domingo, noviembre 25, 2007

UN SABADO EN LA VIDA

Hola a todos. No sé como empezar este post que nada tiene de “profesional” y sí mucho de confesional, catártico y sobre todo regresa la idea original de escribir por escribir sin importar lo que salga.

Por el momento escucho a Muse con la apocalíptica Stockholm Síndrome. A ver cuantas rolas me aviento antes de terminar este post.

Bueno, el día de hoy sólo quiero escribir de las cosas intrascendentes que me han sucedido este fin de semana, en específico el sábado.

Antes quiero decirles que si no escribo es por falta de ánimo, sobra de flojera, una leve depresión (ya está haciendo un friazo en Reynosa, y eso me pone en un estado muy down) (Sonando Dear Mr. Fantasy de Traffic).
Así que debo muchos posts, y en vez de escribirlos y publicarlos prefiero escribir esto. De hecho, muchos posts ya los tengo escritos en papel, sólo falta transcribirlos, pero me da mucha hueva: tengo dos de la serie Guitar Heros; uno de Metallica y otro de Bon Jovi, el cual incluirá un póster ilustración bien chidísimo hecho por el Oso Polar.
Hay otro post en mente sobre una rola de La Barranca y que tal vez incluya una participación de el buen Prometeo.

Acerca del concurso de la película sobre Yadira, sólo les digo que desde hace mucho hay ganador (a). De antemano les adelanto quienes no ganaron y por qué. El Oso Polar (again), su historia está muy revuelta e intrincada y sería un fracaso comercial, y por mas que busco transformarla para poder publicarla no puedo y creo que la voy a postear (ahora suena mi rola – himno “Loser” de Beck) como me la mandó. Al igual, el trabajo de Karina, está medio largo, y con unas alucinaciones como poner a ¡Brutus! el de Popeye en la historia, y bueno, ella mandó su texto después de la fecha límite y eso la descalificó automáticamente.

Sobre los ganadores, pues sus trabajos no están muy chidos que digamos, pero al menos tienen un hilo conductor. Uno de ellos es de Guadalajara (escribo bien lento, ahora está mi rola favorita de The Cure, Lullaby) y el otro de la capital. El que ganó lo hizo por un factor decisivo, aunque su historia está bien piñata (así le decimos en el norte a lo chafa), escogió a uno de mis héroes escritúrales como protagonista de la historia (aunque mi héroe es un marrano por lo gordo).
Pero antes de publicar a los ganadores, había dicho que publicaría tres textos míos sobre esta historia. Ya los tengo pero falta publicarlos.

Me han publicado dos veces en La Mosca en la Pared ( Ahora suena “Personal Jesus” de Campeche Mode, perdón, Depeche Show, perdón de nuevo Depeche Mode), con un texto sobre los 40 años del Sargento Pimienta de The Beatles, y una larga listota de discos que aparecieron en el año de 1967 (que por cierto, la competencia de la Rolling Stone sacó su especial de ese mismo año y que está destinado a convertirse en clásico, aunque su lista de discos está chida y complementa a la mía, cometieron la herejía de no incluir a Frank Zappa). Tengo en mi mente algunas ideas pero no las he escrito aunque en mi mente ya tengo todo lo que debo de poner, y por flojera no he hecho nada: quiero escribir sobre el nuevo disco de Robert Plant y Allison Krauss, el excelso Raising Sand, y también una crónica sobre el concierto de The Rolling Stones, el Rock and Roll Circus de 1968, y quizá algo sobre Buddy Holly del cual nunca han publicado en la historia de la revista.


Hablando de revistas. Acabo de mandar mi Cuento Aterciopeludo a un mini concurso de cierta revista a competir por el dvd de Exterminio 2 y un reloj Swatch. Espero ganar.
Y, en un concurso de la Rolling Stone (sonando Intergalactic de The Beastie Boys), había que mandar una foto en la cual debía aparecer caracterizado como Zombi. Tenía la idea de meterme clandestinamente en un panteón o en un terreno baldío y grafitear una pared y escribir esta pinta que sale en la movie: REPENT, THE END IS EXTREMELY FUCKING NIGH (Sonando la lira de Slash de GNR en la sublime Sweet Child O’ Mine) con letras rojas, mientras hacía que me comía a un amigo. Para eso tenía contemplado comprar catsup, y un largo chorizo, pero le saqué, y tuve miedo de que me cacharan en la movida y los tres pelados que no matamos ni una mosca fuéramos encerrados en la cárcel para ser pervertidos y violados por entes dementes y peligrosos.

Hay un video que quiero grabar, es para acompañar un cuento que voy a publicar aquí. Había quedado en ir a la casa de Santos (el Spiderman), el día de ayer, pero me dormí un rato, desperté y seguía haciendo frío. Prendí la tele y me puse a ver una película muy buena. Luego les platico de ella. Se hizo tarde y ya no fui. Esto, ya llevo días posponiéndolo (Ayyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! American Pie de Don McLean).

En la mañana fui a la escuela. Fue un día de muchos exámenes. Yo estudié. Nunca me ha gustado copiarme, pero parece que el 90% de mis compañeros les gusta copiarse y que otros se devanen el seso por ellos. Odio que un idiota que no estudió en toda la semana se saque lo mismo que yo, sólo por copiarme. Y si no les pasas las respuestas, pues te tachan de mala onda, de gandalla. Como odio esto.

En fin, ahora viene lo bueno y lo malo. Aquí entra Yadira.
Yadira trabaja por mi casa. A escasas dos cuadras y media. A excepción de la vez que la invité a mi casa a comer (que fue la última vez que la vi) nunca me la había encontrado. Después de la ruptura de nuestra amistad desarrollé una fobia hacía Su Bodega (así se llama el almacén donde trabaja). Decidí nunca pisar esa tienda ni pasar enfrente de ella a pesar de sus precios bajos, y me iba al HEB a comprar aunque tuviera que caminar unos 20 minutos. Total, que hace poco rompí mi promesa, por flojera más que nada, pero me da no sé que cosa pisar y estar respirando el mismo aire que ella (No Dios, no me hagas esto, ahora suena So Far Away de Carole King, quiero llorar).

Los sábados ella sale temprano, como a las dos o tres. A la derecha de mi casa hay dos calles (Sabinas y Panuco), luego la Occidental que es una calle principal, se supone que ella tomaría su pesera allí. Después siguen dos calles, y la tercera es otra principal, Herón Ramírez (Los Chemical Brothers con Let Forever be) pero que todos le llaman la Charco, luego sigue la Aguascalientes que es donde se encuentra la escuela donde estudio. Yo salgo a las dos de la tarde.
El otro sábado regresaba de la escuela. Iba a cruzar la Charco. Mire al frente y vi una chava que iba a cruzar la calle en sentido contrario. Fueron millonésimas de segundo. ¡Era Yadira! Creo que me vió. Un terror inundó todo mi ser. Me hice menso y decidí no cruzar sino seguir por la acera de la Charco y cruzar la otra esquina. (Suena Otherside de The Red Hot Chili Peppers). Me sentí mal, como un miedoso y cobarde.
Pues este sábado regresaba de nuevo de la escuela, cuando en el mismo lugar veo a Yadira. No puede ser. El temor me invadió de nuevo y decidí no mirarla y seguir derecho.
No sé que piense ella de mí. Sé que ella me vio. Ha de pensar que soy un cobarde, o quizá ella no piense que es coincidencia y crea que la estoy acosando, lo cual no es cierto. De hecho, el próximo sábado mejor tomaré otra ruta.
Si no le hablo no es por mí (Suena Evil Ways del paisa Santana), sino por ella. Ella no quiso nada conmigo. Si por mi fuera, andaría de perro tras de ella. La veo ahora y está mejor que nunca, está más bella que nada y nadie.
Yo me siento más allá del bien y del mal. Sin embargo, siento que si le hablo, si le pido perdón (The Guess Who con American Woman), ella me va a mandar al carajo. Nunca me dio una oportunidad de despedirme bien y exponerle mis razones, no creo que lo haga ahora que nuestra relación está quebrada y congelada.
El haberla encontrado revive viejas heridas que apenas estaban cicatrizando. Y es que como dice la rola de Mecano: “Y aunque fui yo quien decidió que ya no más, y no me canse de jurarte que no habrá segunda parte, me cuesta tanto olvidarte. Olvidarte me cuesta tanto, olvidar quince mil encantos es mucha sensatez…”

Me alejé pensando en ella, y pensé en las absurdidades de la vida. Yo que la amo tanto y que siempre la quise tener.
Franco, el despreciable Franco. Él la tuvo. No creo que la amara realmente. No sé que pasó, pero tienen tiempo de ya no andar juntos. Ella creo que anda con otro chavo que no conozco.
Si la amara como imagino él le ha de haber dicho muchas veces, lucharía por tenerla a su lado. De seguro ya ni se acuerda de ella. Sólo la disfrutó, la usó como un objeto desechable y la tiró.
Yo nunca le hubiera hecho eso, sin embargo así es de absurda la vida. (Ahora Elton John canta Good bye yellow brick road, y como hice una pausa Stevie Wonder y su clásica Superstition suena ahora).

Llegué a mi casa. Ya les dije que me eché una pequeña siesta. Prendí la tele, y me puse a ver una película que no pensaba verla.
Antes hago una pausa. Ya varios saben que en la vida real soy un cascarrabias y varios me tachan de amargator (Ginger dixit). Casi nada me hace reír. Oigo los chistes estupidos de mis compañeros y me dan una hueva tremenda. Todo el turno los tengo que soportar riéndose por cualquier pendejada y eso me amarga.
Mi género favorito de películas es el gore, ciencia ficción, de terror, de psicópatas y asesinos seriales, drama. (Suena Thriller de Michael Jackson). Los menos favoritos son los de acción y comedia. En especial, este último género, no cualquier película me hace reír, y la mayoría me da un sueño y una flojera terribles.

