miércoles, enero 24, 2007

¿POR QUÉ DIANTRES NO TOMO, FUMO, NI ME DROGO?

“No entiendo a la cerveza, sabe a madera”
Björk

Ni yo tampoco la entiendo ni a las demás bebidas alcohólicas. De hecho, hace poco hice un comentario en un post de Karina: Ved aquí
, y ella respondió con un post dedicado a mí: Checad acá .
Este post no es una respuesta al post de Karina. Es simple y sencillamente una forma de exponer mis “razones”, por las cuales no tomo alcohol, café, ni fumo cigarros, ni mota, ni nada de nada.

Antes que nada quiero contarles acerca de mi (poca) experiencia con las drogas y el alcohol:

Cuando era niño, veía a mi padre tomar con sus amigos en mi casa: Normalmente eran los sábados no muy tarde, mi padre llegaba con el Tolín (mi hermano le dijo una vez al Tolín, con una voz tan inocente y tierna: “Mira una mariposa”, y señaló al cielo; El Tolín miró al cielo y mi brother le contestó: “Toda la gente esta babosa”), la “perritaRobert, Crisanto (un vato que hablaba bien cura), el Reyes, y uno que otro colado.
Las cervezas que rolaban, o chelas como les llaman en el sur eran Tecate, Carta Blanca, Superior, y a veces XXX, XX Lager, Brisa (¿Todavía existe?), Sol, y otras mundialmente desconocidas.
Nunca los vi peleando, y en cambio muy alegres, sociables, amigables, y contentos, jugando baraja, o dominó. Uno que otro decía incoherencias, o se empezaban a abrazar y a juntar sus cabezas de un modo medio jotolón, pero de ahí no pasaban. Solamente recuerdo una ocasión en que mi padre llegó bien briago a la casa y dos amigos lo traían cargando y lo dejaron recostado en el sofá, muy vaciada esa escena.

Me llamaba la atención eso de la cerveza y a veces me tomaba clandestinamente las sobras de mi papá, y en algunas ocasiones mi papá mismo me daba a probar. El sabor era amargo, no muy fuerte, pero tampoco algo agradable. Y si no la seguía probando era por mi edad, no me daban permiso, y más después por mis creencias que aunque no prohíben absolutamente nada, y de que tenemos libre albedrío, pues nomás no encajan con las mismas.

Bien, antes por lo menos ya me habían dejado tomarme mi primera cerveza Tecate, la cual no me emborrachó, no me disgustó, pero tampoco era algo que me haya gustado. Simplemente fue una emoción excitante de probar algo que nunca había probado.

En cuanto a otras bebidas, en las fiestas como de Nochebuena o Año Nuevo pues ahí se consumían bebidas más fuertes como Brandy, Whisky, Ron, Vino, Champagne, Sidra.
En esas ocasiones me daban sidra, la cual la verdad la sentía muy dulzona y muy inofensiva, pero pues mi madre más después ya no quería que en esas fiestas tomáramos nada de eso.
A veces a escondidas, sacaba las botellas de mi padre: que el Brandy Fundador, que el Veterano, que el Padre Kino (¿Todavía existe?), que el Ron Bacardí, que el Presidente.
A excepción del Padre Kino, lo demás era demasiado fuerte, me quemaba la boca y terminaba por escupirlo. Lo peor es cuando se me ocurría hacer mis mezclas y me las tomaba por experimentar. Afortunadamente nunca pasó nada grave más que un simple mareo.

Paso el tiempo, y ahora más inmerso en los asuntos de la iglesia y viviendo en un ambiente cristiano, pues el alcohol pasó a un plano invisible e inexistente. Nunca me volvió a llamar la atención.

