 1967. Ese año prolífico e irrepetible nos legó joyas como los discos debut del ya mencionado The Velvet Underground (más influyente en cuestiones musicales que el sargento), el homónimo de The Doors, el Are you Experienced? de Jimi Hendrix, The Piper at the gates of dawn de Pink Floyd, además de el Disraeli Gears de Cream, The Who sell out de The Who, el Something Else de The Kinks (grupo favorito de don HGM). A mi parecer, todas estas obras superan al Sargento Pimienta (como se le conoce cariñosamente en México).

Entonces, ¿qué es lo que hace diferente a este álbum de todos los demás discos? La ambición artística, la búsqueda de nuevos horizontes, el paradigma de romper normas establecidas.
Antes de 1967, el mundo era una triste película en blanco y negro, inclusive para los Beatles, un buen grupo que estoy seguro de que si no hubieran grabado el Sargento Pimienta, de todas formas seguirían siendo el mejor y más famoso grupo de rock de todos los tiempos. En 1966 habían grabado el que para muchos es el mejor disco de rock: Revolver. La portada de este disco era muy sencilla, en blanco y negro.
Sargento Pimienta vino a pintar el mundo de colores. No sólo revolucionó la forma de hacer y presentar la música, sino que también fue un golpe que sacudió al mundo entero en todos sus aspectos: artísticos, culturales, sociales, morales, religiosos y sicológicos.
A partir del primero de junio de 1967 el mundo sería diferente. El rock había alcanzado su mayoría de edad, dejaba de ser mero entretenimiento juvenil, música popular sin trascendencia, para convertirse en algo serio, revolucionario, influyente, música con mensaje, un arma poderosa para cambiar las mentes y las formas de hacer las cosas.
Eso es lo que hizo importante, influyente y convulsionador a este disco. Supo aparecer en el momento y en el lugar adecuado.
Desde ese momento los discos podían catalogarse como toda una obra de arte, equiparables a una escultura, una pintura o un buen libro.

Asomándonos a la superficie, podemos ver que la portada del álbum (para muchos, la mejor de la historia) resultó innovadora, imaginativa, creativa (los músicos pasaban de ser simples monos de pasarela dejándose tomar una foto, a involucrarse directamente con el arte de la portada), arriesgada, atrevida, transgresora, provocadora, perturbadora (recuerdo que en mi infancia, un maestro de escuela dominical nos decía que las plantas que salen en la cubierta eran de marihuana, lo cual es totalmente falso), colorida, sicodélica, y sobre todo una bella obra de arte. Realmente algo insólito para aquella época.
Eso sin contar que los trajes coloridos que los Beatles portaban en la cubierta del álbum (dejando atrás la solemnidad de sus tristes trajes), serían la nueva tendencia a seguir en cuestión de moda en todo el mundo.
Este álbum también fue el primero que traía las letras de las canciones del disco. Algo digno de agradecer, en especial por los seguidores del grupo en países de habla no inglesa.