La película que vi ayer me hizo carcajear muchísimo. Estaba como loco en mi casa. No paraba de reír.
Si pueden, cómprenla, piratéenla, réntenla, róbenla, no sé, pero consigan esta joyita que se llama Duplex, una película dirigida por Danny de Vito.
La historia es protagonizada por Ben Stiller, y Drew Barrymore (que por cierto estuvo nominada ese año a la Frambuesa Dorada por dizque peor actuación, cuando a mi me pareció sublime, la cual fue ganada por la estupida Jennifer López) (suena el órgano de iglesia en Faith de George Michael). Cuenta la historia de una pareja que se muda a Nueva York. Su presupuesto sólo les alcanza para comprar una casa duplex en Brooklin, el cual tienen que compartir con una anciana, que renta la parte de arriba desde hace muchos años en compañía de un cotorro (perdón, guacamayo).
(Otra vez los Carnales Químicos con Block Rockin’ Beats).
Resulta que Alex (quien la anciana siempre llama Alan), es escritor y está en proceso de escribir su segundo libro. Sin embargo, la anciana les causa infinidad de problemas que les quita la inspiración y los tiene al borde de la locura.
A partir de allí se desatan una serie de divertidas situaciones (Rebel Rebel de David Bowie dedicada con cariño a Karina Meodioarás), en los cuales la pareja llega a contemplar la posibilidad de matar a la dulce abuelita.
Una escena hilarante sucede cuando Ben Stiller se mete a la casa de la ruca cuando ella no está, con tal de poner un dispositivo para poder controlar la tele de la señora desde su cuarto. Sin embargo, la señora llega y no le da tiempo de escapar. Se refugia en el baño. Entra la abuela, abre la llave de la tina, y empieza a sonar la clásica ochentera True de Spandau Ballet mientras la anciana se empieza a desvestir. ¡De risa loca!

Total, que nunca pueden deshacerse de la ruca. Todo les sale mal. Para colmo, cuando al fin Stiller termina su libro el cual guarda en una laptop, la anciana sin querer la avienta al fuego. Alex la saca humeando, se cae de las escaleras y la tira a la calle donde un carro de bomberos le pasa encima. (En lo que escribí sonó Good Vibrations de The Beach Boys, y ahorita suena Roadhouse Blues de The Doors).

El final es totalmente sublime, alucinante, e inesperado. Tiene un final que te hace carcajear de lo lindo y así la película terminaría con un gran sabor de boca, pero después sigue como una especie de epílogo que te hará reír todavía más. No se los cuento, mejor véanla y júzguenla y díganme si tengo buen o mal sentido del humor.

Esa fue la causa por la que no fui a grabar el video y no me arrepiento.

Acerca del megaproyecto. No sé que pasa, pero esto está empantanado desde hace meses y es una vergüenza para mí. Los involucrados no sé que piensen, cada quien jala por su rumbo. Yo fui el de la idea, pero nunca he sido un buen líder, y no puedo jalar a la gente (suena Wath a can i do? de Anthony and the Johnsons y Rufus Wainwright) a que haga lo que tal vez no quiera hacer, a eso súmenle mi flojera (Ahhhhh!!!!! Mi rola favorita de Bowie, Young Americans).
Los demás implicados: Mike, pues tiene mucho talento, pero también es muy flojo. Herzeleid se perdió, fue a probar suerte a la capital y parece que no le fue muy bien. No sé nada de ella, sólo lo que escribe en su blog que lo tiene muy abandonado, pero ella es súper talentosa, sorprende hallar alguien así, de su edad y en Reynosa.
Jerritz, el de los gustos exquisitos. Pues sufrió un accidente que le modificó la vida (no se espanten, no le pasó nada grave, pero si está más controlado, y ya no vive como antes), además creo que piensa irse a Monterrey a estudiar la Universidad. Nena, no sé nada de ella. Ya está casada y eso implica obligaciones y ya no es lo mismo.
Creo que esto ya no se va a hacer. Ya va a terminar el año (con ustedes, la mejor canción de todos los tiempos: la Rapsodia Bohemia de Queen), y sólo llegamos a la mitad del proyecto. Me siento triste por ello, era y es uno de mis grandes sueños. Espero poder retomarlo, pero debo buscar opciones y aventarme quizá solo al vacío.

En un tema último, quiero comentarles que uno de los ganadores del trabajo de director de cine me mandó una historia donde el final termina con una nueva chava entrando a la fábrica de sueños (Mike dixit), y así como miré a Yadira por vez primera, que nuestras miradas se toparon por una fracción de segundo. Así sucede al final, cada quien sigue sus vidas. Una chava nueva y nuestras miradas en close up topándose y fin, la historia se vuelve a repetir pero con otro nombre.
Lo increíble está sucediendo, pero ahora es algo distinto, difícil, imposible, prohibido.
Es una chava con casi las mismas características físicas de Yadira (suena California Dreamin’ de The Mamas and the Papas), y también es sencilla, seria, casi una copia de ella, pero con la desventaja de que ya es casada. Acaba de tener un hijo, y ahora está en la noche (Mr. Tambourine Man de The Byrds). ¿Por qué no la conocí antes? ¿Por qué me tienen que gustar imposibles, o enamorarme de ellas? ¿Por que por quééééééééééééé´?
No lo sé y no sé ni que vaya a suceder. Su nombre en exclusiva. SANDRA (y para variar se apellida Hernández, como Yadira).
(Las Calabazas Aplastadas y 1979)


Bueno, creo que ya me excedí (The Smashing Pumpkins y Zero). Espero se hallan divertido. La liguilla ya no es la misma sin el Pachuca. Ni modo, tenemos que conformarnos con ser quizás campeones del mundo. (La casa del sol naciente con Los Animales)

PD. Si alguien sabe de html. Tengo un problema. Como ven, quite la Caja de Pandora, resulta que ya no funcionaba en México por unas leyes absurdas de los Estados Unidos en contra de las estaciones de radio por Internet; por desgracia Pandora sólo se escucha en el país vecino y no hay para cuando pueda escucharse en nuestro país, así que decidí quitarlo y poner esta nueva cosa que se llama fine tune, en el cual uno puede programar las rolas que se le pegue la gana, aunque sólo a tres canciones por artista (suena Miracles de Jefferson Airship).
Al poner este nuevo juguete, no sé que diablos hice en la plantilla, y como ven, los posts quedan muy abajo. No sé a que se deba, pero si alguien sabe como arreglarlo, para que queden arriba como debe de ser, se lo agradecería mucho, o si alguien se ofrece a arreglarlo, soy capaz de confiar en él y darle las llaves de mi blog para que lo arregle.
Nomás no me lo vaya a dejar peor. Así que si hay un voluntario, deje comment para ponerme en contacto con él y darle mi contraseña.

Bueno, me despido de ustedes, gracias por leerme, por escucharme y prometo postear lo más pronto posible. Adiós, los quiero mucho. (Nos despedimos con Honky Town Woman de las Piedras Rodantes)

Why does my hearth feel so bad?


UN REGALO PARA MIS LECTORAS PARA QUE SE ESPANTEN

Con un clima de 3 ° Centigrados y comiéndose un helado de fresa. Ni cuando hace calor. Pinche crazy.

lunes, noviembre 12, 2007

SUEÑO NÚMERO OCHO: MIRA PASAR A LA CARAVANA DEL REY

Lo primero que recuerdo es que estábamos trepados arriba de un autobús que se dirigía a la ciudad prometida del rock: Nuevo Progreso, Tamaulipas.

Una bola de roqueros conocidos y desconocidos nos dirigíamos a un concierto de La Barranca, que ofrecería su único recital del año en esta pintoresca ciudad fronteriza.

Iba toda la plana mayor del país. Un Fran por allá, totalmente callado. Jerritz perdido quien sabe donde. Al igual Herzeleid, ni sus luces, pero ahí andaban. Un vato que quien sabe quién era, pero que no desaprovechaba oportunidad para darle unos arrumacos a Lilith. No conozco a Camila, pero andaba una chava que no se le despegaba a Lilith y que ella llamaba Camila (“Camila no me dejes”).
Y Lilith, que ella era como la coprotagonista de esta historia ya que andaba muy hiperactiva. Al parecer venía con su novio (que no sé si tenga), pero nunca lo puede conocer.
Los grandes ausentes fueron Prometeo, y el Oso Polar.

Llegamos pues al pueblo, y rápidamente nos dirigimos como en procesión hacía el lugar de la tocada.
Lo surrealista del asunto es que no sería en ningún estadio, auditorio, salón, disco, ni siquiera en un hoyo funky.
El concierto sería en un templo bautista. Como lo leen. Así, que como yo conocía al pastor (de línea dura y muy fundamentalista), a los jóvenes (medios descarriadotes), y sobre todo a las morras que están muy rechulas como estas fronteras del norte, decidí buscarlos e investigar este misterio incongruente para mí.
Resulta que los jóvenes de la Iglesia Bautista Getesemaní, tuvieron la “genial” idea de rentar el templo al mejor postor con tal de allegarse fondos para irse de campamento a Cancún. Paradójico pero así era, la casa del Señor usada y rentada para un concierto de música mundana.

Total, ya estaba allí. No sé porque razón, pero parecía un día de fiesta. Cientos de jóvenes de toda la república se dejaron caer a esta ciudad pequeña. Los lugareños sólo miraban atónitos la pacífica invasión.

A partir de allí, me le pegué a Lilith. Ella me dijo que saliera a la calle principal y que les tomara fotos a los del grupo que ya venían hacía el templo.
Salí con mi camarita Sony y mire un gran alboroto en la calle. Mucha gente en las aceras; algunos vitoreando, otros solamente de curiosos.
Era algo totalmente alucinante lo que vi. Gente de sombrero y botas norteñas, señoras con sus bolsas de mandado, niños despistados que ni idea sabían que pasaba pero ahí andaban de metiches.
Seguí caminando, y allí venían. Totalmente loco, mis héroes, La Barranca eran guíados como si fuera una comitiva. Los cuatro (Ya se que son tres, pero aquí eran cuatro integrantes) venían montados cada uno sobre un caballo como los cuatro jinetes del Apocalipsis, pero más que nada se parecían a los Reyes Magos (si ya sé que son tres, y aquí eran cuatro), o a los Tres Mosqueteros (si ya sé eran cuatro, pero ¿y D´Artagnan acaso no cuenta?)

