martes, noviembre 28, 2006

POSTALES DESDE EL DF

VIAJE AL CENTRO DE LA REPÚBLICA

Tenía vacaciones desde el antepasado lunes, o sea estaba libre desde el sábado para viajar a donde se me pegara la gana. Estaba un poco triste porque mi idea original era ocupar las vacaciones para ir al DF a la presentación del disco de Alonso Arreola.
No tenía ni idea de cuando sería la presentación. A mitad de semana, me encuentro a Prometeo en el Messenger y platicando sobre mis planes de ir a la Gran Tenochtitlan, me comenta que la presentación del disco ya había sido el pasado lunes. Me quise morir. Nadie me aviso. Ni modo, falta escucharlo en disco y a ver que tal está, que no dudo nada que ha de estar súper.

Bueno, me pase media semana pensando en ir o no ir. Total que me aventé a la aventura el miércoles en la noche. Salí para la ciudad de Poza York. Antes que nada debía ver a mis familiares. 12 horas de camino y llegué todo incómodo y desvelado casi sin dormir a Poza Rica. De ahí, tomé un autobús al centro de Tihuatlán, un pueblito cercano a Poza Rica. Allí me esperaba mi primo Samuel. Anduvimos comprando unas cosas en el pueblo, y de ahí nos fuimos a su casa en un pequeño rancho. Ahí estuve unas horas platicando con mis primos y con mis tíos. Luego, salí para un rancho llamado Ocotepunk, al que sólo se llega en carro si es que tienes carro, o a pie, si eres jodido como yo. Me fui a pie por todo un caminito, cantando rolas de The Beatles, sólo los pájaros me escuchaban y se burlaban de mi horrorosa voz. En el camino me encontraba una que otra vaca, un nada amistoso toro que me veía con cara de pocos amigos y al que se le ocurrió ponerse a descansar en el camino. Como buen cobarde que soy, no quise molestarlo, y me salí del camino y di toda la vueltota.

Ya, después de atravesar potreros, milpas, naranjales, arroyitos, etc., llegué por fin a mi destino. La pequeña casa de mis abuelos. Estuve un rato con ellos, y con mis tíos. Platiqué, descansé, y le tomé unas fotos a blanco y negro a mi abuelito Ladislao tocando su violín huapanguero. Yo también me tomé una foto con ese amado instrumento, aunque por la forma de tocarlo parezco un integrante más del Velvet Underground (por el ruiderio), y nada a mi ídolo
Nicolo Paganini.
Fui con mi abuelo a cortar unas cañas para que su nieto favorito se pusiera a comer. Allí hablamos del pasado, de nuestros antepasados, de tesoros ocultos.
Mi abuelito cuando era niño, vagando por los campos vio una especie de llama que salía en la tierra. Era de noche, y fue y le contó a su padre, quien escéptico no hizo nada. Cometió el grave error de contárselo a otras personas, quienes ni tardos ni perezosos se dieron a la tarea de excavar clandestinamente en las noches, hallando un tesoro que presumiblemente fue enterrado por un tatarabuelo nuestro. Por ese error ahora somos pobres (pero honrados), ellos ricos (aunque nunca han contado el secreto). Si no, ahorita fuera rico y sobre todo fresota y mamón.

Bueno, me despedí con tristeza de ellos, dizque prometiendo regresar antes del fin de semana, aunque mi agenda estaba muy apretada, y mis planes eran hacía el centro de la república.
Con la oscuridad me regresé y llegué a casa de mis tíos, quienes tampoco querían que me fuera, pero si no me iba el viernes iba a ser fatal. Lo fue en cierta forma, pero eso lo veremos más adelante.
Así que me despedí y de nuevo a Poza York, de donde salí en la noche a la Gran Urbe de Hierro.

EL METRO

“Me metí en un vagón del metro y no he podido salir de aquí. Llevo más de tres o cuatro meses viviendo acá en el subsuelo…He querido salir por la puerta, pero siempre hay alguien que empuja, para adentro”.

