domingo, mayo 25, 2008

SERENATA AL AMANECER (PRIMERA PARTE) *

EL HOBBIT PRODUCTIONS
PRESENTA

UNA CANCION DESESPERADA

Dirigida por Michael Gondry
Escrita Por Hamlet
Guion: Charlie Kaufman

Hamlet como el mismo
Cristina Ricci como Yadira
Gael García Bernal como Franco

Jerritz como el mismo
Mike como el mismo
El Warpig como el Gori
Thom Yorke como Tomás Yorke
Armando Silvestre como el mismo
Santos como el Hombre Araña
Gisela como la suegra
Benjamin como Benji
Laura como ella misma
Doña Marta como la vecina chismosa

Los ayudantes de Franco son:
Ulises Castillo alias la marrana
Rene Hervert alias la Vibora Prieta
Rodolfo Ramos alias la Momia Azteca, alias el grinch.

Oscar como el compadre 1
Alejandro alias el patovich como el compadre 2


Polo como el mismo
Efrain el pelochas como el gorilon

Los Hijos Europeos son:
Polo, guitarra ritmica, voz e ingeniero de sonido.
Jerritz, guitarra lider, armonica y voz
Mike, bajo y tololoche
Laura Herzeleid, acordeón, piano, teclados, y coros
El Spider, bateria, percusiones y manager
Hamlet, guitarra, pandero, violin y voz.

Hipolito Gonzalez roadie uno
Johhny Greenwood roadie dos


7 DE MARZO DEL 2007

Hamlet estuvo devanándose los sesos los días anteriores. No sabía que regalarle a Yadira, ya que el siete de marzo cumpliría 23 años.
No tenía mucho dinero para un buen regalo, tampoco tenía mucho tiempo para prepararle una sorpresa (pintarle un cuadro, grabarle un disco, u otra loquera).

Cuando faltaba sólo un día para el siete, se le ocurrió una gran idea: se acordó de que sabía dizque berrear y tocar la guitarra, ¡eso es, una serenata!
Inmediatamente llamó a sus compinches los cuales acordaron reunirse en la casa del Jerritz.
A la reunión llegaron Silvestre (quien era el único que sabía donde vivía Yadira), Tomás Yorke, que era el más chipocucludo cantando y requinteando, el “gori” (un animalote de casi dos metros que tocaba la batería, pero esta vez se encargaría de las maracas), el Benji y su tololoche, el Spider de colado, Jerritz con su guitarra, y por supuesto Hamlet con su guitarra y voz.

Todos partieron a las 12 am rumbo al ejido Cavazos en la vieja combi del Gori. Apenas habían tenido dos horas para ensayar el repertorio, pero como eran buenos instrumentistas e improvisadores rápidamente se acoplaron.
Llegaron como a las 12:30, y se estacionaron en una esquina, bajando sigilosamente.
La luna brillaba en lo alto, hacía mucho frío y un perro ladraba.

Hamlet estaba emocionado al plantarse enfrente de la casita de su amada. No podía creerlo. Detrás de esas frágiles paredes, Yadira se encontraba durmiendo en su cama, quizá abrazada a su osito Winnie Pooh. “Oh nena, déjame ser tu Winnie Bear” pensó Hamlet.

Bajaron sus instrumentos y comenzaron a tocar y a cantar la de “Página Blanca”. Algo clásico en español para calentar. Alguien se asoma en la ventana de a lado. Unas luces se encienden en la casa de la esquina.
Cuando uno está enamorado, por muy roquero que sea, se vuelve cursi, naco, fresa. La segunda rola fue un brillante arreglo de “Como te extraño” de Benny Ibarra (puristas, persígnense).
Una mini pausa.
La vecina de enfrente, rechismosa y amiga personal de Franco despertose. Vio la escena y ni tarda ni perezosa cogió su celular y llamó a Franco. Del otro lado de Cavazos, del lado de las vías del tren, Franco y sus amigos tomaban sus armas y se dirigían al otro lado de la carretera Ribereña a bordo de una van con placas de Texas: “¿Cómo que un microbio con lentes se atreve a llevarle serenata a mi novia?” “¿Cómo se me pudo olvidar que hoy cumple años?”