Preparé mi cámara, y empecé a tomar fotos, pero estaba ya muy oscuro y no había iluminación ni de la luna, ni artificial y todo lo que tomaba se veía negro. Neta, hubieran estado chidas y vaciadas esas fotos, los barrancos trepados arriba de unos caballos.
Y después algo absurdo, mejor puse mi cámara en opción de video, y ¡lo increíble!, se empezó a grabar a pesar de lo oscuro.
Allí estaba muy cool, dizque sintiéndome reportero desde el lugar de los hechos, cuando sucedió algo divertido. Había quedado atrapado en medio de la calle, justo donde iban a pasar los de La Barranca. No podía quitarme de allí, y directamente hacía mí se acercaba el caballo guiado por Federico Fong, que casi me aplasta, y que también estuvo a punto de tirarlo. Fue muy divertida esa escena que por más que me quería zafar no podía y así estuve hasta casi la entrada del recinto.

Pasada la confusión, al fin pudimos entrar. La gente se comportó de una manera extrañamente civilizada. Nada de amontonamientos, ni empujones, ni nada de eso.
El espacio era amplio, y había muchas mesas y sillas como si se tratara de una boda de quince años.
En el escenario había una mesa larga, unas sillas y unos micrófonos. Habían organizado una conferencia de prensa, que más que nada era una especia de charla entre los seguidores, ya que por una extraña razón casi no había periodistas ni reporteros.

Me imagino que Lilith (quien por cierto, no se parecía en nada a la del blog, pero era ella), era una especie de editora de alguna revista de rock porque me ordenó a entrevistar al grupo y tomarle fotos.

Me dirigí a la mesa. Allí estaban ya los cuatro. Aguilera muy platicador y amable. Alfonso André con su clásica cara de enojado, no decía ni pío. Federico Fong, quien ni tardo ni perezoso se enganchó a una hermosa gruppie a la que tenía sentada en sus piernas, y no podía hablar porque tenía ocupada su boca en otras labores más deleitantes y deliciosas. El cuarto miembro, no sé quien era. Le vi su cara, pero no puedo recordarla. Sólo recuerdo que no era alguien conocido en el medio, y que era muy amable y junto con Aguilera eran los que más hablaban.

Después de tomarles unas fotos, decidí hacerles unas preguntas incómodas. La primera que se me vino a la mente fue “¿Cuál fue la verdadera causa por la que los Arreola dejaron el grupo?”.
Apenas iba a abrir mi boca, cuando una linda chavita se acercó a mí, y me preguntó por una laptop que yo traía en mis manos. Ni sé ni como llegó esa computadora a mí, pero era mía. Parecía una Mac, muy grande y con un color plateado por abajo, y anaranjado en la parte de la pantalla.
No sé si existan, pero la chava estaba muy deslumbrada porque según era de última generación, y en vez de abrirse con las manos, sólo oprimía un botón y como si fuera un coche convertible, la computadora se abría lentamente.

Total, que me puse a platicar con la morrilla y deje a un lado a La Barranca.

Galán (of all the names), el perro de mi vecino ladró entonces, me desperté, y ya no supe en que quedó este genial y surrealista concierto.

THE END

lunes, noviembre 05, 2007

DEL CREPUSCULO AL AMANECER

Quien dice que Reynosa es una ciudad fea, no está lejos de la razón. Basura por todos lados, gente inculta, calles llenas de baches y sin pavimentar, recolectores de basura en carretas quienes maltratan a sus animales, drogadictos, dealers, narcos, policías corruptos, mucho polvo…
Sin embargo, la belleza aun existe. Muchas veces escondida en pequeñas cosas que nos invitan a aguzar nuestros sentidos para poder descubrirlas.

Algo que embellece a nuestra ciudad por estos tiempos que ya se están tornando fríos, es algo que pertenece a todos y a nadie, y que dota a la ciudad de una belleza inigualable.

Digo que nos pertenece, podemos verlo, pero no podemos tocarlo, y es algo que no está en la tierra, pero también pertenece a todo el mundo.

Las nubes, el sol, la luna, las estrellas son algo de inmensa belleza. Todos vivimos bajo el mismo cielo protector.

Estas últimas semanas me he quedado tiempo extra, y estas fotos de la luna las tomé como a las seis de la mañana. No soy un buen fotógrafo, pero aquí les regalo unas fotos del crepúsculo al amanecer reynosense.

¡Saludos!

DEL CREPUSCULO






AL AMANECER








domingo, octubre 28, 2007

¿EL ACORDEONISTA DE HAMELIN?

“Celso Piña es un conductor de tribus. Si estuviese en tiempos medievales sería el ‘acordeonista de Hamelin”

No sé cuando la dijo. Es una frase antigua, pero apenas la conocí viendo un programa de televisión (Multimedios), donde un conductor estupido entrevistaba y homenajeaba a un Celso Piña, quien sólo abría la boca para soltar una sarta de incoherencias, creyéndose un iluminado, un gurú de la música.

La frase es del apantallapendejos (y pendejo también, no le tengo ningún respeto) de Carlos Monsiváis.
No sé que tiene este vejete que todo mundo lo reverencia, lo mama, lo respeta, y toma tan a pecho y en serio las netas que suelta. Todo lo que dice es ley. El tiene la única razón, y todos los demás estamos equivocados.

Es un líder de opinión (cualquier cosa que eso signifique). Sus opiniones son tan fundamentales que tenemos que esperar a que él meta su cuchara en cualquier asunto para saber si estamos bien o mal. Siempre se le consulta, y él muy presto, sintiéndose un nuevo súper héroe patriota corre a opinar, sabiendo que lo que diga moverá e influirá a las masas que no saben pensar por sí mismas.

Al parecer don Carlos Monsiváis escribió esta frase en una revista, y con ello le dio la bendición a don Celso Piña: Un buen acordeonista, autoproclamado como el “rebelde del acordeón”. ¿Rebelde del acordeón? No me hagan reír.
Su forma de tocar este instrumento es de lo más rudimentario. Si acaso un poquito más arriba que Julietita Venegas. De kinder. Neta, en Reynosa hay músicos callejeros que tocan mejor que este vato. ¡Hasta el Félix de Volumen 2 tiene más gracia!

Para ser un rebelde tendría que transgredir las normas, la forma de tocar su instrumento, revolucionar. Sólo porque un grupo de roqueros decidió sacarlo del anonimato en el que sobrevivía en una pequeña fama local, ya se cree o lo han hecho creer que es un revolucionario, un creador de un nuevo género llamado “cumbia progresiva”.

No dudo para nada que es una buena idea, pero se necesita mucho talento e ingenio para hacer estas fusiones. De hecho, su disco no está nada mal. Me gusta la mezcla del acordeón sobre el rapeo de “Comprendez Mendes” de Control Machete. Está más chida que la original, y es una canción muy acorde con los tiempos globalizados en los que vivimos.
Pero, a que haya hecho algo nuevo es otra cosa. No sé. A mi me gusta el rock, pero escucho de todo. En las peseras en las que me transporto ponen cada porquería, pero a veces ponen cumbias colombianas, y en ocasiones me toca escuchar cada maravilla, largos intermedios con solos de percusiones, una guitarra eléctrica con maravillosos e intrincados pasajes instrumentales, y un bajo galopante que lleva el ritmo de un modo hipnotizante. Totalmente progresivo.

No. Celso Piña no es un inventor de géneros. No tiene la gracia de trascender como un Carlos Santana que sin quererlo creó un género que influyó y transformó el rostro de la música.
Tampoco es un rebelde. No es para nada el mejor acordeonista de estos lares. Escuchen al verdadero rey del acordeón, Ramón Ayala y sabrán lo que les digo. Oigan como hace chillar su acordeón en “Un rinconcito en el cielo”. Del otro lado, hay acordeonistas muy influidos por el rock, por el texmex, por el blues. Michael Salgado, Eddie González (escuchen esa rolota que es “El disgusto”), y el buen Flaco Jiménez (escuchad su versión a la clásica “Margarita” acompañando a los Súper Seven, o su colaboración con Café Tacuba en “Las persianas” – solo noten la diferencia en un concierto, la canción es totalmente gris sin el acordeón de este maestro).
De Canadá está la bellísima Régine Chassagne de Arcade Fire que también toca mejor que este señor, que quiere ser igual que los verdaderos maestros del Vallenato de Colombia.

Y tampoco es un conductor de tribus como afirma Monsiváis. Acaso guía a las huestes de ignorantes que no saben de música. Muchos de ellos verdaderos chuntaros, nacos de verdad y no de pose, gente arrabalera que por su condición y contexto es válido que estén empapados de la música de Celso Piña.

Pero, Carlos Monsiváis se va por otro lado. Le gusta reivindicar todo lo naco, lo grotesco. Gusta de escribir de un modo apantallante, grandilocuente, efectista, rebuscado, y pretencioso.
Lo peor es que es un completo ignorante es cuestiones musicales. Un oportunista de primera que cambia de bandera cada que le conviene.
¿Qué acaso nadie se acuerda que este viejito, era el mismo que hace décadas estaba en contra del rock? En contra de los jóvenes, de nuestra música, de Avandaro. El mismo que llamó a esos chavos la primera generación de gringos nacidos en México.
Como nunca pudo con el enemigo, pues mejor se le unió, lo institucionalizó.

Hoy es una vaca sagrada al igual que Pedro Infante, la Virgen de Guadalupe, la UNAM, Carlos Cuevas, Tin Tan, La Maldita Vecindad, Jodorowsky, el Ché Guevara
Nadie se atreve a cuestionarlos, a criticarlos, y lo que dicen es la mera neta.

En fin, Celso Piña es un “conductor de tribus” sólo en el mundito feliz de Carlos Monsiváis, porque en el mío, yo no me trago la finta y no me dejo seducir por seudo acordeonistas de Hamelin.






"¿Acordeonista de Hamelin? ¡Orale, yo no me llevo así con ustedes!"






Gato: "¡Miau! ¿Qué culpa tengo yo de vivir con un señor tan odioso que dice que le gusta Celso Piña? Si supiera que mi primo Tom (el de Tom y Jerry) es el verdadero flautista de Hamelin"

domingo, octubre 21, 2007

¿QUIÉN DIABLOS ES JESÚS? *

EL DIVAN PRODUCTIONS PRESENTA:

Una película de Steven Spielberg

¿QUIÉN DIABLOS ES JESÚS?

Protagonizada por el narigón Jason Biggs (como Jesús Hamlet), Ben Stiller (como Franco), y Cameron Díaz (como Yadira).
Basado en el best seller de Miguel Perez, ¿Quién diablos es Jesús?



Efectos especiales a cargo de los mismos que maquillaron a Gollum en el Señor de los Anillos.