Ahora, lo más importante: la música. Trece canciones (incluyendo un reprise) fueron suficientes para poner al mundo de cabeza. ¡Vaya canciones!
El disco abre con ese rocanrolazo que le da nombre; la influencia de este fue rapidísima: el mismo Hendrix hizo un cover en directo de esta canción a los tres días de haber salido a la venta. Luego With a little help from my friends, una hermosa canción cantada de modo excelente por Ringo, la cual a pesar de su tonada candorosa e inofensiva causó controversia por su alusión a las drogas.
Lucy in the sky with diamonds fue de igual o mayor controversia que la anterior. Esta cumbre de la sicodelia fue acusada de promover los viajes en ácido ¡sólo por tener las iniciales LSD en el título de la canción! Según Lennon, autor de la obra, todo se debía a una coincidencia, y el título era por un dibujo hecho por su hijo Julian.
Getting Better es otro rockcito con una letra en apariencia feliz y esperanzadora enmarcado por un particular riff de guitarra.
Fixing a Hole es una obra cortesía de McCartney (quien reconoce alusiones a las drogas en esta canción) rica en armonías, con aires de música de los años 20 y 30.
She’s Leaving Home, es una de las cumbres de The Beatles. Una obra de arte. La historia de una joven que abandona su hogar. El arreglo de cuerdas, las arpas, la voz de Lennon en primer plano, y los coros realmente conmueven. Si esta canción no te hace llorar, entonces no eres humano.
Being for Benefit of Mr. Kite es una canción de aires circenses. Divertida y con varios cambios de ritmos. Escrita por Lennon e inspirada por un viejo cartel de un circo que compró en una tienda de antigüedades.
Luego sigue otra joya. Within you without you escrita por Harrison. Todo un tour de force, con esos violines, la tabla hindú, el sitar, y esa voz de George que nos transporta a la mismísima India. Un gran corte espiritual.
When I’m Sixty Four de McCartney, es una canción acompasada con aires cabaretescos, la cual habla sobre el amor eterno. Lástima que dos beatles no hayan vivido para contarlo.
Lovely Rita, es una hermosa canción pop, con unos ricos arreglos de piano y de voces. Esta canción alude a la supuesta muerte de McCartney quien habría muerto en un accidente de auto, por andar viendo a una inspectora de parquímetros (meter maids les llamaban).
Good Morning Good Morning. Aunque no deja de ser una gran canción, en lo personal me parece un tanto floja e intrascendente. Aunque eso sí, muy activa, en especial con ese canto de gallo. Útil para levantarse en las mañanas. Inspirada en Cornelio, la mascota de los Korn Flakes de Kellog’s.
La penúltima canción es un reprise del primer tema, aunque con un ritmo más rápido, y una guitarra que la hace más roquera.
Y llegamos al gran final: A Day in the Life. ¿Qué puedo decir? Otra obra maestra beatlesca. Para muchos, la mejor canción de Los Beatles, disputando el puesto a Strawberry Fields Forever, y a I am the walrus. Para mi no lo es, pero me pongo de pie ante la grandeza de esta canción. Única, imaginativa, irrepetible, sin igual, mágica, ensoñadora. ¿Cuántos grupos de grandes ligas matarían por tener una canción tan enaltecedora y gozosa como esta? Muchísimos y pongan al que quieran.

En fin, podríamos decir con absoluta seriedad que la aparición de este disco es el equivalente musical de la llegada del hombre a la luna o, si les gusta el cine, piensen en El Mago de Oz: Dorothy viviendo en un mundo en sepia para después, ser transportada por un remolino a la Tierra de los Munchkins en donde el mundo se transformaba en un vívido y alegre tecnicolor. Si la historia de la humanidad esta dividida en Antes de Jesucristo y Después de Jesucristo, no hay duda de que la historia de la música popular debemos dividirla en Antes del Sargento y Después del Sargento. He dicho. Larga vida al Sargento. Amén.

martes, abril 17, 2007

EL BUENO, EL CHAFA, EL PATITO FEO Y EL SUBLIME

Es casi 100 % probable que todos mis frecuentes lectores ya hayan escuchado los siguientes discos y bandas. Pero, pues quizá haya algún despistado que todavía, o lo más común, como sé que me visitan muchos lectores pasajeros y sobre todo muchos pubertos que todavía no saben que hacer con su vida, y andan buscando nueva música, pues esto está dirigido especialmente a ellos. Quiera Dios que algún despistado pueda abrir sus oídos y empaparse con esta celestial música que en lo particular me eleva hasta el Nirvana.

TV ON THE RADIO: LOS NEGROS TAMBIÉN ROCKEAN

Efectivamente, rockean y lo hacen muy bien. Ahí tenemos por ejemplo al gran Little Richards, al gordito Fats Dominos, y al rey sin corona del rock and roll, Chuck Berry. Está también el mejor guitarrista de todos los tiempos San Jimi Hendrix, el funkero de Prince, y su clon Lenny Kravitz (y el clon de este, Kalimba jajaja). Los metaleros de Living Color. El rasta Bob Marley, los sensacionales hiphoperos de The Roots, las one hit wonders de 4 Non Blondes, y un larguísimo etcétera.

TV on the Radio es una excelente banda neoyorkina conformada por dos blancos y tres negros sensacionales. Una banda loquísima que abreva sabiamente de las fuentes primigenias del rock. Y, aunque es bien cierto que para nada son la salvación del rock, ni tampoco han descubierto el hilo negro, su propuesta ha resultado refrescante para los oídos cansados de escuchar cientos de banditas indies que no se cansan de copiarse a sí mismas.