Esta rola tacubesca era mi soundtrack de la fobia de perderme en el metro, la cual se acrecentó al llegar al capital., y tener enfrente a la larga serpiente naranja.
Mi amiga Karina Almaráz sería mi anfitriona, pero como buena anfitriona, me dio instrucciones para llegar a Muzquis. Y ella allá me esperaría en vez de ir por mí hasta la central. Total, tuve que enfrentar mis miedos y le agradezco a Karina haberme ayudado.
Llevaba un plano que saqué por Internet y que fue de valiosa ayuda. Sin el hubiera sido más difícil todo. Lo importante es que ya sé como es el funcionamiento del metro. Sólo falta saber y conocer de memoria las estaciones sin ayuda del mapa.

En mi estancia en el DF de un día y medio, me subí al metro como no tienen idea y recorrí casi todas las líneas y toda la ciudad. Es algo que me gustó y ahora mi rola ya no es la de Café Tacuba sino la del maestro Chava Flores, la que dice:

“Voy en el Metro... ¡Qué grandote,
Rapidote y qué limpiote!
¡Qué “deferencia” del camión
de mi compadre “Jilemón”
que va al panteón.”


Sí, ya sé que esta es una postal atrasada, pero aún así es preferible pagar dos pesos que pagar cientos de ellos e irte en un taxi, con un chofer que puede resultar un trácala o un psicópata en el peor de los casos.


ESCUCHANDO A DYLAN EN LA MADRUGADA CON UNA TAZA DE TÉ.

Seguí las instrucciones de Karina. Llegué tempranito como a las 6 30 a Muzquis. Karina llegó después.

¿Qué debía haber sucedido tras el encuentro? Esto es lo que dijo alguna vez Karina:

30.- ¿Si te encontrarás a este bloggero en la calle, que es lo primero que harías o dirías?
Karina: Lo miraría fijamente a los ojos, lo tomaría de los hombros y le lavaría las muelas con mi lengua, para después, sin aire en él, decirle: “¿Verdad que La Barranca apesta?”

¿Qué realmente sucedió? Nada, sólo un saludo y un beso en la mejilla. Y no es que realmente quisiera que sucediera lo que ella escribió, sino que para que escribe eso y no lo hace.

Bueno, tomamos un taxi y llegamos a su casa en Ecatepunk. Me invitó un rico y caliente té (ya que no tomo café, cervezas ni bebidas alcohólicas). Sacó su colección de discos. Pequeña, pero muy buena. Tenía el famoso de Dylan, el concierto de 1966 en donde lo llaman Judas, traidor. Sublime y todo muy surreal.
Luego, bajó su papá, muy buena onda, aunque Karina tiene otra percepción de él. En el fondo ambos somos iguales, nos une un yugo de esclavitud invisible.
Conocí a su mamá, que también es buena onda. Y también conocí a la famosa Elenka Jackson, la hermana menor de Karina y cuyo blog de los Paramoloides me gusta mucho por ser sencillo y neto. No me la imaginaba como era, pero me cayó muy bien.
También conocí a Gaby, su otra hermana, pero pues no hablé con ella y parece más seria.

Después de almorzar, vimos la película sublime del el Show de Horror de Rocky (Película que el mamón de HGM no ha visto), muy divertida, y aunque me estaba casi durmiendo por dos días sin hacerlo, me gustó mucho. Después salimos a varias partes. Primero a la editorial para que le dieran un cheque que tenía que cobrar y que nos alivianaría un poco. Luego, a buscar a su primo Taz para que le firmara el cheque para poderlo cobrar. Nunca lo encontró. Luego fuimos al centro con sus amigos de una estación de radio. Allí conocí al Koyote, un bloggero que me cayó bien, que se ve bien inteligente, sabe mucho de cómics.
Era un programa en vivo de radio por Internet. Era un especial de cómics y de música surf (nada que ver una cosa con la otra). Era el Koyote y otro chavo quienes la hacían de locutores, y Karina también metió su cuchara. Muy divertido y buen programa.