Sinopsis narrada por el propio Franco:

Todo había llegado al límite. Ese microbio con lentes había colmado, agotado mi paciencia.
Mugre freak, se creía superior a todos nosotros, sin embargo, era una cucaracha, nadie lo pelaba, muchos se burlaban de él en su propia jeta; otros lo hacíamos a sus espaldas.
Pero, a pesar de ello, había en su cara una mirada que sólo yo podía ver: parecía que él se burlaba de nosotros. A sus pocos amigos, sutilmente les restregaba en sus narices lo ignorantes que eran. Parecía disfrutar y disimular su burla hacía nosotros, incluido yo.

¿Quién diablos era ese tal Jesús? Nadie lo conocía realmente. Estaba loco, de eso no tengo la menor duda. Todos especulábamos sobre su edad, su familia, su escolaridad, sus antecedentes, sus nombres, su lugar de origen, su sexo (muchos decían que era joto porque no le conocían novia, pero estaba enamoradísimo de mi chava Yadira), y él, por supuesto no ayudaba para nada en aclarar sus orígenes.
Decía que era chilango, veracruzano, de San Felipe del Cabo, de San Francisco, de Mc Allen, de Pachuca…
Su edad sólo el la sabía. Nunca pasaba de los 27 años. Sin embargo, a pesar de que todos sabíamos que tenía más de 30, en las fotos de hace cinco años parecía como si apenas se las hubieran tomado hoy.
Estoy convencido de que era un mitómano, sin embargo, él estaba tan convencido de sus propias mentiras que él mismo se las creía, y nosotros también.

Nunca nadie lo conoció de verdad. Todos conocíamos sólo pedazos de su vida, pero al juntarlos faltaban piezas en este rompecabezas, y lo peor es que algunas piezas sobraban, otras no encajaban o se sobreponían.

Lo cierto es que era muy diferente a todos nosotros. Siempre caminaba a la mitad del camino, el trazaba su propia vía totalmente ambigua: roquero y cristiano, fresa y naco, refinado y guarro, maníaco y depresivo, triste y feliz, callado y ruidoso, triste y feliz, amistoso e insoportable, pacifista y discriminador, derechista e izquierdista, noble y gandalla…

Áquel viernes se puso como loco. Todo por Yadira mi novia. Ella lo había rechazado ya tres veces, pero el seguía de terco aferrado.
Cuenta mi amigo Luebbert que hasta lo vio llorando en la pesera por ella. Yo no lo podía creer. Sentí entre alegría y compasión por ese miserable.
A partir de que Yadira le dio el batazo, cuentan que se volvió más amargado, insoportable, inaguantable, totalmente irritable.
Por cualquier cosa se enojaba, y los de su línea lo traían a carrilla. Estaba enemistado con medio mundo.
Yo sentía lástima por él, pero ¿qué culpa tengo de ser más guapo, más carita, ser más verbo, más choro, tener más actitud que este pobre diablo perdedor?

Bueno, el chiste es que este tipo seguía de perro arrastrado con mi novia. Ella, dulce como es, aceptaba conmovida sus regalos extravagantes y sus muestras de amor.
El colmo llegó cuando ella definitivamente le puso un alto. El se puso como loco y le mandó unos mensajes al celular, e implícitamente le decía que yo era un idiota y que estaba cometiendo un error al despreciarlo.

Claro que le reclamé. Él tomó un tubo de aluminio y ¡zaz! que me lo deja caer en la cabeza. Yadira estaba ahí, y mostró una cara de desaprobación, su diosito huichol había caído de su gracia.
Yo me aventé sobre él, pero me dio otro tubazo, esta vez en la cara y me tiró los lentes. Sin ellos no puedo ver nada, por algo me dicen “la venada”.
Jesús se abalanzó sobre mí y me dio un golpe en la cara. No sé de donde sacó tanta fuerza esta pulga, pero casi me noquea.
Cerca de ahí había una barra de metal que el tomó, y con ella me dio un golpe en la espalda.
Tal vez me hubiera matado, pero varios compañeros me rescataron de la furia de ese loco.
Llegó el supervisor, y los guardias le pedían que se calmara. Estaba hecho una furia. Empezó a golpear todo lo que estaba a su alrededor. Con la barra golpeó a cinco compañeros y destruyó varias máquinas.
Un guardia sacó su pistola y amenazó con dispararle.
Jesús se quedo quieto, estático y con la barra levantada. El guardia le pidió que la colocara en el piso. Los ojos de Jesús brillaron literalmente mientras veíamos como corría hacía el guardia con la intención de pegarle. ¡Pum Pum! ¡Bang Bang!
Jesús caía al suelo batido por las balas. Estaba muerto de cuatro plomazos. Todos corrieron a verlo, cuando de pronto se oyó un estruendo. El techo de la fábrica se abría y una luz poderosa iluminaba a Jesús. Pudimos ver el cielo, y lo que sobre nosotros estaba era una nave espacial en forma de platillo que volaba sobre su propio eje, tenía muchos colores y emitía unos soniditos como de teclado ochentero.
Una puerta se abrió de la nave, y pudimos ver que de ella descendía una especie de rampa. Por más que me asomé, la luz no me dejó ver el interior de la nave.

Después, todos fuimos testigos que al momento de recibir la luz, como en la película de Matrix, las heridas de Jesús cicatrizaban, mientras milagrosamente se paraba vivo.

Lo siguiente parecía ser parte de una película de ciencia ficción, pero fue real y todos lo vimos. Jesús empezó a levitar sobre nosotros. Se plantó frente a Yadira, le dio un beso en la mejilla y empezó a subir. Una luz blanca y resplandeciente lo rodeaba.

Al subir, pronunció unas palabras con una voz robotizada que no puedo olvidar: “A casa, me voy a casa”, mientras desaparecía en el interior de la nave. La puerta se cerró detrás de él.
El objeto volador entonces se alejó velozmente, llevándolo lejos a otras galaxias. Nunca lo volvimos a ver.
Mientras estabamos atónitos mirando al cielo, un temblor nos sacó de nuestro asombro.
La fábrica se caía a pedazos y todos corrimos por nuestras vidas.

En verdad ¿Quién diablos era Jesús? No lo sé, nadie lo sube. Sólo sabemos que definitivamente no era de este planeta; o como decía esa playera que le gustaba ponerse mucho, de un grupo de rock llamado Radio no se qué: “No pertenezco aquí”.

* Nuevamente retornamos con el concurso que teníamos pendiente. No crean que me he olvidad0, sólo que he estado muy ocupado, pero el ganador ya está y sólo es cuestión de tiempo para que lo conozcamos, hasta que salgan publicados los cuentos que todavía faltan. Saludos.

domingo, octubre 14, 2007

GUITAR HERO: THE KISS






“Bésame, bésame, bésame
Tu lengua es como veneno”
The Kiss – The Cure.

Antes que nada quiero advertirles que no soy ni nunca he sido fan de hueso colorado de The Cure. Conozco su biografía, sus discos fundamentales, pero nunca me he clavado en la música de Robert Smith, y los acompañantes que ha tenido a lo largo de su carrera.

Tengo por ahí el oscurísimo Faith, el Pornography, el Kissme kissme kissme, el Disintegration, el Wild Mood Swings, y mi amigo el Spiderman (nada que ver con el súper héroe) me regaló el excelente concierto en dvd Trilogy, en vivo desde Berlín, donde La Cura se avienta completito Pornography, Disintegration y Bloodflowers.
Mi disco favorito es Disintegration. Las canciones curescas que más me gustan son “Killing an arab” (con esa guitarra de aires arabescos), las bellísimas “Just like heaven”,Pictures of you”, “Lovesong”, y sobre todas ellas, la que disfruto horrores cada que su letra y música penetran mis oídos es “Lullaby”. Hasta ahí llega mi admiración por The Cure.
Sin embargo, hay una rola que desde la primera vez que la escuché, atrapó todos mis sentidos y se quedó para siempre en mi subconsciente: “The Kiss”.






Antes, quiero hablar un poquito de Robert Smith, aquel chico británico que en su Navidad número trece, lejos de recibir un trenecito, unos soldaditos, un balón de fútbol, un rifle de juguete, su padre decidió darle una guitarra. Más después, con otros chicos de su escuela (entre los que se encontraba el que sería tecladista oficial de The Cure por muchos años, el gran “Lol” Tolhurst”) formaría su primera banda llamada The Obelisk, el cual les servía de pretexto para faltar alas clases de religión.

Bien, este carismático frontman y líder de una de las bandas más influyentes del rock, propulsora de un género como el dark pop, siempre se le ha considerado un excelente letrista, un gran cantante apasionado, que deja su alma y su voz en cada canción y en cada concierto; por algo siempre figura en la lista de grandes cantantes al lado de Robert Plant, Janis Joplin, Freddy Mercury, Jarvis Cocker, Thom Yorke, Roy Orbison
También es adorado sobre todo por su presencia escénica. La imagen que proyecta ha sido copiado hasta la nausea por miles de seguidores y de bandas (recordad en los ochenta a Soda Stereo y a Caifanes): Su cabellera despeinada, el maquillaje tétrico, el lápiz labial descorrido, la omnipresente ropa negra, la pose de poeta maldito e incomprendido (aunque Robert dista de ser un ente sombrío, al contrario es un ser luminoso y completamente feliz). Todo ello le ha dado un aura mágica y misteriosa.
Pero, todo eso ha opacado y eclipsado muchas veces la música que el hace, y sobre todo su labor como instrumentista.

Robert Smith no es sólo líder, cantante, frontman, escritor de canciones; no, Robert Smith es ante todo un músico; uno más en el engranaje perfecto que es The Cure.
Es un gran guitarrista con características muy particulares. No es un virtuoso, ni tampoco se destaca por crear solos vertiginosos, rápidos, complejos y muy técnicos.
Su poder radica en las atmósferas sombrías, en los acordes oscuros y de ultratumba que le arranca notas melancólicas y que muchas veces hace llorar a su guitarra.