Mientras tanto, Hamlet y su improvisada banda le siguieron con la de “Creep” de Radiohead (la canción himno de Hamlet), y luego la de “Black Star” del mismo grupo inglés. Fue con esta rola con la que se encendió la luz de la casa de Yadira. Una señora hermosa (la suegra) abrió la puerta y se asomó. Dejo entreabierto.
Luego continuó la de “Nothing compares 2 U”, y por fin salió la princesa Yadira. Tan hermosa y radiante. Sorprendida y sonriente.
Terminando esta canción se reventaron la de “Oh, Darling” de The Beatles, que le gustaba horrores al Hamlet, desgarrándose la voz al estilo Mc Cartney.
Una pausa para desearle felicidades a Yadira (si no lo hubieran hecho, se hubieran evitado el terrible acontecimiento que relataremos más adelante). Presentaciones con la suegra y con los sobrinos.
Para rematar, se aventaron la de “Tú me haces existir”, y “Siempre te busqué” de Monocordio. Hamlet dejó su guitarra recargada en un árbol, y le entregó un ramo de rosas a Yadira. Ella se sonrojó, mientras con su voz de niña preciosa le decía: “Gracias, que lindo. No me esperaba esto. Eres el único que se acordó que hoy cumplo años”, y ¡sopas!, que le da un abrazo y un beso en la mejilla.

En esos momentos Franco arribaba con tres amigos que quien sabe como convenció de acompañarlo.
Se puso rojo de coraje y celosísimo, pues para su desgracia le tocó ver a Yadira abrazando a Hamlet y dándole un beso.
A pesar de que sus amigos ya se iban a aventar, Franco los detuvo y les ordenó que lo siguieran en silencio. Se apostaron detrás de un árbol, y sin que nadie se diera cuenta tomó la guitarra de Hamlet.
Mientras tanto, Hamlet empezaba a recitar el poema número 15 de Pablo Neruda: “…Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. Me gustas cuando callas…”
Apenas decía eso, cuando Franco sorprendió a todos apareciendo intempestivamente, mientras le sorrajaba la guitarra en la cabeza a Hamlet. “¡Cállate maldito payaso!”
Caos, gritos, confusión.

Si no es por la oportuna intervención del Jerritz y del Spider, Franco hubiera seguido golpeando a Hamlet. Silvestre, Tomás y Benji no dejaron que se metieran los compinches de Franco, y el Gori ya estaba listo para hacerlo papilla, y lo hubiera hecho gustoso ya que esa era su especialidad, si no hubiera sido por la oportuna intervención de Hamlet:
“¡No, Gori! ¡No lo toques! ¡Déjalo, es su novio! - Todos se quedaron asombrados y boquiabiertos ante la nobleza de este chico - ¡Suéltalo, vamonos!"
El Gori, aun sin comprender tuvo que soltar a Franco, quien estaba pálido y hasta cierto punto avergonzado y humillado. Se tuvo que tragar su coraje.
Yadira y su mamá estaban a su vez asustadas, apenadas, y conmovidas ante esta situación.
Hamlet se fue en silencio, cabizbajo y llorando. Franco, según cuentan, se quedó discutiendo con su novia.

Dos cosas incomprensibles: Yadira siempre llevó en su mente esa noche inolvidable y se hizo gran amigo de Hamlet, pero nunca llegaron a ser nada; y la otra, Yadira se enojó con Franco, pero su amor por él era tan grande que al poco tiempo lo perdonó.
Y Franco, siempre llevó en su mente y corazón la humillación sufrida ese día.

En la mañana, una hoja volaba por el patio, era el setlist de la serenata, aún faltaba una última canción que no fue interpretada, se trataba de un arreglo a la clásica “Santa Lucía” de Miguel Ríos”, esta se llamaba “Santa Yadira”.

* Ya se que ya estan hasta la madre de estas mamadas, pero bueno, faltaba mi historia que esta compuesta de tres partes. Mañana se publicará la segunda, y el martes, el gran final trágico.
El próximo domingo se publicará el ganador de este concurso que comenzó hace un año, y ya todos sabrán el nombre.
Después, prometo ya nunca mas publicar nada de Yadira. Saludos.

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