En la adolescencia probé por vez primera el cigarro. Antes había probado uno a escondidas que le robé a mi padre una vez que se emborrachó.
Pero en la secundaria fue diferente. Creo que todos entramos al vicio al mismo tiempo. Yo, por cortesía de un amigo llamado Juan Gabriel que fue el que me indujo, e hizo que mi dinero que no me gastaba y que yo ahorraba para mis revistas (Ya era un nerd que le gustaba comprar Mecánica Popular, y Mad), se lo diera para comprar unos cigarros americanos que costaban un dineral, pero te daban más caché ante los demás. Así, compramos unos Saratoga, y unos More.
No recuerdo la primera vez que fume. Me imagino hice el ridículo, pero por pena, y por borreguismo pues todos los demás lo hacían, pues yo también estaba ahí. Hasta que al poco tiempo fui enganchado.
Ya no necesitaba que alguien me comprara cigarros, yo mismo lo hacía.
Me acuerdo una vez que el Juan Gabriel me regaló unos puros que su papá había llevado a su casa por un bautizo, o algo así.
Me los fumé tranquilamente en mi casa. Debajo de mi casa había como un jardincillo y una especie de cobertizo en donde teníamos una puerquita que más adelante mi abuelito haría carnitas, pese a nuestros lloridos. Allí me escondía y quitado de la pena, con mi mamá allá arriba sin darse cuenta me los fumaba.

Al poco tiempo, ya no me daba vergüenza fumar. Lo hacía en la escuela cuando no había ciertas clases, y después lo hice sintiéndome muy importante nada menos que en la calle, mirando retadoramente a los adultos, sintiéndome uno de ellos.
Había pasado casi un año fumando casi todos los días, e ingeniándomelas para que no me descubriesen. Ni siquiera sé como es que deje ese vicio.
Sólo recuerdo que en ese entonces tenía otro vicio: Los Videojuegos. Ellos fueron parte de mi perdición, de mi bajo rendimiento escolar. Me empecé a salir de la escuela, y me iba con el Juan José de Jesús (el mismo del cuento aterciopeludo: El Hijo Europeo
All Tomorrow Parties
Una Madriza inolvidable ), el Al (Americanista de cepa con una banderota ridícula afuera de su casa), y el Hugo (primo de Juan José, pornográfico, huevón, y el número uno en faltas, los maestros ni lo conocían) a las maquinitas, a las chispas, o como quieran llamarle. Nos íbamos a un lugar llamado Galáctica, en donde además vendían unos ricos helados.
El dueño del lugar ya me conocía y me quería mucho, me decía “Chiquilín” (no se burlen).

Una vez mi mamá fue a buscarme a la escuela, pero yo estaba en Galáctica. Aurelio le dijo donde estaba yo, en venganza porque una vez su papá fue a la escuela y los maestros le dijeron que era bien desmadroso, relajiento y burro. El gandalla se lo cinturoneó delante de todos, y yo le estaba de lejos haciendo burla. Por eso, pensando que mi mamá me iba a hacer lo mismo la mandó a las chispas.
Mi mamá llegó y le dijo al señor como era yo. Rápidamente supo que era yo, ya le dijo que estaba allí. Estaba yo embobado con el Pac Man cuando veo que alguien se pone atrás de mí. Era mi madre. Terminé de jugar. Le aventé un choro, y me libre del castigo.

Una vez el señor de las chispas me vio fumando, y me empezó a decir que eso no era bueno. Total, me hizo sentir tan mal, y su rollo fue tan efectivo que esa fue la última vez que fumé.
Volvamos un poco a las bebidas. En la secundaria me aventaba mis Caribe Cooler, las cuales me gustaban, pero pues no me envicié.

Ahora, va algo personal. Y esto es un trauma que aún me duele mucho. Mi padre nos dejó. Es una vergüenza, pero debo de confesarlo. Mi familia es una familia desintegrada y disfuncional.
Mi mamá, más adelante cometió el error de juntarse con otro hombre, el cual resultó alcohólico, machista, estupido, golpeador. Bueno, quizá más adelante cuente este triste capítulo de mi vida.
Por el momento quiero decir que gracias a ese estupido abomino el alcohol, y el cigarro. Detesto tanto el cigarro, que no aguanto para nada el simple olor. No puedo estar cerca de alguien que fume. Me enferma, me trauma, ya que durante meses eso es lo que tenía que oler a fuerza todos los días.
Aquí termina mi historia con el cigarro. No le hallo sentido meterle humo contaminante a mi cuerpo.