The Kiss, el track número uno de su disco Kissme Kissme Kissme es un oscuro ejemplo de ello (no podemos decir claro).
Lo dije anteriormente. No soy un fan ni un conocedor profundo de The Cure. Quizá algunos seguidores reclamen de que está canción no contenga el mejor solo de guitarra del grupo.
Tal vez sea así, y les pido disculpas por mi ignorancia; pero, no pueden negar que en esta canción de seis minutos diecisiete minutos de duración es todo un delirio sónico in crescendo. La guitarra de Smith guía de principio a fin toda la canción y nos hace recorrer toda una amplia gama de emociones.
Sin demerito alguno de los otros miembros, la verdad su aportación instrumental sólo sirve de esqueleto y complemento rítmico, donde la verdadera estrella es la guitarra friqueante de Robert.
Parecieran que son los estertores de un alma que niega irse al más allá, mientras Robert Smith hace hasta lo imposible para matar a su guitarra.
Lo mejor es que aunque Robert canta, nunca deja de tocar su guitarra y la melodía de convierte en un larguísimo solo.
Entonces lo podemos escuchar gritar con anhelante deseo “I wish you were dead”, doble vez para que no quede ninguna duda de lo que quiso decir, y los sonidos de la guitarra parecen darle la razón.

The Kiss. Nunca antes se habían conjuntado perfectamente imagen, instrumento, música, letra, un ser fantasmal cuyo resultado es un cuadro aterrador y fascinante.

Damas y caballeros, con ustedes La Cura y esto que es The Kiss.

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domingo, octubre 07, 2007

GUITAR HERO: TEXAS FLOOD *





“Gracias por dejarme existir en esta dimensión, a cambio prometo transformar e iluminar la conciencia de las personas”
Stevie Ray Vaughan

Precisamente el 26 de agosto de 1990, este guitarrista texano partió a la eternidad a bordo de un helicóptero.
Sólo tenía 35 años y ya era todo un virtuoso, una leyenda viva. Amante del blues, y heredero directo de Jimi Hendrix. Un guitarrista con una técnica tan limpia y depurada, influencia de muchos guitarristas que hoy lo tienen en un altar.
Nacido en el sur de Texas, en la rancherosa y cálida Dallas, Texas un tres de octubre de 1954.
Desde pequeño demostró su gran amor por el rock, el blues, la guitarra y por Hendrix. Su pasión era tal que lo llevó a abandonar sus estudios para dedicarse por completo a la música.

Su primer grupo fue The Cobras, con los cuales tocaba en los bares y clubes de Austin, Texas.
Más tarde formaría Triple Threat, que cambiaría su nombre por el de Trouble Double (igual que la rola del bluesero Otis Rush).
Acompañado por los solventes Jackie Newhouse en el bajo, y Chris Layton en la batería (más adelante se les uniría el tecladista Reese Wynans), Stevie y Double trouble se volverían muy populares en todo Texas.

Su peculiar forma de tocar la guitarra fue admirada por David Bowie (quien tiene el don de descubrir cada maravilla) en el Festival de Montreux en 1982. Maravillado, lo invitó a participar en su álbum Let’s Dance.
En el año de 1983 graban su obra prima, el excelso Texas Flood. Este disco fue un éxito total que instaló al grupo en el Olimpo del rock. Después vendrían Couldn’t Stand the Water (1984) y Soul to Soul (1985), y el impactante documento en directo Live Alive de 1986.

Ya para esa época, Vaughan ya era todo un dios de la guitarra. Sin embargo, debido a las presiones de la fama cayó en las redes de la droga, y tuvo que ser internado en una clínica de rehabilitación.
Regresó en 1988 de nuevo a las giras. Al año siguiente grabó In Step que lo instaló de nuevo en las nubes. Todavía grabó junto a su hermano (el también virtuoso) Jimmie, el álbum Family Style en 1990.
Ese fatal año, la banda emprendería una extensa gira por todo Estados Unidos.
Lo último que hizo en la tierra, fue una apoteósica jam session en East Troy, Wisconsin, junto con Buddy Guy, Robert Cray y Eric Clapton.
Terminado el concierto, abordó un helicóptero que lo llevaría a Chicago. Cuenta la leyenda que Eric Clapton estuvo a punto de subir al aparato pero no lo hizo.
Al despegar, la nave se enredó en unos cables y cayó a tierra, muriendo instantáneamente todos los pasajeros.
Así moría un héroe de la guitarra, y nacía una leyenda del blues blanco.

Como homenaje tardío, he aquí una de sus canciones más representativas, con un gran solo de guitarra. Esto es Texas Flood del álbum homónimo.

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* A partir del día de hoy, este blog se vuelve más roquero y musical. Iniciamos una serie nueva acerca de los grandes guitarristas de rock, sus canciones más representativas y sus grandes solos.
Estarán todos los que son, desde el año del caldo como por ejemplo Scooty Moore, Chuck Berry, hasta lo más nuevo como Jack White, o Johnny Greenwood. Lo mismo, solos sutiles como los de The Edge, hasta cosas pesadas de trash, death o black metal. Guitarristas como Aguilera, Marcovich, Julio Zea también estarán presentes.
Bueno, espero que les guste, y si no, quizá algún jovencito neofito al escuchar estas rolas sea nuestro próximo gran guitarrista. Saludos.

martes, septiembre 25, 2007

EXAMEN DE BONHAM


A Yareni Torres


Bueno alumnos, al final me reservo la calificación más alta del examen. La verdad, en los siete años que lleva funcionando la escuela nunca me había tocado ver un alumno que llevara diez perfecto en las tres áreas, historia de la música y del rock, musicología y práctica de un instrumento.
Así, que pido que le demos un fuerte aplauso a su compañerita, la pequeña Yareni que a pesar de todas sus dificultades y obstáculos, gracias a su esfuerzo y su amor por la música nos esta demostrando que en la vida se puede lograr lo que uno se propone. Eso, es, sólo amen lo que les gusta hacer y en vez de un trabajo, en vez de una carga será un placer, algo que disfrutan hacer y que todavía les pagan por hacerlo.
Pásale Yareni, aquí está tu examen, un diez perfecto en Bonham 1, y tu pase directo a segundo grado.







A la memoria de John "Bonzo" Bonham (1948 - 1980)

miércoles, septiembre 05, 2007

PERO SIGUE SIENDO EL REY


Si todavía viviera, el día de hoy estaría celebrando su cumpleaños número 61.
Todo sucedió en el lejano año de 1946, en la aún más lejana y remota isla de Zanzíbar, en el continente africano.
Hijo de padres persas quienes trabajaban para el Imperio Británico, Farrokh Bulsara, mejor conocido como Freddie Mercury arribaba al mundo acompañado de una voz privilegiada, un enorme carisma, un talento desbordante, y una personalidad arrolladora, apasionada, hipnotizante muy pocas veces visto.

Es un gran misterio oculto el porque ciertos grupos, artistas, personajes, etc., en especial, nos atrapan ya sea por sus obras, pinturas, música, letras, poesía…y nos hacen suyos. Nos convierten en sus esclavos, sus súbditos, sus adoradores.
Normalmente hay vacas sagradas a las que la mayoría adoramos. No dudo que casi todos los que me leen profesen adoración por The Beatles, pero después de ellos, cada quien sigue su propio camino y tienen un artista o grupo en particular del cual son fanáticos incondicionales; así, algunos son seguidores de La Barranca, de Real de Catorce, del Tri, de Jaguares, de La Casta, de The Velvet Underground, de Pink Floyd, de The Cure, de The Ramones, de The Kinks, de Soda Stereo, del Columpio Asesino… y que los consideren como la mejor banda del planeta. Eso es algo misterioso.

Por mi parte, si no existieran The Beatles, Queen sería mi mejor grupo de todos los tiempos.
De hecho, para mí, el mejor cantante, la mejor canción y el mejor disco de la historia son respectivamente: Freddie Mercury, Bohemian Rhapsody, y A Night at the Opera.

Como regalo de cumpleaños, lejos de repetir lo que todo mundo ya sabe sobre Queen y Freddie, me limitaré a contar la historia de cómo conocí y como me enamoré de este peculiar grupo.

1.- Tihuatlán, Veracruz. Mi madre nos llevaba de vacaciones al rancho de mis abuelitos. Antes, pasábamos a casa de mis tíos Camila y Delfino. Mis primos, Venancio, Santiago, Beatriz y Eliza, todos mayores que nosotros eran coleccionistas de una revista llamada Notitas Musicales (también del Selecciones). Cuando no andábamos paseando en la bicicleta lechera de mi tío, o bañándonos en el arroyo, o dizque pescando, nos poníamos a leer las revistas. En ella había una sección que se llamaba ad libitum. Por medio de ella conocí el nombre (pero no la música) de varios grupos: Van Halen, Judas Priest, Scorpions, Led Zeppelin, Depeche Mode, The Cure, INXS, U2, y por supuesto Queen. Por esa revista me enteré de la existencia de un tal Freddie Mercury, y de su trágica muerte por SIDA.

2.- Pachuca, Hidalgo. Pude haberme convertido en adicto a Queen desde mucho antes. Cierta vez llegué a una gran tienda de discos con el dinero de mi sueldo. Había mucho de donde escoger. Ví un cassette doble, muy elegante con su portada azul. Era de Queen, el Greatests Hits I y II. Pensé comprarlo, pero como “nunca” los había escuchado desistí. En su lugar me llevé el Faith de George Michael que ya había escuchado con mi amiga Yazmín. Por cierto, esta cinta la presté y nunca me la devolvieron.
Yo no sabía que Michael era amigo personal y admirador de Mercury. Alguna vez se contempló que el fuera su sustituto en Queen. Ya antes, él había covereado la sublime “Somebody to Love”.

3.- Oficinas de Pemex, Poza Rica, Veracruz. En esos tiempos tuve un trabajo de repartidor de lonches en los edificios de Pemex. Allí conocí gente muy chida: ingenieros pránganas, arquitectos que perdían el tiempo haciendo caricaturas mías y de uno que le decíamos el Shaggi (era igualito) (hoy esas caricaturas chuscas y chidas valdrían millones), doctores albureros (luego les cuento la historia de un doc que me choreó bien chido y ni cuenta me di), secretarias buenotas (aunque muy grandes para mí), gatos, achichincles, hijas de los ingenieros ponedoras, gente de la alta sociedad…y un vato que era compañero del trabajo y cuyo nombre olvidé para siempre. Lo llamaré el hippie, pues así se vestía. Era todo un roquer. Siempre cargaba su walkman con sus cassettes de Queen de quien era fan incondicional. Me gustaba juntarme con él porque siempre me daba cátedras de rock y de Queen. Una vez me presto un cassette de ellos y la primera rola que escuché fue la de “It’s a kind of magic”. Me encantó.
Sin embargo, el hippie se fue para nunca regresar, y ya no pude escuchar las demás cintas. Me faltaban muchos clásicos.