Liderada por el graduado en cinematografía Tunde Adebimpe (Voz), y por David Andrew Sitek (guitarra, teclado, voz); además de Kyp Malore (guitarra, voz), Jaleel Burton (batería), y Gerard Smith (bajo), esta banda supo amalgamar diversos géneros musicales como el soul, el doo woop, el gospel, los spirituals, la electrónica, el funk, el hip hop, el jazz, el blues, y obviamente el rock. Todo lo anterior da un resultado muy peculiar y algo en cierta forma original.
El grupo cuenta en su haber con cuatro Ep’s (Tv on the radio, OK Calculator, New Health Rock, y Young Liars), y dos larga duración, el excelente Desperete Youth, Blood Thisty Babes (2004), que tiene grandes rolas como la abridora “The Wrong Way”, grasosa, trepidante y con un bajeo sucio (Se recomienda que se escuche a todo volumen, verá como se cimbra su casa) ¡Sensacional!, “Dreams” y esa batería tan precisa acompañando esas atmósferas inquietantes; ese juego de sensacionales voces en “Ambulance”, o “Bomb Yourself” con unos teclados sicodélicos que remiten a The Doors.

El año pasado el grupo lanzó su segundo Lp, Return to Cookie Mountain. Considerado por muchos críticos como el álbum del año. Escuchad con atención el magnífico manejo de voces en “Let the Devil in”, y “Wash the day” (con esa pared de guitarras); está también la poderosa “Province” con David Bowie en la segunda voz (ese Bowie tiene la genialidad de descubrir cada grupo chido); la joyota que es “Dirtywhirl”… En fin, todas sus canciones son geniales. Si no los han escuchado corran a su tiendita de discos más cercana, o bájenlos por internet si no tienen lana.


Return to cookie mountain
. Ojalá todos los grupos puedan encontrar esta deliciosa montaña de galleta y regresar renovados y con un aire fresco que tanto hace falta en la música de hoy en día.

LOS PELIGROS DE LA SOBREVALORACIÓN: THE KILLERS

“Con Sam’s Town, declinan ser: La mejor Banda de los Estados Unidos, para convertirse en: La Mejor Banda de la Historia” NME
Anuncio publicitario aparecido en Rolling Stone México 48 página 19

Al leer ese anuncio no supe si debía llorar o reír. Es realmente algo irresponsable por parte de los medios hacer declaraciones tan a la ligera. Es más, yo como dueño o editor de una revista me negaría tajantemente a publicar esta clase de anuncios de gente oportunista y engaña bobos.
The Killers, una banda a la que le traía muchas ganas de escucharlos. Estuve tentado varias veces a comprar su primer disco, el excelente Hot Fuss, pero pensé acertadamente que este era un grupo en la misma línea de Keane, Travis, Elbow, The Strokes, Block Party, Artick Monkeys, Franz Ferdinand, y un largo etcétera que con el paso del tiempo serán sólo recordados por gente nostálgica aferrada al pasado.

El tiempo pasó, y luego de ver adolescentes oligofrénicos que se creían muy roquerotes pero que escuchaban bazofias como Good Charlotte, Sum 41, Moderatto, Belinda, ¡RBD!, Julieta Venegas, y los más gruesos a Green Day, The Rasmuss, y My Chemical Romance; esos mismos eran los que escuchaban a The Killers. Ahí desistí de escucharlos.
Sin embargo, hace días decidí bajar de internet los dos discos de The Killers. Como es mi costumbre, si me gustan pues los compró. Me gusta tener la música original.

Como escribí líneas atrás, el primer disco Hot Fuss (2004) es excelente. Claro que tampoco es la gran cosa, pero es un disco agradable, disfrutable, muy bien producido, ejecutado, y tiene grandes rolas y dos que tres himnos trascendentes.
Están por ejemplo la abridora “Jenny was a friend of mine”, la divertida “Smile like you mean it”, “Somebody told me”, con esos ritmos ochenteros que te incitan a bailar; pero sobre todo están esos dos himnos ante los cuales me pongo de pie y me quito el sombrero invisible que nunca traigo puesto: la conmovedora y bellísima “All these things that i’ve done” (coros gospelianos incluidos cortesía de los Sweet Inspirations), y “Andy, you’re a star”.