De nuevo a la cerveza: En la juventud me volví un hombre de renacimiento por así decirlo. Leía publicaciones científicas de a montón, y algo que me llamaba la atención, es que todo es bueno, sin exceso, hasta el vino y la cerveza.

El Vino es bueno para la salud como ustedes saben. Una copa al día es benéfica. La cerveza es refrescante, y de hecho, es más saludable y refrescante tomarse una cerveza en un día caluroso que un refresco.
El problema radica en el exceso, al cual tengo miedo de caer en él, y al cual no le hallo sentido.
Antes quiero decirles que hace un par de años, una vez que mi mamá se encontraba fuera de la ciudad, abrí el refrigerador y me encontré una Miller Lite. ¿Qué hacía esa botella ahí? No lo sé. La destapé y me la tomé. Me agradó y no sentí nada. Hacía calor y me gustó. Pero hasta allí. No me desagrada la cerveza. Pero tampoco me dan ganas de tomar, no es algo que me quite el sueño, y creo que estoy bien así.
Bueno, lo que quiero dar a entender es que entiendo a la cerveza como algo refrescante y agradable para quitar la sed, como cualquier otra bebida. Por ejemplo: me tomo dos tres vasos de agua fría si hace mucho calor, o unos dos refrescos, o alguna bebida de frutas. Lo mismo haría con una cerveza, me tomaría una o dos. O sea, para mi sería una necesidad, porque tengo sed, y aparte sería algo agradable, agradable como el agua de horchata que me gusta de a montón, pero por mucho que me guste no me echo más de unos tres vasos.
No entiendo que alguien ande pensando en salir del trabajo y tomarse unas cervezas si no tiene sed. No entiendo que tomen hasta emborracharse, hasta dañar su cuerpo, hasta hacer estupideces e incoherencias. Eso yo no lo entiendo. Lo veo muy infantil y estupido.

Ahora bien, a mi no me gusta que me cuenten. Soy una persona que me gusta explorar todo lo nuevo, conocer cosas nuevas, escuchar de todo tipo de música, comer comidas que nunca he probado, y probar de todo en cuestión de bebidas. Creo que al haber probado de todo, tengo derecho a escribir sobre de ello. Ya yo decidiré si sigo con mi descubrimiento, si lo adopto o lo desecho, y eso es lo que he hecho.

Me gusta experimentar, y bueno. Hace poco me compré una botella de vino. Era tan neófito en cuestiones etílicas que no sabía que tenían corchos. No podía abrirla por no tener un sacacorchos. Tome un cuchillo puntiagudo y así fue como la pude abrir.
Me la acabé en dos sesiones de dos días. No sentí absolutamente nada. Aunque debo aclarar que antes de eso, yo idealizaba el vino, y pensaba que debía comer como todo europeo, con una copa de vino, pero al probarlo, deseché la idea. Quizá haya sido el vino, o no sé, pero el chiste es que me desagradó.

Hace poco, una amiga llamada Gisela fue a Oaxaca. Le encomendé que me trajera tres cosas de allá. Cumplió con dos cosas y fallo en lo que más tenía ganas.
Me trajo una bolsa de chapulines, un barrilito con mezcal, y me falló en traerme los hongos alucinógenos.
Total, que abrí el barrilito, que era más o menos como de medio litro, me serví en un vaso. El primer trago y realmente estaba bien fuerte, quizá potencializado a que estaba encerrado en ese barrilito de barro, añejado. Me desagradó y me quemó, pero era un experimento y tenía que seguir al frente sin importar lo que sucediera. Me tomé como dos vasos con trabajo, y después me empecé a sentir mareado. Sin embargo, eso lo soporte.

Hace unos días, decidí tomarme el resto. Estaba triste y quise quitar mis penas con alcohol. Lo iba a tirar, pero por respeto a mi amiga decidí tomármelo.
Puse la rola de La Barranca, la del mezcal:

“Para celebrar, es condición jamás perder la fe.
Abrir, el corazón y sentir el mezcal.
Para celebrar”.