4.- Los Rhinos. Poza Rica, Veracruz. Otro de mis trabajos fue el de vendedor. Casa por casa íbamos ofreciendo chucherías como lámparas, ceniceros, encendedores, herramientas, cojines masajeadores… En la oficina había una grabadora, la cual era un gran alivio al regresar porque la música nos destresaba de lo que habíamos padecido en la calle.
Normalmente se ponía de todo. Pop, ochenteras, de Selena, baladas, cumbias, rock setentero… Este cassette último me gustaba mucho, pero había una canción extraña. La canción más extraña que jamás había escuchado. Duraba cerca de seis minutos y no me dejó indiferente. Al principio me parecía fea, después extraña, luego chistosa, después se apoderó de mí a tal grado de que hacía ridiculeces como dizque ponerme a cantar en medio de todos en un inglés inventado, hacer air guitar en el solo y tirarme en el suelo como si fuera un gran cantante. Sin embargo, todos eran ignorantes y nadie supo decirme el nombre de la canción ni del grupo.

5.- Xalapa, Veracruz. Nos mandaron a un viaje de ventas. Nos hospedamos en las oficinas que la compañía tenía en Xalapa. Había una grabadora que nadie usaba. Llegamos nosotros y empezamos a poner unos viejos cassettes abandonados. Ninguno me llamaba la atención, excepto uno grabado que decía QUEEN. Ni tardo no perezoso que lo pongo. Fue una maravilla, un éxtasis.
Resultaba que Queen ya lo conocía, al igual que muchos advenedizos lo han escuchado, les ha gustado, pero no saben que es Queen.
La rola del punto cinco era la inconmensurable Bohemian Rhpasody, una canción que la podrás detestar pero no te deja indiferente. Una obra maestra.
Under Pressure, todos la conocemos por el famoso bajeo que Vanilla Ice sampleó en su horrenda Ice Ice Baby.
We will rock you es clásica en los juegos de basketball por el clásico golpeteo de palmas.
We are the Champions es otro himno que se entona en los estadios cuando un equipo gana un campeonato.
Radio Ga Ga, ya la había escuchado, y es otro clásico.
I Want to break free y I Want It all son himnos subversivos y liberadores que muchos jóvenes negros en África tomaron como estandarte.
¿Quién no ha escuchado el clásico bajeo de Another one bites the dust?
Total, que ya los conocía. Y allí sucedió mi segundo y último gran robo de mi vida (el primero fueron unos billetitos del banco de luchadores). Esperé una semana y vi que nadie pelaba esos cassettes y que estaban todos regados y revueltos, nadie se daría cuenta de que faltaba el de Queen.

6.- Ya después compré un cassette pirata y quedé atrapado por la magia de Queen. Me volví un seguidor incondicional de este grupo. Ya más después pues a comprar todo original.

7.- Lo que me gusta de Queen es algo inexplicable. A diferencia de otros grupos supo venderse, llegar a las masas, pero sin demeritar su calidad.
Queen es de los pocos que nos han dado tres discos de grandes éxitos: más de treinta canciones, y muchos protestamos porque faltan muchísimas para completar un cuarto disco de éxitos, por ejemplo: Keep yourself alive, In the lap of the gods, I’m in love with my car, Prophet’s song, Love of my life, Tie your mother down, Sheert hearth attack, all dead all dead, Spread your wings, It’s late, Scandal, I can’t live with you, Delilah, Stone cold crazy….

También, más que un conjunto de individualidades, Queen era un grupo participativo en el cual todos componían y ninguno era más que el otro.
Freddie tocaba el piano, cantaba como nadie y se entregaba por completo al público. Compuso muchas canciones pero sus obras maestras fueron We are the Champions y Bohemian Rhapsody, considerada como la mejor canción de todos los tiempos.
Roger Taylor es un gran baterista con mucho poder. Él compuso las exitosas Radio Ga Ga (número uno en más de 35 países), e It’s a kind of magic.
John Deacon, se le considera el patito feo del grupo, pero ¿Cuántos no han querido hacer los clásicos bajeos de Another One bites the dust, o de Under Pressure? Además el compuso I Want to break free, y el mayor éxito del grupo, la mencionada Another one bites the dust.
Brian May por su parte, con su característica forma de tocar la guitarra fue el que dotó de ese original sonido a Queen. El también físico, matemático y astrónomo con su guitarra Red Special lo mismo sacaba los sonidos más dulces y melódicos en canciones como en Love of my life, Killer Queen (el sonido de Queen siempre me ha parecido el batir de las alas de las abejas), que los más pesados que asemejan el ruido de un avión o de un motor como en Keep Yourself Alive, Stone Cold Crazy, Tie your mother down…y su composición por la que será recordado, We will rock you.

Este grupo navegaba por muchas aguas, y es algo que me gusta de un grupo de rock. No era el clásico que salía con estribillo, coro, estribillo, coro y ya. Les gustaban las progresiones, los cambios de ritmo, tiempo, estilos. Allí están rolas como Prophet’s Song, Princes of the Universe, It’s a Hard life, Love of my life, Innuendo (con su parte operística y esas guitarras españolas), Save me, y esa miniópera que es Bohemian Rhapsody.

En fin, podría extenderme y seguir hablando maravillas de este grupo. Hoy, Freddie Mercury ya no está con nosotros. Es difícil imaginarlo aquí. Tal vez es mejor que así sea. Alejado de un mundo musical corrompido del cual no dudo que el estaría inmiscuido. (Para ejemplo esa charlatanería de reformar Queen, sabiendo que nadie puede llenar los zapatos de Freddie Mercury).
Sí, es mejor así. Es mejor recordarlo por lo que fue, es mejor imaginar cada que escuchamos sus conciertos en Wembley que nosotros estamos allí, extasiados e hipnotizados en comunión con decenas de miles de gente tocada por su música y por su voz. Es mejor sentarte en tu sillón y poner toda su obra y disfrutarla mientras rindes homenaje a la reina de Queen. Es mejor así.

Feliz cumpleaños Freddie.



Esta rola es mi segunda favorita de Queen, dedicada especialmente a la ingrata que nunca me hizo caso. Ya sabe quien es.
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Y por último estos dos videos del famoso concierto en Wembley. El primero es One Vision, y el otro es Under Pressure. Noten la forma en que Mercury se entregaba y como tenía a ese mar de gente comiendo de su mano. Yo me atemorizaría ante tanta gente. ¡Qué los disfruten!





Y para los detractores de Queen aquí dos antihomenajes: El primero es la excelente versión en vivo de Molotov: Rap Soda y Bohemia. El segundo es una parodia divertidisima de un programa español llamado el Informal. Ahora sí, adiós.



domingo, agosto 19, 2007

OTROS DISCOS CUARENTONES (1967)

El año de 1967, año cumbre de la psicodelia, año de la efervescencia hippie. Ese año coyuntural y crucial para la década de los sesenta y sobre todo, para la música en general, no sólo fue el año del lanzamiento del disco más famoso e influyente de la historia: El Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles.
Esa década tan rica, prolífica, y sobre todo irrepetible, nos legó al menos unos 30 discos fundamentales, influyentes, clásicos, joyas, verdaderas obras maestras, muchas de las cuales incluso, se pelean el título de mejor álbum de rock de la historia; otros, son considerados fundamentales para la creación de futuros géneros, y otros más, marcan el debut afortunado de grandes agrupaciones que hoy tienen su nombre inscrito con letras de oro en la historia del rock.

Sólo imaginen el trabajo que le costó a los críticos, editores de revistas, programas de radio y de televisión hacer las famosas listas de los mejores discos del año. ¡Vaya trabajo!
Revisemos algunos de ellos, que hoy a 40 años de distancia siguen siendo tan influyentes, revolucionarios, innovadores, insuperables, y sobre todo, siguen sonando frescos. Discos al que las nuevas generaciones de músicos y escuchas deberían escuchar, aprender, disfrutar, abrevar, y redescubrir:


Magical Mystery Tour - The Beatles: Banda sonora de la película homónima protagonizada por The Beatles. Incluye clásicos como I’m the walrus, Strawberry fields forever, Penny Lane, Hello good bye, y sobre todo, la canción que define a la perfección la filosofía sesentera, la enorme All you need is love.



Something Else By The Kinks - The Kinks: Junto con The Beatles, y The Who formaban parte de la famosa Invasión Inglesa, aunque realmente por desgracia nunca llegaron a tener la popularidad de estos dos primeros. El grupo liderado por el gran Ray Davis (uno de los mejores letristas del rock) nos ofrece esta delicioso plato conformado por trece hermosas canciones de pop rock

The Who Sell Out - The Who: El tercer disco de The Who, es una absoluta maravilla por donde quiera que se le vea y escuche. Desde la loquísima portada, hasta la grandiosa idea de simular la programación de una estación de radio pirata, con todo y jingles publicitarios. Tienen que oír esta maravilla.
Como dato de trivia, la cantante Petra Haden grabó en el 2005 el disco Petra Haden Sings: The Who Sell Out. Una versión muy interesante de este álbum, totalmente a capella.



Procol Harum - Procol Harum: El grupo favorito del maestro José Agustín. Su disco debut incluye la inclasificable A whiter shade of pale, con su introducción de órgano ejecutada magistralmente por Matthew Fisher, que plagiaba a su vez a la Cantata 140 (Wachet auf, ruft uns die Stimme) del maestro Johann Sebastian Bach. Un disco muy entrañable.
Como dato, hace poco Volskwagen utilizó la introducción de esta canción para un comercial de televisión.



H.P Lovecraft - H.P. Lovecraft: Quinteto de rock sicodélico originario de Chicago, Illinois. Su nombre fue tomado del famoso escritor de horror, fantasía y ciencia ficción Howard Phillips Lovecraft. En este año lanzan su muy poco conocido pero excelente disco debut homónimo. Según las notas incluidas en el álbum, las canciones están inspiradas por los cuentos de horror de este escritor. Altamente recomendable.