Salimos de ahí a la casa de Karina. Era un poco tarde. Karina pensaba regresar a seguir con sus amigos, y yo, a ver a Monocordio a Coyoacán, sólo, ya que Karina no tiene permiso de andar tan de noche, Prometeo iba a salir a Morelos a buscar sus raíces (?), Y Gaby Boo, pues no podía porque salía tarde del trabajo. Me tendría que ir sólo.

Regresamos. No estaban los padres de Karina. Salimos de nuevo al centro. Karina con sus amigos a una cantina. Allí estaban todos muy cucos. Karina me da las instrucciones para ir a Coyoacán, y regresar a su casa. Me indica que regresé al metro a más tardar a las 11. ¿A las once? La tocada empieza a las 10 30. O sea media hora nada más, y córrele al metro porque si no ahí te quedas.

Nos despedimos. Llego al metro y rumbo a Coyoacán. Un taxi al centro del mismo.

PRIMERA PESADILLA.

Mucho tráfico. El taxista me engaña, y me lleva a una plaza muy bulliciosa. Me dice que ahí está el Bar el Vicio. Mucha gente y un lugar muy cool, con una aura mágica y sublime, un lugar de una paz que me dieron ganas de vivir en ese barrio.
Preguntaba a todos los que me encontrará si conocían el dichoso bar, y nadie lo conocía.
Desesperado (no llevaba la dirección), entré a un cyber, y chequé por Internet. Madrid 13. Preguntar por esa calle, que tampoco nadie conocía.

SEGUNDA PESADILLA

Craso error. La misma gente de ahí me recomienda preguntar a unos policías. Amablemente me dicen más o menos donde queda. Sin embargo, las instrucciones son malas y me pierdo y nunca encuentro las calles.
Se hace tarde y son casi las once.
Después de muchas vueltas, un señor de una tienda me dice más o menos donde queda la calle.


LA HORA DEL TIEMPO

Por fin llego al Bar el Vicio. Un lugar escondido, lejos de los otros centros y bares. Un lugar pequeño pero muy hermoso.
No sabía que hacer, entrar o regresarme. Opto por quedarme, sin importarme las pesadillas que vengan después.
El lugar es pequeño, el escenario está muy cerca, y el público amable, al igual que los dueños del lugar. Todos somos bienvenidos en ese lugar.
Me siento un poco extraño en un lugar extraño.
Veo a una chava a un lado de mi. Me sonríe, pero se equivoca y piensa que soy un conocido. Veo a una chava alta que platica con otras personas. Alguien la nombra Verónica Maza. ¡Es la famosa Verónica! La de La Mosca y de Milenio.
Una chavita morena que habla con ellos, pensé que era periodista, me imaginaba que tal vez era Yareni Torres. Se sienta a mi lado, y le pregunto si escribe en La Mosca, me dice que no. Se llama Guiliana y es nada menos que una de las coristas de los Pechos Privilegiados de Cristina. Está con el bajista, un pelón llamado Oscar Alcina. Le pregunto por Hugo. Me dice que tal vez llegué, aunque no es probable, es medio mamón y siempre cree que es cool ser el gran ausente.

Se retira porque el concierto ya va empezar. Un hombre alto, con el pelo largo, canoso, y una gabardina se sienta enfrente de mí. Veo su perfil y se me hace conocido. Le quiero hablar pero se pone a platicar con la primera chava que me sonrió. Parece que es su novia, aunque el parece doblarle la edad. Ella muy cariñosa, pero el muy serio, se le ve triste y cansado.

Más tarde, mi teoría se confirma, es Armando Vega Gil, alías el Armambo Gueva Vil, músico de La Maquinita de Pachuca, y de Botellita de Jerez (todo lo que digas será al revés yosoy, y será usado en tu contra). Otro de mis héroes escritúrales enfrente de mí.
Afortunadamente traigo dos moscas en la pared. En una de ellas viene todavía el Diario íntimo de un Guacarroquer (dando ya sus patadas de ahogado). Le pediré un autógrafo.