Para comprobar si estaba borracho, me puse a brincar y a dar vueltas por toda la casa, No, no me caí. Me sentía bien todavía.
Después seguí tomando y tomé mi guitarra y me puse a cantar. Lo hice bien, excepto como que arrastraba las palabras al cantar, así como lo hacen los borrachos. Decidí terminar, y guardé la guitarra. Después me puse a leer, y bien, comprendía lo que leía pero veía que las letras se movían. Ya no podía. Me terminé todo y quise pararme a tirar la basura. Cuando me paré, sentí que mi cabeza daba vueltas, y ahora sí no podía caminar. Salí afuera y ya me andaba cayendo. Me metí y que me dejo tirar al sofá.
Decidí mejor apagar la luz (con mucho trabajo), y me acosté.
Me quedé dormido profundamente. Al otro día desperté con mucha sed, y seguía mareado y con un dolor de cabeza. En la tarde fui a trabajar, pero me sentía de la patada: Mareos, vómitos, dolor intenso de cabeza, dolor de estomago, etc. Ya no aguantaba, estaba sudando mucho y un amigo me recomendó que tomara un refresco de naranja bien frío. Lo hice y eso aliviano mi dolor de estomago.
Esa fue mi triste experiencia con el mezcal y ya no me dieron ganas de repetirla.

Por último, en cuestión de drogas pues no soy un experto en la práctica aunque sí en teoría ya que me interesa mucho ese tema.
Pero lo que importa aquí es mi experiencia. A veces de chico, vaciaba el botiquín y me metía cada pastilla que encontraba sólo para experimentar, pero nunca pasó nada grave. Se me perdona, era un escuincle ingenuo.

Ya más grande, en la secundaria y en las famosas fiestas pozayorkinas probé unas dos o tres veces la marihuana, pero a pesar de ser más suave que el tabaco, no me agradó ya que tiene un efecto ahuvonizante. En esas fiestas corrían drogas más duras como la heroína, la coca y hasta ácidos.
Nunca las probé. Los heroinómanos que conocí al igual que los cocos eran muy violentos y estupidos. Los que se metían ácidos parecían vivir en un viaje feliz, pero conocía y conozco por lo menos unos 20 pelados (algunos amigos míos) que se han quedado para siempre en el viaje.

Nunca me interesaron realmente las drogas. Las olvidé, hasta que llegué a Reynosa, y me tocó en carne propia ver una explosión, un auge, una época en la cual las drogas se han vuelto algo común. La mayoría de mis amigos, quizá un 80 % son adictos a una droga, ya sea marihuana, o coca, que son las más accesibles. El otro 20% quizá la hayan probado alguna vez, o tal vez no, pero su uso es tan común que ellos ya lo ven como algo normal y no se espantan ya.

Puedo contar historias y anécdotas de todo tipo y sabores referentes a ellas. Un amigo que me asustó, al fumarse un churro delante de una patrulla, ver a los dealers en acción, persecuciones, ventas en mi propia cuadra en adonde quiera que apuntes hay alguien que vende droga, drogadictos que me han asaltado y me han querido matar, policías en activo bajo el influjo de las drogas, compañeros que venden droga en la factory, corrupción, complicidades, políticos drogadictos, amigos en decadencia, clínicas de rehabilitación al 100%, cristianos ex drogadictos, la gente quejándose pero nadie hace nada, y un largo etc.
El mundo en que vivo no es color de rosa, y yo he visto como las drogas son más un medio enajenante, esclavizante, alienante, que un medio de liberación, algo que te cambie tu mente, tu pensamiento, que te motive a crear, no a destruir.
La mayoría que conozco de adictos, no hacen nada, no crean nada, no escriben, no componen canciones, no pintan, no dibujan, no hacen poesía. Sólo ven tele, películas, futbol, y ni siquiera saben hacer una reseña, una crítica de lo que ven o hacen.

Yo hago eso y más y sin la ayuda de drogas. De hecho, por mi forma de ser, por lo que escucho, como me visto y ando, muchos piensan que yo soy drogadicto, pero no, no lo necesito. El día que conozca en persona, a alguien agradable, fino, pacífico, creativo, ingenioso, un Dylan, un Lennon, un Morrison, un Zappa (otro que no se metía nada y miren lo creativo que era), un Leonardo, un Beethoven, un Mozart, un Einstein, un Hendrix, ese día que me encuentre a alguien así, ese día quizá me anime a probar drogas.