Sin embargo, para el segundo disco, la banda ya había sido sobrevalorada por muchos medios y por el público acrítico. El resultado fue Sam’s Town, que si bien no es para nada un mal disco, tampoco es la gran maravilla que nos intentan hacer creer y vender, inclusive, es la formula repetida del primer disco, aunque sin la originalidad y frescura de aquel. Es en realidad un disco premeditado y listo para asegurar su éxito en la radio y en las listas de popularidad.
Después leo las reseñas de los conciertos que dieron en México. Casi todas negativas. Que el grupo suena mejor en sus discos que en directo. Que no sudan, que no se entregan…
Escucho su disco segundo y pienso: “Qué bueno que nunca compré el disco”. Seguro en un par de años lo tendría ahí arrinconado.
Así es la vida de cruel. No creo que pasen del tercer disco, y si bien les va, quizá muy remotamente algún día que me sobren ganas (y sobre todo dinero) me compré el primer disco.

EL PATITO FEO DEL ROCK BRITÁNICO: MUSE

Comparado injustamente con Radiohead, y opacado por grupos menos creativos como Keane, Elbow, Travis y Coldplay, tuvieron que pasar casi once años y cuatro excelentes discos para que al fin Muse fuera tomado en cuenta y valorado en su justa dimensión.
Muse es un trío originario de Teighmouth, Devon, Inglaterra. Conformado por tres amigos inseparables, Matthew Bellamy (voz, guitarras, y teclados), Chris Wolstenholme (bajo y coros), y Dominic Howard (batería y percusión).

En 1997 lanzaron dos Ep’s, Muse y Muscle Museum. Dos años después lanzan su disco debut Showbizz, en el cual ciertamente hay muchas semejanzas con Radiohead, pero para nada se trata de una vil copia, ya que Muse con ese sonido pesado logra asimilar bien sus influencias y crear un sonido único.
En el 2001 regresan con el bellísimo Origin of Simmetry (su equivalente a The Bends). Aquí demuestran que están años luz de los demás copias clones de Radiohead.


En el 2002 lanzan el que creo que es uno de los mejores discos de esta nueva década: Absolution. Un disco desolador, sombrío, poderoso, apocalíptico, escalofriante, paradójico, esperanzador y desesperanzador al mismo tiempo. Un disco que se ubica en la delgada línea que divide al cielo del infierno.
El soundtrack perfecto para el Apocalipsis. Desde esas escalofriantes botas militares que desfilan en “Intro”, luego la vertiginosa “Apocalyse please”, la redentora “Sing for absolution” con esos acordes en el teclado que parecen los sonidos de las lágrimas de Dios cayendo a la tierra. Una canción en la que no sabes si llorar o reír. Continúa la electrómetalera "Time is running out", luego, la metalera “Stockholme syndrome” contrasta con ese remanso en medio de la tormenta, la acústica “Falling away with you”; después del breve “Interlude”, la desilusión, la tormenta y la oscuridad siguen apoderándose sin piedad de nuestros sentidos con la histérica “Hysteria”, y ese vals inclasificable celestial que es “Black Out”, luego le sigue la demencial “Butterflies and Hurricanes”; "The small print" es una especie de prototrash (escuchad los tambores aporreados sin piedad por Dominic Howard), "Endlessly" es una oscura canción de amor para los tiempos finales, la cual da paso a la pulsante y vibrante de excelente nombre “Thoughts of a dying atheist”. El álbum cierra magníficamente noqueándote con la oscura belleza de “Ruled by secrecy”.


El año pasado Muse saca el álbum que le daría su merecido reconocimiento mundial, Black Holes and Revelations. Una nueva obra maestra.
Un disco en el que exploran todas las posibilidades sonoras, y se adentran con fortuna en terrenos metaleros, electrónicos, sinfónicos, góticos, sicodélicos, pesados, y hasta bailables, pero sin perder para nada esa melodicidad que los distingue, y esos sonidos apocalípticos y ominosos.
Allí está la pesada rola abridora “Take a vow”, la “popera” y radiable “Starlight”, la electrobailable “Supermassiveblackhole” (con esas voces a la Bee Gees), la tranquila y discotequera “Map of the problems”, la desesperanza acústica de “Soldier’s poem”, la radioheadiana “Invincible” (encajaría perfecta en The Bends), la metalera apocalíptica y poderosa “Assassin”, “Exo-politics” es una canción que habla de conspiraciones (en especial del 11-S), “City of delusion” y sus ritmos flamencos, y “Hoodoo” que parece sacada del soundtrack de un espagueti western. El álbum cierra con la poderosa y la equivalente en música de una película de ciencia ficción: “Knights of Cydonia”.
Así es amigos. Muse es la mezcla perfecta, el equilibrio entre la música más pesada y la más melódica. La ecuación perfecta sería una suma, algo así como Radiohead + Motorhead = Muse.
Lo mismo lo pueden escuchar chavos que les gusta el metal melódico como Lacuna Coil, Nigthwish, Opeth, Therion, Lacrimosa, Gathering, y los pesadones como Motorhead, Slayer, Anthrax, Megadeth, y también los que buscan sonidos más amigables como los fans de Radiohead, Coldplay, Mogwai, Elbow, Idlewild, y todos los britpoperos.
Si no los han escuchado, la neta de lo que se pierden.