Es hora de iniciar el concierto. Sale otro de mis héroes: Fernando Rivera Calderón. Laura Vázquez en el teclado. Sencishita y muy bonita la argentina. En el bajo, el carismático Martín Durán, fiel y eterno acompañante de mil guerras psicotrópicas de FRC, quien por cierto era su cumpleaños y a quien le cantamos las mañanitas más cortas del planeta. En le guitarra, un tal Adrián Rodríguez. Zurdo como Hendrix, tocaba con efectividad la lira. En la batería, un vato también efectivo, conciso, preciso, y macizo que desgraciadamente no recuerdo su nombre. Y en las percusiones, el también sencillo y buena onda, el Sr. González.

Juntos, con Fernando en la guitarra acústica, dieron un gran concierto:
I N O L V I D A B L E.

Yo conocía al FRC. Es mi héroe periodístico. Sabía que tenía una banda de rock. Pero lo que no sabía es que tenía una sensibilidad enorme para componer canciones que se quedan en tu inconsciente. Belleza y furia. La hermosura del caos. FRC es un tipo que sabe muy bien asimilar sus influencias. Preciosismo que lo mismo da cabida a los Beatles, a los Beach Boys, Esquivel, Pink Floyd, Radiohead, Muse, Sigor Ros, y un largo y efectivo etcétera.
¿Cómo explicar y describir con palabras lo inexplicable, lo etéreo, la belleza que entra en nuestros oídos y nos hace viajar, soñar, que nos transporta hacía mágicos e imposibles universos?
Así es la música de Monocordio, la cual es infinitamente potenciada al ser reproducida en directo. (¡Urge pero a la voz de ya, un dvd en vivo!). Un caos sonoro, una furia incontenible pocas veces visto, y eso que FRC no es un artista que se dedique mucho tiempo a andarla rolando como músico, al menos no tanto como sí lo hace como escribidor, y periodista. Verlo en vivo es toda una experiencia no apta para aburridos y apáticos. Es todo un showman, todo un rockstar. Aunque su apariencia inofensiva, nerd, fresa, bobalicona (esos lentes), hagan ver lo contrario, en el escenario FRC se convierte en otra cosa totalmente letal con esa guitarra acústica tocada de un modo totalmente punketo.
Nunca lo había presenciado en vivo, alguna vez lo vi en Animal Nocturno con Betty Page, y me encantó, pero esto es totalmente diferente. Tienen que vivirlo por ustedes mismos.
Por lo mismo, no conocía la mayoría de las canciones, pero el hecho es que aun sin conocerlas, todas me gustaron y me prendieron.
Monocordio es un artista en toda la expresión de la palabra. Un artista que merece ser escuchado en toda la república y ser tocado en la radio. Os aseguro que hasta al más popero, al más rudo dejará estupefacto y con buen sabor de oídos.

HÉROES DE CARNE Y HUESO

Terminando el concierto que nadie quería que terminara, me lance sobre mis héroes. Primero sobre el señor de la gabardina. Le pregunte si era el Armiados. Que sí. Lo saludé, y le pedí que me diera su autógrafo, a lo cual amablemente accedió firmándome una mosca en la pared que traía con las Aventuras de un Guacarroquer. Después una foto con él y con el Señor González.
Después, para adentro del minicamerino donde todos estaban apretujados. Ahora, unos autógrafos con Fernando, y una foto loquísima con él, ambos con sombrero de copa.
Allí vi a otros dos héroes guitarrísticos: Alex Otaola grabando con su cámara, y José Manuel Aguilera. No me tomé fotos con ellos, ni les pedí autógrafos. Deje que disfrutaran el momento como unos simples mortales más.