En conclusión. Esas razones que expuse, los traumas, que ya las he probado y no me agradan, mis creencias, el miedo, el no hallarle sentido, etc., me hacen no tomar bebidas alcohólicas, ni cigarros, ni drogas.

Cada quien toma y hace lo que quiere con su cuerpo, yo he decidido no tomar ni contaminarme. Es mi decisión, y si no les gusta ni modo. Yo respeto a los que toman o fuman, es su problema. Sólo no se metan conmigo.

PD. Por cierto, tampoco tomo café. Ya llevo casi como diez años sin tomar una gota de ese brebaje, y vaya que me gustaba. Adiós.

AMIGUITO DI NO A LAS DROGAS Y SÍ A LA VIDA.

jueves, enero 04, 2007

ENTREVISTA EXCLUSIVA A FERNANDO RIVERA CALDERÓN (MONOCORDIO)

Defedificafadafa afa Yafadifirafa Hefernafandefez Safaefenz: Esperando que muy pronto se una a los amantes de la bella música de m0n0cord10.





Fernando Rivera Calderón (al parecer no tiene ningún
parentesco con el actual presidente), es uno de los
periodistas más ácidos, satíricos, irreverentes,
desmadrosos, ingeniosos, y divertidos de nuestro país.
Lo mismo escribe de lucha libre, de política, de
música, y de todo lo que se le venga a su prolífica
mente.

Sus escritos altamente profundos, lúcidos, han sido
publicados en varios medios impresos como Switch,
Rolling Stone (versión nahutlaca),
La Mosca en la
pared
(fue uno de los fundadores, y el que bautizó a
la revista con este ingenioso nombre), Milenio,
el
Universal
, Eme Equis, y un largísimo etcétera.

Aparte de los medios impresos, se suma su labor en la
radio y en la televisión. Como ven, es un tipo muy
inquieto. De la televisión surgió uno de los proyectos
más iconoclastas y burlones hacía la política llamado
El Palomazo Informativo a lado de sus compadres
Armando Vega Gil (ex Botellita de Jerez ), Martín Durán
(fiel acompañante en muchos proyectos), en donde se
burlan y se pitorrean con mucha dosis de sano humor
negro de los actos, las palabras y de todos los malos
políticos (¿hay políticos buenos?) que
desafortunadamente no son una especie en extinción.

Fernando Rivera Calderón acaba de presentar su tercer
disco solista con su proyecto Monocordio, el excelente
El Primer Rayo del Sol, sin embargo su labor como
músico no es nueva, antes estuvo en La Oveja Negra, y
en los míticos El Cuerpo de Cristina.
Como solista antes ha presentado sus discos, el
homónimo Monocordio (2002), y La Hora del Tiempo
(2005). Todos ellos de culto, con excelentes críticas
en los medios, y un gran recibimiento entre el público
conocedor. Con este juglar moderno es la siguiente
entrevista exclusiva para este medio bloggero:

Antes que nada un agradecimiento por concedernos en
exclusiva esta entrevista Fernando, se te agradece con
creces que dediques un pedazo de tu valioso tiempo
para tus fans.


I ACERCA DE SU MÚSICA

No has descuidado tu labor como periodista, sin
embargo, últimamente le has dedicado mayor tiempo a tu
actividad como músico. ¿Cuál ha sido el momento
específico en el que te hayas dedicado a componer, a
cantar en público, a grabar discos de una manera más
profesional?


FRC: Creo que todo lo vi más en serio a partir del año
2000, había pasado experiencias muy fuertes en todos
los sentidos y ya no estaba dispuesto a dilapidar el
tiempo sin hacer mi música. El Palomazo surgió por
esos tiempos también, aunque Monocordio fue primero…
bueno, primero es un decir porque es como la
conclusión y síntesis de varios proyectos previos
desde el Cuerpo de Cristina hasta la Oveja Negra,
pasando por otros menos afortunados y oscuros.



