Hay un chiste de una señora que compra una pintura en spray, llega a su casa y no funciona. Enojada se dirige a la ferretera a donde lo compro. Le muestra al dependiente el defecto, oprime el atomizador y sale la pintura pintando al dependiente en la cara. La señora sólo alcanza a decir sorprendida: "¡Cielos, hace rato no funcionaba!" Así me sucedio a mí. Las personas que leyeron el post anterior dedicado a Lennon se acordarán que cuando fui a comprar el disco, también me traje uno triple de los grandes exitos de Queen.
Pues verán, como ahorita estamos en el mes lennoniano deje relegados los otros discos y me pase casi toda la semana escuchando a Lennon.
Por fin, como a mitad de semana se me ocurrio poner a Queen. Puse el disco uno, que arranca con la celestial Bohemian Rhapsody, luego Another One Bites the Dust, Killer Queen.... We Will Rock You y finaliza con el majestuoso himno de We Are the Champions. Y aquí empieza mi desgracia.
Resulta que todo el disco como un trenecito que arrancaba en el pueblito de la Rapsodia Bohemia (con 16 escalas antes de llegar al pueblo de Los campeones), iba lentamente al principio, con su paso hasta agarrar una velocidad impresionante, pero llegando al pueblo de los campeones, el tren se paro ya casi llegando a la estación.
Sí, el disco empezó a repetir las frases de "We are the chammmmpiooonnssss, mymymymy friiiiieeeeenddddd...." y así toda la rola en una tortura reptante, desesperante.
Asustado, puse los otros dos discos para ver si tenían algún defecto y para mi fortuna, todas las canciones sonaron perfectas. Volví a poner el primer disco y la historia se repitió. Y lo peor es que era sólo esa rola.
Me puse de malas ya que no tolero los defectos en mis discos, los cuido como si fueran mis propios hijos.
El disco más viejo que tengo data como de 1992 y es uno de grandes exitos de Sir Elton John y hasta la fecha suena perfecto y así toda mi pequeña colección no tiene ningún defecto, y este disco nuevo al que revise por atrás y no tenía ni un rayón sonaba de la patada.
Ayer fuí al centro comercial HEB con mis discos para que me lo cambiarán, con mi carota de muy conocedor de música tratando de apantallar a la morrilla de servicio al cliente. Después de un rato llega un señor que es el encargado o socio (así les llaman allí) de quiénsabequemadres. Le explico el problema. Nos dirigimos a la tienda dónde tienen unos estereos. Me pide el disco, se lo doy y le digo cual es el track que esta mal.
Empieza a sonar "We are the champions" en toda la tienda. Yo esperando que se oiga el defecto. La canción llega a donde siempre empezaba el defecto y nada, y el señor oyendo, esperando a oir algo y nada y yo poniendo cara de "esperese tantito, ahí viene el defecto". Total que el defecto nunca llegó. El ruco pone cara de "¿Qué pasó? ¿Cuál defecto?".
Para demostrarme que estoy equivocado, pone de nuevo la canción, la historia se repite. Vergüenza total. Para acabarla, un amigo que trabajaba conmigo en una fábrica y que ahora trabaja en HEB se acerca, me saluda y empieza alabarme delante de todos, que tengo una colección bien grande de discos, que cada semana me compraba uno, que tenía como mil, que puros originales y de rock...
Bueno, no me cambiaron obviamente nada, llegué a mi casa y puse el disco de nuevo con la esperanza de que ya se oyera la canción. Me fui directamente a la de We are the Champions, ¿Y que creen? ¡Maldito disco! otra vez me sucedió lo mismo.
Después de rumiar mi coraje caí en la cuenta de que el disco está defectuoso, ese es un hecho irrebatible aquí y en China. Si estuviera bueno, esa canción se escucharía en cualquier reproductor. Segundo hecho: En el HEB el disco fue reproducido por un poderoso estereo SONY y esta marca tiene la particularidad de reproducir discos defectuosos y rayados. Tercer hecho, yo cuento con un poderoso Home Teather con un sonido de primera que los vecinos antiroqueros y pronorteños detestan y odian (como aquella vez que me callaron cuando puse en el máximo volumen a Nine Inch Nails), pero a pesar de esas cualidades, es sólo un LG, que tiene la desventaja de no leer los discos defectuosos.
Y así estuvo está triste historia llena de vergüenza. Bueno, es todo y ¿Alguién me puede sugerir que debo de hacer para remediar este problema? Adios.
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4 comentarios:
Hola!!!
Aun no leo nada, te hallé en el blog de Elenka. ¿cómo que está mejor que el mio? Ja, tienes razón escribe muy bien. Bueno, a ver si dejas algo en el mio ¿Viste las fotos de la parafernalia beatle que hay en mi recamara?
Prometo escribir mejor, a mi tampoco me gusta ya.
Saludos.
Ya leí!!!
Pues bueno, ya te diste solito la respuesta: ¡comprate un sony!
O, puedes comprar un disco que limpia los reproductores de CD, es un disco muy cagado con unas almohadillas y un liquido, el cual sólo se usa si tu reproductor, al abrirse deja ver el lente (ese que no se toca con los dedos) ¿Ya probaste en tus discman? Y un plus: con algodon o un pañoq ue no dejé residuos, limpia el disco (del lado que se toca) con alcohol.
Hola Karina, que bueno que hallas leído mi blog, menos chido que el tuyo en cuanto a diseño, pero bueno, seguire tu consejo en cuanto al disco. Pronto te visitaré, te lo prometo.
Estimado Punk Alienado...
Tu histórica aventura en HEB me suena muy parecida a la vivida en otra cadena comercial de mi pequeño país. Acudí convencido de comprar un televisor SONY, cuando aún circulaban los irrepetibles Trinitron, pioneros del color, la imagen y la explosión de realidad en TV. Al llegar, un sabio dependiente me atendió con ganas de ayudarme y aconsejarme para adquirir el mejor equipo y disfrutar de la "imagen pura". Tan sabio lo vi, que dejándome aconsejar me llevé, contento y feliz como un niño, un flamante televisor MITSUBISHI de 21 pulgadas (fue antaño, cuando las pulgadas eran como los caballos de los coches: pocos y muy caros)convencido de llevarme a casa lo mejor del mercado, de la tienda y del vecindario.
Al llegar a casa, lo coloqué junto a mi viejito monitor de 14 pulgadas con 12 años de antigüedad (uno de los primeros Trinitron), que aunque funcionando perfectamente, ya se haci pequeño a mi vista. Le dije en voz baja: compañero de noches interminables, llegó tu hora de descanso, admira la gran imagen que nos ofrecerá este nuevo TV con immensa pantalla; entonces le dí al "ON" y la pantalla del MITSUBISHI se encendió para deslumbrar al SONY y su propietario........
Al día siguiente llamé al centro comercial, devolví el MITSUBISHI, pagué mucho más dinero y me llevé la SONY que me duró 8 años más. Un simple y pobre monitor de 14 pulgadas con 12 años de vejez le dió como 25 vueltas al nuevo aparato!!!!! Qué imagen!!! Qué contraste!!! Que color!!!!.
Desde entonces sólo quiero SONY, y hoy leyendo tu post he descubierto que estoy a punto de cometer la misma locura que antaño: adquirir un LG más económico que un SONY porque el dependiente me dice que brilla más. Mañana ni me lo llevaré, directamente en la tienda diré que me pongan la SONY y así me evito un par de viajes. Y es que el tiempo y la experiencia nos hace mejores....
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