PESADILLA NÚMERO TRES (PERDIDO EN COYOACÁN)

Bien, el concierto acabó como a la una o dos de la mañana. No sabía que hacer. Ya no había metro a esas horas. Quise hacer tiempo allí para que se hiciera más temprano y después irme al metro, al más temprano que hubiera.
Por más que escuche el buen son de el grupo de casa llamado Son de Aquí, quienes hicieron bailar a todos (roqueros incluidos), pasó el tiempo y bueno tenía que marcharme. Mi error fue nunca preguntar la hora. Pensé que ya eran mínimo las cuatro. Una hora haciéndome pendejo en la estación. Que den las cinco y tomo el primer metro. Después de un rato vagando en Coyoacán, pensé llamar a Karina, pero, aquí viene lo malo. El teléfono lo tenía perdido, por más que busqué nunca lo encontré. De nada servía que llegara a su casa, si me iba a quedar afuera, en una colonia desconocida y peligrosa. No sabía que hacer. Tome un taxi y le dije que me llevara al metro de Coyoacán. Allí supe que por ser sábado abrían hasta las siete, o sea que mínimo tendría que estar unas tres horas esperando.
Para no hacerla larga, tome un taxi a Muzquis, pensando que allá todavía habría taxis para Granjas de Guadalupe. Se veía peligroso. No había nada, y mejor tomé un taxi a la central de autobuses y allí me quede. Aunque no dormí. Vi un cyber, y allí escribí el post anterior.

EL REENCUENTRO

Tempranito tomé el metro y de nuevo a la casa de Karina. Llegué, toqué y nadie me abrió. Vi el taxi de su papá y allí estaba su teléfono. Salí y le llamé. De nuevo a su casa. Me abre y a contarle todo lo que ya les platiqué.
Es hora de despedirnos, aunque yo tengo otros planes antes de abandonar México.
Ella parte rumbo con su tía, yo al centro de México a buscar un disco. Me llevo de recuerdo un disco doble de Leonard Cohen, y un libro de un tal Fran Ilich, llamado Metro Pop que Karina me regaló. Por cierto, ese libro es como un retrato, un espejo, una biografía de mi vida incierta, y sin futuro.

Gracias por todo Karina. Espero verte pronto.

GABY BOO

Gabriela es una chava chilanga con la que he tenido relación por medio del mail desde hace un buen de años gracias al extinto foro de La Mosca. De hecho, ella iba a ser la guía original, pero por su trabajo no lo pudo hacer.
Traía su teléfono, y se me ocurrió llamarle. Estaba en su trabajo pero me dijo que la esperara en el Zócalo a las 6 de la tarde. Acepté.


DORMIDO DESPIERTO

Yo ya estaba cansado, sin dormir, y me sentía mal. Caminaba, pero parecía que estaba en otro mundo, me sentía parte de un sueño. Caminaba, y parecía que flotaba, me sentía como un fantasma. La gente hablaba, pero yo las escuchaba lejanamente. Me sentía muerto.
Las horas pasaban lentamente y yo estaba muy cansado. Me di un rol por todo el centro y me pareció maravilloso, pero con hambre y sueño no es lo mismo. Karina y yo tenemos el común de malpasarnos.
En el zócalo se celebraba algo que me da flojera escribir, el chiste es que había un concierto. Unos chavos bien fresones, carilindos y con pinta de ser mamones vestidos a la inglesa llamados algo así como Tacto Esperta o no se que mamadas, pero el chiste es que tocaban muy chido, me sorprendieron, nada que ver con la modita indie, era una mezcla de música entre Pink Floyd y The Mars Volta, totalmente viajado y alucinado. Lo malo es cuando el tecladista se ponía a cantar. Mejor deberían de ser sus rolas largos viajes instrumentales.
Después, caminé y caminé por la gran ciudad. Me metí a la catedral, y casi me dormía en una banca, mejor me salí. Comí. Y volví a caminar, perdiéndome en el centro en muchas calles llenas de vendedores ambulantes. Cuando por fin salí, llegué a una calle llena de librerías, todo un agasajo y yo sin dinero. Entré y la neta que lástima que en mi ciudad no haya ni siquiera una librería del tamaño de una de esas. Me sentía como perro flaco hambriento afuera de una carnicería.