Sabemos que todo lo relacionado al periodismo y a
la escritura es algo que te apasiona, pero dado el
éxito de tus discos, y de tus presentaciones, si
alguna vez tuvieras que decidir entre el periodismo y
la música ¿qué escogerías?

FRC: ¡El Palomaaaaazo Informativo! Bueno, el Palomazo es
una buena opción para no abandonar ni a la música ni
al periodismo, aunque creo que la música gana sobre el
periodismo en mi vida, aunque no le gana a la
escritura, tal vez se encuentren en el mismo altar,
son dos maneras de encontrarle sentido al mundo, de
una especie de fe en lo invisible, en el silencio,
papá de todo lo que suena. Abandonar la escritura o la
música sería como abandonarme a mí mismo.



En tu haber hay ya tres discos solistas, ¿podrías
explicar las diferencias entre los tres?


FRC: El primero es el big bang, es una explosion de
emociones y utopías desatadas por recibir al mismo
tiempo el beso de la muerte en una mejilla y el de la
vida en la otra. m0n0c0rd10 es un instante de
felicidad, el reflejo de un momento en mi vida en el
que para mí todo tuvo sentido.


El segundo es un autorretrato en el tiempo. Así como
suena. Un autorretrato musical lleno de texturas y
colores. Cuando lo grabé lo hice pensando en hacer el
mejor disco de la historia de la humanidad y claro… lo
logré.

El tercero es un paraíso artificial creado para
sobrevivir a los tiempos difíciles. Siento que son
canciones puente, canciones que me han ayudado a
cruzar de una orilla a otra y que son radicalmente
diferentes a las anteriores tanto en su realización
como en su instrumentación. La otra orilla será un
nuevo autorretrato, creo que ya he cambiado lo
suficiente como para intentarlo de nuevo.



La música de Monocordio en lo personal me
transmite paz, tranquilidad, luminosidad, calma,
esperanza, belleza…sentimientos que en su mayor parte
han sido olvidados o relegados por muchos roqueros (en
parte por los momentos de oscuros y de incertidumbre
en los que vivimos). ¿No crees que seas un poco
soñador, o un poco ingenuo al cantar canciones que
hablan de amor, de paz, en estos tiempos de guerra,
odio y maldad?

FRC: Creo que hablar de lo jodido que está todo es
sumamente fácil. Será que se me da la crítica de forma
natural, mientras que el encuentro con la belleza es
algo que hay que enfocar de un modo distinto. La
belleza aguarda a quien la mira y, como Medusa, te
petrifica. Por otro lado, debo aclarar que canto sobre
el amor, pero no sobre la paz, creo que esos eran los
de Maná.


¿Te imaginabas que ibas a estar donde estás ahora?
¿Hasta dónde piensas llegar con este proyecto, cuáles
son tus metas, tus sueños, tus objetivos a largo
plazo?

FRC: Me he imaginado demasiadas cosas, pero no especulo
sobre mi posición en el mundo porque básicamente no
tengo idea de dónde estoy parado. Sólo sé que todo es
inestable… y bueno, espero de todo corazón seguir
despertando al lado de mi familia cada mañana de mi
vida y que mi cerebro y mi corazón no fallen al grado
de que no me permitan escribir y hacer canciones,
porque eso sería como no vivir.



Si en un raro acto de lucidez, alguna disquera
transnacional tuviera la brillante idea de firmarte.
Si te dieran todo el control creativo, y la libertad y
el presupuesto para escoger al productor que tú
quisieras para tu próximo disco, ¿a quién elegirías y
por qué?

FRC: Ahí te van, mexicanos a José Manuel Aguilera y el
Señor González, con quien ya he trabajado
anteriormente. Argentinos: Cerati, Fito, Spinetta o
Santaolalla; el productor del Eco de Drexler que no sé
quién es, pero es magnífico. Ingleses: Paul McCartney,
David Gilmore. Australianos: Barry Gibb. Y bueno,
siempre es bonito especular qué pasaría si a uno lo
produjera George Martin.