ARCADE FIRE: EL SECRETO MEJOR GUARDADO DE CANADÁ.

No deja de sorprender la gran cantidad de bandas y artistas que Canadá ha regalado al mundo: Rush, Joni Mitchell, Alanis Morrissette, Leonard Cohen, Neil Young, los sensacionales Cowboys Junkies, Godspeed Your Back Emperor (injustamente desconocidos), pasando por artistas más accesibles y poperos como Bryan Adams, Sum 41 y Avril Lavigne

Sin embargo, en este momento, las orejas de todo el mundo están apuntando como antenas parabólicas a los sonidos provenientes de una banda de Montreal llamada Arcade Fire. Un extraordinario grupo con un sonido indescriptible que fluctúa entre lo celestial, lo luminoso, lo depresivo, lo oscuro, un sonido que exalta y que redime. Arcade Fire ha venido a refrescar con aires frescos la escena actual del rock.

Fue un gran placer haber descubierto este grupo hace poco más de dos años. Y no tengo miedo de afirmar que Arcade Fire está ya al nivel de grupos actuales como Radiohead, Muse, Belle and Sebastián, Mogwai, Super Furry Animals, Manic Street Preachers, Beta Band, y otros contemporáneos igual de excelentes.

Este septeto canadiense es un combo formado por un par de texanos y cinco chavos canadienses. Todos con pintas de nerds, fresas, bien portados, bien vestidos, y sobre todo académicos, amantes de su instrumento y entregados a la música.

Formados en 1993 por el líder da la banda Win Butler (cantante principal y guitarra), la hija de inmigrantes haitianos Régine Chassagne (Cantante, coros, y multiinstrumentista, toca lo mismo acordeón, xilófono, batería, teclados…), Richard Parry, nuevo miembro de El Club de Corazones CuatroOjos del Sargento Buddy Holly (Bass, teclado, celesta, acordeón, guitarra eléctrica), William Butler, el más pequeño de la banda, pero no por ello menos talentoso ( Sintetizador, bajo, guitarra y percusiones), Tim Kingsbury (Bass, guitarra y algunas veces el teclado), la otra belleza del grupo, Sarah Neufeld (Violín, además es miembro de otra excelente banda llamada Bell Orchestre), y Howard Bilerman (Batería. Se dice que ha tocado en más de 250 grabaciones en múltiples grupos canadienses). Este último dejó a la banda y ahora es sustituido por otro excelente bataco llamado Jeremy Gara. En concierto esto se vuelve más majestuoso con la incorporación del trompetista Pietro Amato, y el violinista Owen Ballet.

A fines del 2004 lanzan su disco debut, títulado Funeral, el cual tuvo una gran aceptación entre el público, y muchos críticos cayeron rendidos ante la majestuosidad de esta obra. (Ved reseñas en este mismo blog: Funeral Una gran portada


Parecía imposible superar este disco. De hecho, no creo que lo hayan logrado. Neon Bible (2007), su segundo trabajo, no es mejor ni peor, tampoco es un Funeral segunda parte. Simplemente es diferente. Otra gran obra maestra: Exaltante, exultante, majestuosa, melancólica, evocadora, y un poco digamos más luminosa. Eso se debió en parte a que el grupo utilizó tres iglesias para grabar el disco, dando un sonido muy especial y grandioso que convirtió varias rolas en himnos dignos de ser cantado por un coro celestial.