EL ZÓCALO

El Ombligo de México es algo sui generis. Me da risa la ingenuidad de todas las personas con sus campamentos. Algunos por buenas causas, otros por ser manipulables, pero al igual todos ingenuos, y me imagino sin nada productivo que hacer. Se me hace de lo más estupido, inútil e idiota instalar un campamento en el zócalo o en el lugar que sea, si a lo largo de los años se ha demostrado la inefectividad de esos métodos anacrónicos y anticuados.
Veo a un concierto contra la No violencia contra mujeres y niñas. Oigo a las viejas (lesbianas probablemente) parloteando, ni siquiera saben hablar en público, dicen cada pendejada, no saben comunicar sus mensajes. Veo las masas escuchando algo que no entienden. Me alejo de allí.
Exposiciones aburridas del mismo tema. Obras de teatro que no pueden ser escuchadas por la misma música de los organizadores. Se notan aburridas, aunque las masas manipulables emocionadas les creen todo lo que dicen y andan de stand en stand recolectando flyers, folletos e información que no dudo acabaran en la basura.
Más adelante grupos de comunistas, que viven en otro mundo, les veo su cara y me es imposible pensar que alguien todavía crea en Lenin, en Marx, en Engels, en el asesino de Stalin, en Castro, en el Che Guevara. No lo puedo creer, pero hay gente que todavía lo hace, y gente que los sigue.
Luego, los neo aztecas danzando y haciendo rituales dizque mágicos y embaucando a cualquier pendejo. Lo peor, todo el zócalo lleno del humo apestoso del incienso.
Y, los de la Appo y otras organizaciones. Pinches Huevones, oportunistas, me imagino son los mismos que andan en toda marcha y plantón.
Neta, si no fuera por esa gente, el zócalo realmente fuera un lugar mágico.

GABY BOO 2 PARTE

La hora se acercaba, tenía ganas de ir al baño. Me metí a uno de los campamentos que tienen en el zócalo, no recuerdo si era de la APPO o de alguna organización comunista o similar. Pagué dos pesos, y neta, me dio risa y muchas ganas de tomarle una foto a los baños futuristas de estas organizaciones: Cuatro garrafones cortados a la mitad, jajajá se pasan, que imaginación.

Después salí, le hable a Gaby a su celular, y ya estaba en el ombligo de la república, aunque cobardemente fue acompañada de una amiga. No es lo mismo lo que dices por mail que la realidad cruda, no es lo mismo ser amigos de lejos, que tenerte enfrente.
Avance y llegué con mi amiga. Se veía diferente. El pelo negro y no como las fotos que me envió. Aunque su belleza es innegable. Me gusta su forma de hablar, achilangada con toques de española. Iba acompañada de una chavita alta y güera llamada Karina (para variar), la cual es diferente a ella, más fresa, y más ¿cómo decirlo? Bueno, se parece más a mí, y no tiene la loquera y desfachatez de Gaby.

Después de saludarnos, salimos y me llevaron a varios lados: El Sanborns de los Azulejos, el Palacio de Bellas Artes, al cual le tomé unas fotos desde lo alto de la Torre Sears. Y luego a Garibaldi, lo cual será porque no tomo, o será porque no me gusta mucho la música de mariachis, y mi mente está en otras músicas, o será porque nunca me he identificado con el nacionalismo chafa de nuestro país, y aborrezco de todos los clichés que dizque nos identifican, o no sé, pero no me emocionaba estar en esa plaza tan mítica. Les decía, yo soy muy cohibido, pero si hubiera estado sólo con Gaby, otra cosa hubiera sido. Tenía planes, pero todos los tiré por la borda.

Me despedí de ellas, y no sé que pase en el futuro, si es que pasa algo. Sólo me di cuenta de algo, soy bien fresa, convencional, no me parezco en nada a Gaby o a Karina Almaráz. Si acaso sería gran amigo de ellas, me juntaría para ver películas, conciertos grandes (no cualquier conciertillo), o simplemente escuchar rolas en nuestras casas y nada más.

Después de despedirme sentí un gran vacío en mi alma, me siento como empezando una nueva era. No sé describirlo. Me sentía mal. Quería ya no escribir, tirar todo a la basura. Aquí estoy y ya no sé que hacer.