Acerca del diseño de tus discos. La portada de los
tres tiene el común de tener muchas flores. ¿Eres un
apasionado de ellas, o sólo corresponde con el
concepto del disco o la visión del diseñador?

FRC: “El diseñador” es Claudia Sánchez, la conocí cuando
tenía 14 años y yo 17, luego fui su chambelán y luego
nos hicimos novios, más adelante nos casamos, tuvimos
hijos y discos, en los que hicimos el arte buscando
imágenes que hablaran de la belleza , del espíritu y
del tiempo. Ha sido una búsqueda muy intensa y muy
satisfactoria. Y sí, además me encantan las flores,
envidio su belleza.


II TRIVIALIDADES

¿Cómo le haces para tocar la guitarra acústica de
una forma tan punketa sin que se rompan las cuerdas?


FRC: No sé, tal vez no soy yo sino las cuerdas que han
evolucionado y se han hecho resistentes para aguantar
mi forma de tocar. Con mi Gibson eléctrica sigo
siendo un gran rompedor de cuerdas.

Tienes toda la facha de un nerd, de un fresa, pero
en el escenario te transformas por completo en todo un
rockstar ¿Te consideras un rockstar, o un simple
periodista que le gusta hacer música?

FRC: Trato de no considerarme nada hasta que estoy en
algo. Cuando toco pues lo disfruto, me dejo llevar y
hago lo que me manda el momento, si eso es sentirse
rockstar, pues me siento un rockstar; cuando estoy en
el cabaret actuando me siento actor y cuando escribo
mi columna de política, pues me asumo como periodista.
Yo vivo mi vida como si fuera una obra de teatro,
cuando hay función hago varios papeles, pero cuando no
hay función soy libre, no soy nada.

Me imagino que has de tener tus fans de hueso
colorado. ¿Qué es lo más raro que te haya pedido
alguno de ellos?


FRC: Hace un par de semanas una estudiante de comunicación
que presuntamente quería entrevistarme para un trabajo
de la escuela, me pidió que le leyera mi columna. Le
dije: léela tú. Me dijo que había esperado ese momento
y que lo tenía que hacer, por favor, por favor, por
favor… Me sentí ridículamente acorralado y no tuve más
remedio que leerle mi columna política mientras la
chava me miraba como si estuviera declamando
Los
Amorosos
. La neta sí estuvo bastante raro.


Tu imaginación es muy grande. Lo podemos notar en
las rolas de tus discos, y en los choros que te
avientas en tus columnas. La verdad, ¿te metes alguna
sustancia ilegal para inspirarte?

FRC: Lo que inspira no son las sustancias sino las cosas
que ves y sientes. Alguien le preguntó a Agustín Lara
que si hacía esas canciones por fumar mota y el flaco
le forjó un churro al periodista y le dijo:
“órale,
fúmatelo y haz una canción”
. Mi imaginación funciona
desde que tengo memoria y siempre ha sido bastante
alucinada. Ahora que si quieres saber si me meto
alguna sustancia ilegal, sólo puedo decir que he
probado de todo y que todo, sin discriminación alguna,
me ha dejado alguna enseñanza (hasta los “peyogallos”,
droga de mi invención, mitad mota, mitad peyote).
También creo que todos deberíamos probar LSD por lo
menos una vez en la vida, la gente tendría más claros
sus objetivos en el mundo. ¡Y que Dios bendiga a
Albert Hoffman!



En la presentación de tu disco se te vio muy
feliz de la vida bailando sones y salsas al ritmo
del grupo Son de Aquí. Nada que ver con la imagen
estereotipada de un roquero. ¿Contigo aplica la frase
de la rola de Café Tacuba, esa que dice:
“Y en las
tocadas la neta es el slam, pero en mi casa sí le meto
al tropical"
?