Chelsea Girl - Nico: Primer disco solista de la femme fatale Christa Päffgen, mejor conocida como Nico. La bellísima vocalista de The Velvet Underground lanza un disco tan hermoso, pero por desgracia tan olvidado, menospreciado, poco apreciado, a pesar de estar producido por John Cale, y tener canciones escritas por gente como Lou Reed (Wrap your troubles in dreams) y Bob Dylan (I’ll keep it with mine). La incomprendida Warhol superstar grabó por lo menos una veintena de discos muy grandiosos, pero muy poco conocidos.
Por desgracia, murió en un accidente de bicicleta el 18 de Julio de 1988 en Ibiza.



Electric Music for the Mind and Body - Country Joe and the Fish: Uno de los primeros discos de la temprana sicodelia. Desde la alucinante portada hasta cada una de las once piezas que conforman esta Música eléctrica para la mente y el cuerpo. Todo en sí, fue en sus tiempos, y es todavía un excelente vehículo para viajar en ácido a las galaxias mentales. Tienen que escuchar esta maravilla siconautica lisérgica.

Buffalo Springfield Again - Buffalo Springfield: Fínisimo segundo disco de este quinteto de folk rock formado por las futuras estrellas, Stephen Stills, Neil Young, Richie Furay, Dewey Martin, y Bruce Palmer. A pesar de los múltiples problemas internos de la banda, este disco es considerado por varios críticos como su mejor y más exquisito trabajo. Incluye canciones memorables como Mr. Soul, Rock & Roll Woman, Sad memory y Bluebird.

Safe As Milk - Captain Beefheart and his Magic Band: Álbum debut de uno de los artistas más geniales pero a la vez más incomprendidos del rock. Don Van Vliet, líder de esta banda sui generis de donde salió el gran guitarrista y etnomúsico Ry Cooder. Amigo y colaborador del gran Frank Zappa, el Capitán graba este disco extrañísimo, lleno de letras surrealistas, cambios repentinos de ritmo, disonancias, ritmos al revés. Sus músicos, todos solventes tenían los más raros y bizarros seudónimos: Zoot Horn Rollo, Rockette Morton, Drumbo, Ed Marimba, Winged Eel Fingerling, The Mascara Snake, Denny "Feelers Rebo" Walley, y Gary Lucas.
Otros discos recomendables: Trout Mask Replica (1969); Bluejeans & Moonbeams (1974).

Moby Grape - Moby Grape: Disco debut de una de las grandes promesas de la escena de San Francisco. Un álbum que fue aclamado tanto por la crítica como por el público en general, y que incluso, llegó a considerarse como la mejor banda de rock. Un disco que abreva de las raíces del rock: el jazz, el country, y el blues, conviven en armonía perfecta en esta obra magistral.
Es una lástima que esta agrupación fundada por el ex baterista de Jefferson Airplane, Skipe Spence, se haya desintegrado debido a múltiples factores como inexperiencia en el mundo de los negocios, la falta de un manager, y sobre todo a que su líder Skipe Spence empezó a meterse cantidades enormes de LSD, que lo llevó a cometer locuras como la de querer asesinar a sus compañeros Stevenson y Miller con un hacha.
¿Hasta dónde hubieran llegado? Nunca lo sabremos por desgracia.

Good Bye And Hello - Tim Buckley: Segundo disco de este trovador estadunidense. Famoso por su gran rango vocal de tres octavas. En esta obra, este cantante muestra sus grandes influencias jazzisticas, souleras, sicodélicas, y funketas. Un álbum claramente influenciado por el espíritu exploratorio el recién lanzado Peppers de The Beatles.
Un disco altamente disfrutable en la que el buen Buckley maneja su voz como un instrumento más.




Between the Buttons/ Flowers/ Their Satanic Majesties Request - The Rolling Stones: Aunque no son precisamente sus mejores discos, los Rolling entregan tres grandes obras en un sólo año. A pesar de ser muy criticados por intentar copiar el sonido de grupos como The Beatles o The Kinks, el primer disco cuenta con grandes canciones como All Sold Out, My Obsession, and Yesterday's Papers, y She Smiled Sweetly.
Flowers en cambio, es una recopilación de temas pertenecientes al Aftermath (1966), y al Between the buttons, algunos sencillos como Ruby Tuesday, y Let’s spend the night together, y algunos temas que nunca habían sido lanzados.
Their Satanic Majesties Request, en cambio, es un fallido intento de emular al Sgt. Peppers de The Beatles. Grandilocuente y sobreproducido, sólo vale la pena por su excelsa y sicodélica portada, y por dos grandes composiciones: la gloriosa She’s a rainbow, y esa joya alucinante que es 2000 Light Years From Home.



Forever Changes Love: Cuenta la leyenda que Jac Holzman, fundador de Electra fue a Los Angeles a ver a los de Love en concierto; sin embargo, llegó lo bastante temprano para ver el grupo anterior: The Doors. Eso selló el destino de ambas bandas. Love quedó como un gran grupo de culto.
Y, Forever Changes quedo registrado como una muestra la genialidad y talento de esta banda. Un disco de pop que no se parecía en nada oído antes. Un imprescindible en tu colección.


Disraeli GearsCream: Segundo disco de este grupo integrado por Eric Clapton en la guitarra y voz, el finísimo bajista Jack Bruce, y el extraordinario y preciso baterista Ginger Baker, luego de su también excelente debut Fresh Cream de ese mismo año. Sin embargo, en este segundo opus, el trío llevaría ese sonido bluesero sicodélico hasta el máximo nivel. Para la posteridad queda el célebre riff de guitarra de Sunshine of your love, y grandes temas como Strange love, y S.W.L.A.B.R., y sobre todo, las explosivas actuaciones en directo. Dice el crítico Joel Mclver: “tocaban en el escenario como poseídos por los espíritus de Robert Johnson y Charly Parker”.


The Piper at the Gates of DawnPink Floyd: Grabado en el mismo lugar y al mismo tiempo que el Sgt. Peppers de The Beatles, el álbum debut de Pink Floyd, es el disco por excelencia del pop sicodélico. La grandeza de este disco radica en que a Los Beatles les tomó ocho discos para crear su obra maestra, en cambio, a estos estudiantes de arquitectura y de arte, lograron crear un clásico atemporal a la primera.
The Piper… es un viaje sónico, delirante, y alucinante, piloteado por el mítico loco genial de Syd Barret, quien se perdió para siempre viajando por las galaxias de su mente.


The Velvet Underground & NicoThe Velvet Underground: Ya es un cliché decir que este disco influyó a los pocos que lo compraron, motivándolos a formar su propia banda. También lo es decir, que este disco fue el padre de géneros futuros como el punk, el noise, el art rock, el new wave, y hasta el gótico.
El disco por sí solo vale la pena. Es un diamante oscuro que desentonaba por su desencanto, crudeza y desilusión en un ambiente lleno de luz, amor, y optimismo.


The Doors – The Doors: ¿Qué se pude decir de este disco? A mi parecer, el mejor y más perfecto debut en la historia del rock. Once canciones en 43 minutos y 25 segundos. Una banda única de Los Angeles. La poesía oscura y maldita, el magnetismo sexual, y la voz enigmática de su líder Jim Morrison; los teclados alucinantes de Ray Manzarek; La guitarra limpia y precisa de Robby Krieger; y, la fina precisión y contundencia de John Densmore. Todo ello hizo de The Doors el único grupo de culto adorado por millones. ¡Y las canciones! La cadenciosa Break on through (to the other side), el rockcito de Soul kitchen, el homenaje a Bertolt Brecht y a Kurt Weill en Alabama Song (Whisky Bar). Pero son, Light my Fire con ese fantástico solo de teclado (ese sonido define a la perfección la década de los 60), y ese tema de carácter épico que es The End las que definen el espíritu oscuro de este disco inigualable.


Are You Experienced? – The Jimi Hendrix Experience: ¿Has experimentado este álbum? Si no lo has hecho, realmente te pierdes de uno de los mejores discos de rock. Aquí se muestra en todo su esplendor la maestría y la inventiva de Jimi Hendrix con la guitarra. La tríada formada por Foxy Lady, Manic Depression (escuchese con atención la forma tan jazzera de tocar de Mitch Mitchell), y ese gran blues que es Red House. Con este disco, Hendrix vino a reinventar el lenguaje de la guitarra. Insuperable.


Surrealistic Pillow - Jefferson Airplane: La almohada surrealista fue el segundo disco de este grupo de San Francisco. Un fiel retrato musical de la sicodelia imperante, los viajes lisérgicos, el verano del amor, y la efervescencia hippie.
Un disco impecable con canciones como la folk My best friend, y la bellísima y conmovedora Comin’ back to me. Sin embargo, las dos joyas fueron escritas por la bellísima y talentosa tecladista del grupo, Grace Slick: Somebody to love, un rock potente y estremecedor, y White Rabbit, con su letra alucinada, y surrealista que hace referencia a Alicia en el País de las Maravillas. Una verdadera maravilla auditiva.


Mr. Fantasy – Traffic: Cuarteto conformado por el multiinstrumentista Steve Windwood, el guitarrista Dave Mason, el baterista Jim Capaldi, y el flautista saxofonista Chris Wood. Este disco maraca el debut de esta excelente banda inglesa. Un trabajo sicodélico lleno de matices, detalles ricos, y variados pasajes instrumentales. Una obra fuera de serie, que incluía instrumentos exóticos, y conjuntaba el rock con el folk, la sicodelia, y la música india. Todo encapsulado en sólo diez temas en poco más de media hora.


Sunshine Superman – Donovan: Donovan Leitch era un trovador escocés. Con este disco (cuyo título hace referencia a un potentísimo ácido) se adentra en el rock, el pop, y la sicodelia con gran fortuna. Este plato cuenta con grandes canciones como el tema que nombra al disco, la deliciosa Seasons of the witch con su característico rasgueo de guitarra y esos coros sensacionales. El uso de clavicordios, cítaras e instrumentos de cuerdas se ve reflejado magistralmente en temas como Legend of a girl child Linda y Ferris wheel. Un clásico que hay que rescatar del olvido.


White Light/ White Heat – The Velvet Underground: Grabado el mismo año que su debut, y ya sin Nico ni el mecenazgo de Andy Warhol, en este segundo la banda neoyorkina lleva aún más lejos su sonido, oscuro, decadente y radical. Totalmente arriesgado y vanguardista, se impone el lado experimental del gran John Cale sobre la visión comercial de Lou Reed. El tema que da título al disco aboga por las drogas. I heard her call my name es un free jazz con el guitarrista Sterling Morrison y la baterista Mo Tucker llevando un ritmo veloz y frenético mientras Lou Reed berrea las letras. Sister Ray cierra el álbum de manera magistral: 17 minutos de puro noise rock, en una canción (¿se le puede llamar así?) que habla de drogas, pistolas, sexo, violencia, homosexualismo. Un gran disco.