POZA YORK AGAIN

De nuevo en Poza Rica. Llegué de sorpresa tempranito. Ahora si dormí como lirón, y tragué como león. Allí me enteré de varias noticias buenas y malas:

TRES MUERTES EN UNA SEMANA

Jesús Blancornelas, uno de mis héroes periodísticos muere en Tijuana. Me siento mal. Era un periodista que te hacía sentir que no todo es corrupción en ese mundo. Uno que siempre hablaba con la verdad y que no temía al narco. Con su partida me siento inseguro, no sé en quien confiar.

Valentín Elizalde muere a balazos en ¡REYNOSA! Miren nada más, dejo el terruño y miren que pasa. La muerte me dio risa, no porque lo hayan matado, sino porque fue en Reynosa. Pinche ciudad, sólo es conocida por sus escándalos.
Ayer leí que creo que es obra de los carteles, y que tienen en la mira a los Tucanes de Tijuana, a Beto Quintanilla. Sería un bien a la humanidad y al mundo de la música.

AUN HAY MÁS.

Esta muerte la pongo aparte. Ironías de la vida. Raúl Velasco muere el día en que lo iban a homenajear. Como me dio risa esa noticia.
Lo peor es algo que alcance a oír por medio de Maná, en el homenaje, para eso vamos a dos de los grandes momentos ridículos del rock mexicano:

GRANDES MOMENTOS RÍDICULOS DEL ROCK MEXICANO 1 PARTE

Allison en un programa del otro lado llamado Caso Cerrado. Eran testigos de una pareja de adolescentes oligofrénicos los cuales según se habían hechos novios con la canción de Frágil (una de las canciones con uno de los estribillos más abominables y torturadores de oídos). Después, el grupo, haciendo el ridículo tocando esa rola en la sala, evidentemente haciendo play back. Vergonzoso.

GRANDES MOMENTOS RÍDICULOS DEL ROCK MEXICANO 2 PARTE

Maná, en el homenaje a Raúl Velasco. Alex y Fher, felices y conmovidos declaran que Raúl Velasco fue un “adelantado a sus tiempos”, por permitir la incursión de grupos de rock en español en su programa. O sea, si Raúl no hubiera permitido a estos grupos la oportunidad de incursionar en su fascista programa, ¿el rock en nuestro país no estuviera desarrollado, o estuviera más atrasado?
¿Qué acaso no saben, que es por culpa de estos programas que nuestro rock se encuentra atrasado, en el subdesarrollo musical, y con otras miras que no son la calidad, la experimentación, sino las ventas, y la popularidad? ¿Qué no saben que Siempre en domingo, era un programa que no daba un paso sin guarache? Nunca presentaban un grupo nuevo nomás por buena onda, sino porque eran fríos y calculadores y sabían que les redituaría dinero.
Ah, pero olvidaba. Maná les debe mucho. Recuerdo su debut, cuando eran sólo tres (Juan Diego, Alex y Fher), todavía eran jodidones e ingenuos, todavía tenían cierta magia y encanto, cuando Alex tocaba su pequeña batería (no el monstruote que trae ahora) descalzo y con una frescura, cuando juntos cantaron la que dice “Eah, queremos paz y no la guerra” Lejanos tiempos, pero esa plataforma hizo que se elevaran y ahora sean los más famosos roqueros mexicanos en todo el orbe. Por eso dicen estas palabras que para ellos sí tienen mucho sentido.

TUZOS CARNIVOROS DEVORAN A UN PUMA ARROGANTE

Otra noticia que me alegró el día. Estaba durmiendo en casa de mis tíos. Mi tío y su familia entera es fan del Pachuca, excepto un primo que vive en Reynosa y que con su familia le va al América. Oí un grito jubiloso de ¡Goooooooooooooooollllllllllllllllllllll!!!!!!!!!!!! Era mi tío y mi primo. Era del Pachuca sobre los Pumas últimamente se han doblegado sobre el Pachuca, ya los agarramos de clientes.
No quise pararme. Sólo escuchaba como se iba consumiendo el tiempo. Tenía miedo de que anotaran un gol los felinos, así que como una mantra me puse a cantar rolas de Queen para consumir al tiempo. Unas cinco rolas, y el árbitro silbó el final. Los Tuzos ganaron y ahora van los Diablos Rojos del Toluca. Espero que este año sean doblemente campeones. Que ganen la sudamericana contra el Colo Colo, y que la final le ganen al Guadalajara, o al América. Puede que me equivoque, pero este equipo tiene algo mágico que les hace ganar y conseguir lo imposible, lo que nunca nadie ha logrado.
Esperemos que nos den una sorpresa, y si no, pues ni modo, así es el fútbol.