FRC: A mí esas mamadas de la pose roquer me vienen haciendo
lo que el viento a Juárez, yo hago lo que quiero,
cuando quiero y con quien quiero. He bailado slam con
la Maldita en el LUCC, he brincado hasta el éxtasis
con los Chemical Brothers, he bailado cumbias que
comienzan en un si bemol y acaban sobre el colchón.
Hace poco mi compadre Armando Vega Gil y la Susuki,
que es su chava, se burlaban de mi forma de bailar,
pero yo bailo así y me vale madres. Dichosos los que
bailan porque de ellos es el Reino de los Suelos… y de
las suelas. Lo que está cabrón es que me quede quieto.

III MÁS TRIVIALIDADES

La famosa foto que viene en la Rolling Stone, en
donde aparece Gloria Trevi recostada sobre tus
piernas, ¿es real, o es una foto trucada? Da la
impresión de ser un dibujo muy realista.


FRC: ¡Por supuesto que es real! Entrevisté a Gloria para
Rolling cuando acababa de salir de la cárcel y, más
allá de sus “crímenes”, me cayó a toda madre y como
que yo también le hice gracia, así que a la hora de
las fotos todo estaba muy correcto y ella dijo:
no,
no, qué gueva, mejor una foto más acá, a ver
… y
¡sopas! Que me abraza y se recuesta sobre mí y que
Álvaro Capistrán nos toma la foto y que le digo: si
quieres ahí quédate, está chido, y la Trevi se caga de
la risa y, claro, me manda a la verga, pero en muy
buen plan. Creo que es una de las mejores fotos de mi
vida.

¿Has conocido a alguno de tus héroes musicales o
escriturales?


FRC: A varios y de prácticamente todos me he llevado una
gran impresión, algunos, de hecho, se han vuelto
amigos míos. Aunque debo decir que hay tres presencias
que vaya que me han influido y que conocerlos y poder
charlar con ellos ha sido un placer maravilloso:
Jaime
Sabines
, Barry Gibb y don Juan García Esquivel. Me
pongo de pie ante ellos.


¿Todavía crees que existe el rock mexicano?

FRC: La verdad es algo que me tiene sin cuidado, aunque si
creo que las cosas más interesantes que se están
haciéndose actualmente no son rock. El rock se ha
vuelto una hoguera de las vanidades y una pared de
fusilamientos.


Sabemos de tu amor por lo mal hecho, lo raro, lo
bizarro en cuestiones musicales y de libros. De tu
gran colección de rarezas desconocidas pero efectivas
¿podrías recomendarnos un disco, una rola, una banda,
una película, un libro, que estés seguro que no
hayamos leído, visto, o escuchado y que no nos
arrepentiremos de haberlo conocido?

FRC: Un disco: “El Acertijo de los Mil Cristales”, de
Vibroc y el grupo Canon… si lo consiguen me avisan,
porque el mío está valiendo madres.


Un libro: La tournee de Dios, del maestro Enrique
Jardiel Poncela.

Una película: Dr.Bisturí… o Picadillo, de
Peter
Jackson
… ah, ya sé, la de Planeta Fantástico, es una
película francesa de dibujos animados de la era
sicodélica, es maravillosa.


Última. Unas palabras para el público blogger que
aún no ha escuchado tus discos.


FRC: “Estoy cansado de las masas, de las mesas, de las
misas, de las musas y del sol…”,
es una frase de una
rola de MamaZ, una gran banda perdida en el tiempo… en
fin, no creo que esto ayude al público blogger a
escuchar mis discos… ni siquiera sé que es el público
blogger.


Bueno, pues muchas gracias, y esperamos tengas mucho
éxito con tu música y ojala un día te des un rol por
acá en el norte en donde tienes muchos fans deseosos
de escuchar tu música.

FRC: Gracias, mano.

Para más información de Fernando Rivera Calderón, sus discos y sus proyectos visita:

http://www.monocordio.com/

www.myspace.com/monocordio

http://www.elpalomazoinformativo.com/

www.myspace.com/elpalomazoinformativo

www.myspace.com/fernandoriveracalderon

Por último, aquí más fotos de Monocordio:

La banda en pleno en la presentación de El primer rayo del sol.


La beshísmima y sensishísima y talentosisíma Laura Vazquez.

El Monocordio y yo.



Esta fotos son posadas ya que ustedes saben que no fumo ni bebo.

THE END