El disco abre con “Black Mirror”, con un sonido electropunk, como si el U2 de principios de los 80 hubiera sido más ambicioso. No sé, pero me suena como si la de “I will follow” la hubieran convertido en un punk sinfónico.
Le sigue la popera y pegajosa “Keep the car running”.
“Neon Bible” es un remanso que sin problemas hubiera encajado en el primer disco.
“Intervention” es una de las dos grandes joyas de esta obra. Un órgano de tubos de una iglesia, y una simple guitarra acústica elevan tu alma al cielo. Un sonido entre pop sesentero y mariachi acompañan a Win Butler que desgarra su voz y deja toda su alma y sentimiento en esa gran rola, como si la vida se le fuera en ello.
Luego sigue una rola dividida en dos. La primera “Black Wave” cantada por la bellísima Régine Chassagne, a pesar de ser muy tranquila, tiene ciertas atmósferas friqueantes y ominosas, que presagian algo aún más oscuro; y así es, la segunda parte llamada acertadamente “Bad Vibrations” (todo lo contrario a la luminosidad de la inconmensurable Good Vibrations de los Beach Boys), oscura y con unos acordes siniestros de guitarra.
“Ocean of noise” es una bellísima balada. Enmarcada por el excelente bajeo de Richard Parry (?), o de Tim Kingsbury(?). La rola termina con unos metales con un sonido muy de mariachis. “The Well & the Lighthouse”, entra directo a tus oídos con su sonido popero y muy bailable.
Le sigue el sensacional “Antichrist Television Blues” (¡Qué título de canción!), que a pesar de su nombre, más que un blues es un country, excelentemente cantado por Win Butler, como si fuera una plegaria.
Continúa “Windowsill”, la cual es mi rola favorita. Con una letra magnífica y muy ingeniosa.
Después, la otra joya de la corona: “No cars go” en donde se hace presente el acordeón de Régine (del cual insisto, Julieta Venegas debería de escucharla y aprender). El ritmo marcial de la batería fabulosamente ejecutada con presición por Jeremy Gara es realmente placentero. La conjunción de voces de Butler y Chassagne es otra delicia disfrutable. La canción termina con unos ritmos muy ochenteros a la Electric Light Orchestra.
El disco termina con “My Body is a cage”, con un sonido sombrío, desolador, oscuro, funerario, con un ritmo palpitante y contenido que conforme avanza se va enriqueciendo la instrumentación. Un órgano ominoso, unas guitarras desbocadas, unos tamborazos que parecen metrallas, todo en un crescendo que desemboca en un caos sonoro para después volver a la calma inicial.

No sé ustedes, pero yo aún pienso que estos chicos texano canadienses aún nos regalarán sorpresas en el futuro. Son estudiosos, son ambiciosos, son ingeniosos, son inteligentes, son muy buenos, y muy talentosos. No dudo para nada que su obra maestra venga en camino, y Dios quiera traerlos este año a México. No me lo pierdo por nada.

BONUSTRACK

"Windowsill"

Don't wanna hear the noises on TV
Don't want the salesmen coming after me
Don't wanna live in my father's house no more
Don't want it faster, I don't want it free
Don't wanna show you what they done to me
Don't wanna live in my father's house no more
Don't wanna choose black or blue
Don't wanna see what they done to you
Don't wanna live in my father's house no more

Cause the tide is high
And it's rising still
And I don't wanna see it at my windowsill

Don't wanna give 'em my name and address
Don't wanna see what happens next
Don't wanna live in my father's house no more
Don't wanna live with my father's debt
You can't forgive what you can't forget
Don't wanna live in my father's house no more
Don't wanna fight in a holy war
Don't want the salesmen knocking at my door
I don't wanna live in America no more

Cause the tide is high
And it's rising still
And I don't wanna see it at my windowsill

MTV, what have you done to me?
Save my soul, set me free!
Set me free! What have you done to me?
I can't breathe! I can't see!
World War III, when are you coming for me?
Been kicking up sparks, we set the flames free
The windows are locked now so what'll it be?
A house on fire or a rising sea?

Why is the night so still?
Why did I take the pill?
Because I don't wanna see it at my windowsill

Don't wanna see it at my windowsill
Don't wanna see it at my windowsill
Don't wanna see it at my windowsill

NEXT COMING

Los origenes africanos del hip hop (esa música tan rica menospreciada por muchos roqueros de cepa, prima hermana bastarda del rock).

Y grupos de culto que casi nadie conoce pero que son muy buenos, más buenos que los que están en le mainstream (The Residents, The Fugs, Captain Beefheart y The The).

La segunda parte de YHS. Esto aún no termina.

Y cuentos, muchos cuentos y todo lo que se acumule en el camino. Saludos desde el norte.