Axis: Bold as Love – The Jimi Hendrix Experience: Segundo disco de este fenomenal trío. A pesar de la presión por superar esa obra maestra que fue (y es) Are you Experienced?, este disco nos muestra a un Hendrix y acompañantes con una madurez plena, con una maestría enorme en el manejo de las tecnologías de estudio, y de las infinitas posibilidades sonoras de la guitarra. Quedan como muestras la enorme e intricada Spanish castle magic, la balada Castle made of sand, la discreta Little wing (covereada años después por Eric Clapton), y If 6 was 9 es una obra muy compleja y llena de cambios. Esta obra maestra cierra con la enorme Bold as love.


I Never Loved a Man the way I Love You – Aretha Franklin: La reina del soul. Una voz potente, conmovedora y bellísima. Aretha grababa para Atlantic su primer disco, luego de seis años y nueve discos con Columbia.
Tras una discusión con los músicos de estudio, (el disco originalmente iba a ser grabado en Alabama). Ted White (su marido y manager) decidió que lo mejor era trasladarse a grabar a los estudios de Atlantic en Nueva York. Aretha misma tocó el piano. Grandes clásicos como Respect de Ottis Redding, A change is gonna come, Good Times, ambos de Sam Cooke, son reinterpretados por Aretha haciéndolos realmente suyos. Además, ella misma aporta cuatro excelentes temas de su autoría.

Tendernes Junction – The Fugs: Si en Los Angeles, la vanguardia musical estaba representada por Frank Zappa, en Nueva York, los que llevaban el estandarte eran The Fugs. Formada esta banda por tres artistas contraculturales, beatniks de cepa: Tuli Kupferberg, inmortalizado en el poema Howl de Allen Ginsberg ("guy who jumped off of the Brooklyn Bridge and lived,"), Ed Sanders, militante pacifista y editor de la revista Fuck You, y Ken Weaver quien era compositor, baterista, y cantante (años más tarde trabajó como traductor de ruso para la CIA.)
Se les recuerda por sus presentaciones radicales, llenas de provocaciones desafiantes como aquella vez que “exorcisaron” al Pentagono. Tenderness Junction es un gran trabajo lleno de imaginación y experimentación. Una absoluta locura sónica.


Absolutely Free – The Mothers of Invention: Segundo gran disco de la banda comandada por Frank Zappa, después de ese gran debut que fue Freak Out! de un año antes. En Absolutely Free, Zappa y compañía elevaron al máximo la sátira, la ironía, y el humor negro que los caracterizaba. Asimismo, sus piezas musicales se hicieron todavía más largas, elaboradas y complejas. Presentado como una minisuite, algo inusual en los discos de rock. Para “entender” la música de este genio, debías por lo menos tener un bagaje amplio de música clásica o de compositores vanguardistas como Varése, Stravinsky y Webern. Aunque la música de Zappa no está para entenderse, sino para disfrutarse.
Dato de trivia: Su aún mejor disco We're Only in It For the Money fue grabado también en 1967, pero lanzado al mercado en enero de 1968.


The Grateful Dead – The Grateful Dead: No podían faltar Los Muertos Agradecidos en esta lista. El grupo más representativo de San Francisco y de la sicodelia. Aunque este, su disco debut no es su mejor trabajo, ya estaban aquí algunos destellos que en discos posteriores iban a desarrollarese al máximo: la fusión de blues, country, jazz, folk y rock. Largos pasajes instrumentales que transportaban tu mente a una realidad alterna. Por algo, eran el grupo de acompañamiento de los famosos Acid Tests promovidos por Ken Kesey y los Merry Pranksters. Imaginad el viaje en ácido musicalizado por la música del grupo liderado por el entrañable Jerry García, ¡explosivo! No dejen de escuchar el Live/Dead, la banda al máximo.

It’s a Beautiful Day – It’s a Beautiful Day: San Francisco era un hervidero cultural y un semillero inagotable de músicos talentosos. Este disco bellísimo y muy poco conocido es una absoluta maravilla. David LaFlamme era el líder de esta banda sanfranciscana. Violinista con una gran inventiva y sentido de la melodía. El toque de ese instrumento y sus hermosos solos eran el sello característico de esta agrupación, y sólo hay que escuchar el disco para constatarlo. Temas como Time is y Girl with no eyes son realmente sorprendentes y disfrutables. Sin embargo, el grupo a pesar de su innegable calidad, nunca la hizo comercialmente. Grabaron dos excelentes discos más adelante, y desaparecieron.


Younger than Yesterday – The Byrds: Los Páyaros diría José Agustín. Este brillante grupo californiano fueron los creadores del género folk rock. En este, su cuarto opus, expanden al límite su sonido mientras se abren de lleno a la experimentación. Allí está la versión de My back pages de Dylan (principal influencia del grupo), Renaissance fair, inspirada en un festival medieval, Everybody’s been Burneo, considerada como una de sus mejores canciones, y CTA-102, una canción con efectos de ciencia ficción. Quizá este sea el mejor y más perfecto trabajo de The Byrds.

I had too much to dream (last night) – The Electric Prunes: Un grupo no muy conocido, pero muy influyente. Según la historia, los integrantes de la banda practicaban en su garage, cuando un agente inmobiliario los escuchó, le gustó su música y los presentó con el ingeniero Dave Hassinger de la RCA.
La maravillosa canción que nombra el disco, y el sencillo Get me to the World on time catapultaron al grupo hasta la estratosfera. Este disco fue una gran influencia para futuras bandas de garage punk como los Stooges y MC5. Así nada más.


John Wesley Harding – Bob Dylan: Después de un trágico accidente en motocicleta, y tres discos míticos, clásicos y fundamentales de la historia musical (Bring it all back home -1965-, Highway 61 Revisited -1965-, y Blonde on Blonde -1966- ), parecía poco probable que Dylan lograrara una cuarta obra maestra. Y, efectivamente, así fue. Ni siquiera lo intentó, pero en cambio, Dylan entrega un disco que regresa a sus raíces musicales. Un disco más discreto y tranquilo, pero para nada aburrido y complaciente. La calidad está siempre presente. Tan sólo aquí está la enorme y atemporal All along watchtower (que Hendrix reinventaría y haría suya un año después en Electric Ladyland).


Earth Opera – Earth Opera: Un disco rarísimo de un grupo también raro originario de Boston. Liderado por Peter Rowan, un virtuoso de la guitarra, y la mandolina, que lo mismo le metía al bluegrass y al tex-mex en su anterior grupo The Cupids. Junto con David Grissman formó esta peculiar agrupación que fusionaba con fortuna géneros como el pop, la sicodelia, el folk, el jazz, y elementos de música clásica. Además de usar muchos instrumentos poco comunes. Earth Opera es un gran disco, una pequeña joya que te hace pensar que estás escuchando una ecléctica orquesta de cámara. Su disco siguiente, The Great American Eagle Tragedy es igual o mayor de excelente.


Canned Heat - Canned Heat: Este año también fue el debut de uno de los mejores grupos blues. Blancos de piel, pero de alma negra (y no por maldad), estos angelinos llevaban muy en su sangre el espirítu del blues. Comandados por el malogrado, entrañable, y excelente armoniquista Alan "Blind Howl" Wilson, quien llevaba de compañeros al "Oso" Bob Hite también en la armónica y voces, Henry Vestine (ex guitarrista de Frank Zappa)en la guitarra, Larry Taylor en el bajo, y, en esta grabación aparece el baterista de estudio Frank Cook, incorporándose un año después el muy querido y orgullosamente mexicano Fito de la Parra, en la segunda grabación del grupo, el grandioso Boogie with Canned Heat.
Este primer disco contiene once clásicos, movidos y sabrosos blueses como Rollin' and tumblin' de Muddy Waters, Evil Is Going On de Willie Dixon, y Dust my broom de Robert Johnson y Elmore James, entre otros excelentes covers. Un disco más que recomendable.


The Turtles – Happy Together: Tercer y mejor disco de esta entrañable banda americana. Las Tortugas, llamadas así en honor de The Crickets de Buddy Holly era un grupo de pop, folk y rock, que lo mismo tenía influencias de The Byrds, The Zombies que de Lovin’ Spoonful. Liderados por Howard Kaylan y Mark Volman quienes se caracterizaban por sus hermosas armonías vocales. El cual se muestra a plenitud en este bellísimo álbum, y muy en especial en esa joya que es Happy Together. Una de las mejores canciones de la historia, la cual ha soportado muy bien el paso del tiempo gracias a su indiscutible calidad.
Como dato de trivia, tanto Kaylan y Volman formaron parte de The Mothers of Invention de Frank Zappa.


Os Mutantes – Os Mutantes: Sí, ya sé que este disco es de 1968, pero, no pude resistir la tentación de ponerlos.
Debut maravilloso de esta banda brasileña, odiada en su país tanto por derechistas como por izquierdistas, pero en el mundo entero reverenciados por gente como Beck, Esquivel, Kurt Cobain, y grupos como Moorcheba...
Gran influencia en el rock hispanoamericano. Y quizá la mejor banda de rock en la América de habla no inglesa (nada que ver con Soditas, Heroicitos y Caifanitos). Oigan el disco y deléitense con Panis at circensis, una indescriptible canción que remite a Mr. Kite de The Beatles. Minha Menina es un rock movido en el que se aprecia a plenitud la guitarra distorsionada de Sergio Dias. O Relogio es una bellísima canción ensoñadora, la voz de Rita Lee es acompañada por una guitarra arpegiada. Cuando piensas que la canción ya terminó, se rompe la estructura de canción en una forma totalmente extraña, para después volver a su curso normal. Adeus Maria Fulo empieza con una especie de rezos para derivar en una deliciosa batucada. El teclado de Arnaldo Baptista en la conmovedora Baby, anticipan lo que años después harían grupos como Los Angeles Negros, Los Terrícolas, Los Bukis, Los Solitarios o Los Yonics. El crítico de Mojo, Dave Hutcheon la describió como “Eleanor Rigby erótica”, y a la sensacional Bat Macumba como “Tomorrow Never Knows en samba”.