THE END

Me levanté contento. Vi los otros partidos. Fuimos a ver a una tía, y de nuevo a la central ya para irme a Reynosa. Otra vez sin dormir en el autobús. Llegué el lunes temprano a casa. No fui a trabajar. No lo extraño. Estaba muy cansado. A ver que sucede hoy. Este es un post largísimo, son postales. Pueden leerlo en pedazos. En el orden que quieran.
Espero regresar a México City con más calma y conocerlos más. Saludos desde Reynosa la polvorosa.

15 comentarios:

Decireves dijo...

Pus se ve que te la pasaste de surrealistica manera compa, a ver cuando se anima a venir a Monterrey, nos ponemos de acuerdo, me llevo la acustica, nos ponemos a cantar (dizque) y comprar alguna pendejada,discos,pelis, libros etc..solo es cuestion de tiempo brother...saludos

Garash dijo...

Vaya viaje que te aventaste, conociste varios lugares representativos de la ciudad. Saludos.

Hamlet dijo...

Fe de erratas:
La acompañante de FRC en Animal Nocturno no es Betty Page (¿de dónde sacaría eso?), sino Betty Davis.

Por cierto, para los fans del Armiados, y de su diarío, me comenta que ya es muy díficil si no imposible que vuelva a escribir en La Mosca. Sucede lo que ya sabíamos, ya estaba esa historia volviendose repetitiva y dando sus patadas de ahogado. Ni modo.

Oso Polar. A ver cuando tengo chance (y dinero), para ir a Monterrey, o que vengas a Reynosa. Tus paisanos de Kinky estarán próximamente.

Saludos a todos.

Gerardo dijo...

Hola Jesus!
pues que buena travesia en el DF, alguien dijo que las pruebas mas dificiles hacen mas fuerte al ser humano, si la hiciste en la capital la podras hacer en cualquier lugar.
felicidades?
un saludo
Gerardo

Karina dijo...

Olvidaste que conociste a tu sobrina Ámbar...

Entre otras cosas...

Anónimo dijo...

ENTRA A DIXO AL BLOG DE ALONSO JAJA Y CHECA LOS COMENTARIOS :)

Ciudadana Herzeleid dijo...

Tss, te la pasaste bien ¡no te hagas! Nos vemos en el toquínde Panteón =)

Unknown dijo...

Que chido viaje!!!, Ah Veracruz que estado tan chingón, no por nada la mayoría de mis vacaciones son para allá.

Chale me perdí del toquin de Monocordio, afortunadamente ya recuperé de su letargo mi agenda.

Saludos.

Ciudadana Herzeleid dijo...

Tsss, Hamlet, mejor haz un post acerca de porqué no sé presnetó Panteón, normalmente me ilusiono pero siempre terminan por decepcionarme

Ginger dijo...

Bueno, ¿pero te gustó lo que viste, visitaste y viviste?

¡Besos!

Anónimo dijo...

ve lo que escribio tu amiguita GuadaLUpe en el blog de Al

Amenazza dijo...

Ese Ham...
guau. que chidas vacaciones...

Karina dijo...

Ham! Ya terminé el cuento. No sabes, espera un poco para que puedas leerlo completo en el blog.

Besos.

Anónimo dijo...

Qué chida crónica. Muy divertida. Me alegra que te la hayas pasado bien en Chilangolandia de mis amores.
Saludos desde estos lares.
Verónica Maza

www.myspace.com/veronicamaza

Anónimo dijo...

el guitarro de Monocordio es Adrián López y no "un tal, Adrían Rodríguez".

peace.