NO A TODOS LES DEBE DE GUSTAR LO QUE A TI TE GUSTA

¿Alguna vez, en toda su perra y canina vida, les ha sucedido el siguiente caso?
Ahí les va un ejemplo: Estás en un supermercado con un cuate. Hay unas películas que están de remate, entre ellas está por ejemplo la de "Dead Man" de Jim Jarmush. Tu ya la viste porque eres un pseudointelectual y te emocionas al verla allí. Le comentas a tu amigo que esa pelí está buenísima. Él siguiendo tu consejo la compra.

Al poco rato en casa de tu amigo, te mienta la madre en silencio, a cada rato bosteza pues la película le parece de lo más aburrida, sin acción y no entiende nada de los dialogos ni las referencias a William Blake (pues tu amigo es un taradazo que en toda su perra y canina vida sólo ha leído el Libro Vaquero, el Sensacional de maistros, Kalimán y el Memín Pinguin).

Bueno, a mí me sucedió algo similar con un compañero del trabajo llamado Hipolito pero que todos lo llamamos Polo. Resulta que el Polín es medio roquerón. Sorprendentemente yo lo inicie en la religión mosquiana. Estabamos en el centro de la city dando un rol, nos metímos a una revistería a buscar la nueva de la Mosca. Todavía no llegaba la nueva. Polo me pidió que le recomendara una revista. Le recomendé obviamente La Mosca en la Pared por su rocanrolez y desfachatez. Y a partir de ese número (con las Ultrazonzas-perdón Ultrasónicas en portada) la ha seguido comprando fielmente mes con mes, aunque no entienda ni papa, ni conozca la mayoría de los grupos que ahí salen.

Pues resulta que Polo nunca había escuchado a La Barranca. Siempre me pedía discos prestados de ellos, y yo, dando largas al asunto, "que sí", "que mañana te lo traigo"... Y él, intrigado, porque todas las revistas hablan bien de ellos y las críticas a sus discos no los bajan de excelentes.

Hasta que hace unas dos semanas, me compadecí de él. Le presté el primer disco: "El Fuego de la Noche". Le dije que le iba a gustar, que son mejores que Jaguares, que se volvería fan al primer acorde y otras mamadas.

El pasado lunes me lo encontré. Ansioso por saber su reacción, su experiencia auditiva, y seguro de tener un nuevo miembro en las filas barranqueñas. Así que le pregunté que sí ya había escuchado el disco. Que sí. ¿Qué te pareció? La respuesta fue fulminante como una bala disparada a bocajarro: "No, no me gusto", "Canta bien feo es güey" y para rematar, el tiro de gracia con esta perla de antología: "Canta mejor la Jolette".
Me quede estático y callado. ¿Pueden creer esto?
Así estuve pensando y meditando esas respuestas y por qué no le había gustado esa música.

Llegué a la conclusión de que hay tres tipos de escuchas:
Primero: Los elevados. Si tu escuchas por ejemplo a Bach, Beethoven, Chopin, Mozart, Stravinsky, King Crimson, John Zorn, Miles Davis, David Sylvian, Pink Floyd, Frank Zappa, Brian Eno... y otros grandes e inclasificables, es lógico que La Barranquita sería un grupo prescindible, un pequeño buen grupito, al que no vale la pena darle una escuchada. Estos seres están en otra dimensión, en ligas elevadas, cosmicas e intergalácticas. Pero Polo no se encuentra en estas ligas.

Segundo: Los eclécticos. Estas personas son muy receptivas y escogen lo mejor de toda clase de música. Lo mismo escuchan pop, norteña, jazz, country, blues, hip hop, electrónica, clásica, trip hop, gótico, death, ska, reggae, world music, emo... siempre y cuando tengan calidad. Lo mismo escuchan a Los Beatles, Astor Piazzola, José Alfredo Jimenez, Los de Abajo, La Barranca, Radiohead, U2, Lacrimosa, Intocable, The Roots, Ramón Ayala, Tex Tex, Botellita de Jerez...
Este tampoco es el caso de Polo, y sí el mío.

Tercero: Los garnacheros musicales. A estas personas les gusta la música de cualquier género, pero sólo lo más comercial , populachero y radiable. Ejemplos: Mara, Charly Montana, Interpuesto, El Tri, Banda Bostik, Jaguares, Maná, Inspector, Genitallica, Sekta Core, Panteón Rococó, Angeles del Infierno, Rata Blanca, Moenia, Moderatto, Cártel de Santa...
Y este, es el caso del buen Polillo. Fan confeso de ratas blancas y angeles del infierno. Una persona sin sensibilidad artística, sólo guiado por el oropel, las luces, los riffs, el ritmo machacante, las letras pegajosas...

Así ¿Cuándo cuernos le va a gustar La Barranca?
Si no quieren quedar en rídiculo, entonces piensen bien antes de recomendar y prestar su libro, disco y película favorita. Ese consejo les doy, porque chuyiyo el marino soy Puh puh. Fin.