INTRO
Cuando digo que lo mío es el rock, estoy diciendo que me siento como el personaje de la canción de Los Enanitos Verdes: “Vagando por las calles, mirando la gente pasar, el extraño del pelo largo sin preocupaciones va. Hay fuego en su mirada y un poco de insatisfacción”
Así que es inútil que traten de entender o interpretar todos mis actos.
Yeah, eso es. Yo soy un rey extraño, un rey sin pelo largo pero ideas muy punks. O, más que un rey soy una especie de bicho raro, un extraterrestre, un apestado, alguien que no pertenece a este lugar.
I.- UN ESPIRITU QUE TRASCIENDE EL TIEMPO Y LAS FRONTERAS
Cuando digo que lo mío es el rock estoy diciendo que mi espíritu forma parte de un gran movimiento que trasciende el tiempo y el espacio:
Cuando digo que lo mío es el rock, estoy diciendo que me siento como el personaje de la canción de Los Enanitos Verdes: “Vagando por las calles, mirando la gente pasar, el extraño del pelo largo sin preocupaciones va. Hay fuego en su mirada y un poco de insatisfacción”
Así que es inútil que traten de entender o interpretar todos mis actos.
Yeah, eso es. Yo soy un rey extraño, un rey sin pelo largo pero ideas muy punks. O, más que un rey soy una especie de bicho raro, un extraterrestre, un apestado, alguien que no pertenece a este lugar.
I.- UN ESPIRITU QUE TRASCIENDE EL TIEMPO Y LAS FRONTERAS
Cuando digo que lo mío es el rock estoy diciendo que mi espíritu forma parte de un gran movimiento que trasciende el tiempo y el espacio:
Mi espíritu forma parte de aquella pareja de enamorados de algún pueblito texano en los lejanos 50. Estamos besándonos mientras tomamos una malteada de fresa acompañados de la música de una vieja rocola. Estamos bailando, cantando y soñando al ritmo de “Zapatos de ante azul” de Carl Perkins, “Summertime Blues” de Eddie Cochran, y el “Be Bop a Lula” de Gene Vincent. Apenas están los primeros acordes de “Tutti Frutti” de Little Richard cuando un amigo nuestro entra corriendo, apaga la música y mientras llora nos cuanta que acaba de enterarse de que nuestros ídolos Big Bopper, Richi Valens, y Bubby Holly acaban de morir de un avionazo. Un silencio sepulcral inunda la sala, mi chava estalla en llanto, está inconsolable. Creemos que la música ha muerto. Pero, esto no es así.
Me veo en los sesenta. Todo un hippie. El Avalon, el Fillmore West, el Aigsbury Park en Frisco, el Verano del Amor, la efervescencia hippie, el mundo lleno de color, de amor y paz, Woodstock, La Rolling Stone, La Beatlemanía, Like a Rolling Stone, La Family Dog, Santana, Jerry García y los Muertos Agradecidos, Allen Ginsberg, Jack Keruak, Janis, Jim Morrison, Jimi Hendrix, Clapton, Marihuana, LSD, ácidos, María Sabina…en fin, una revolución de ángeles de pies descalzos y de matas largas.
Los Setenta. Mi greña larga meciéndose al viento mientras paseo en mi patineta. Mi cuarto lleno de posters y de discos LP. Mis padres regañándome por subirle todo el volumen al tocadiscos. Pobres de los rucos, pobres de los nacos, pobres de los fresas, ellos no lo pueden entender, que soy un chavo de onda y me pasa el rock and roll.
Soy ese chavo en primera fila agitando sus greñas en un concierto del Zeppelin, del Floyd o del Rush. Soy ese chiquillo robándose el maquillaje a su jefa para pintarrajearse como los de Kiss. Y también soy ese chavo londinense punk, desempleado, pintarrajeando una barda con esta frase: “NO FUTURE”, mientras canto por las calles rolas de Iggy Pop, The Ramones, o Sex Pistols.
Estoy ahora en los ochenta. Una versión reloaded y ultralight de los 50. Mis pantalones deslavados, desgarrados, y arrollados por la parte de abajo. Mis Kaepa de triangulitos es lo que rifa, al igual que los Reebok de bota con la lengüeta de fuera. Mi copetote con kilos de gel. U2, Queen, Caifanes, Talking Heads, Men at Work, INXS, Las mamis del rock: Twisted Sister, Cinderella, Motley Crüe, Van Halen, Judas Priest. Metal, mucho metal. MTV primigenia. El Video mató a la estrella de la radio. Siempre viviendo de noche. Autos moda y rocanrol. Mis padres preguntándome que voy a ser de grande: Presidente de la nación, Nooooooooo. Estrella de rocanrol, Yeahhhhhhhh.
No dejando que nadie controle mis sentidos, ni mis vestidos, y, ¿a quién le importa lo que yo diga y lo que yo haga? Así nací, así soy yo nunca cambiaré. Y me vale, vale, vale, me vale todo.
¿Más metalero y pesadón? Allí está Metallica y Iron Maiden. Ahí está surgiendo el black y el death con grupos como Slayer, Venom, Motorhead, y la Black Metal Maphia. O, si me quiero ver más alternativo, más acá, más dizque conocedor, o mejor dicho más mamila, pues me los apantallo con R.E.M., Yo La Tengo, Sonic Youth…
Los noventa. Soy ese chavo con el pelo largo, deprimido, sin expectativas, sin futuro, uno más perteneciente a la gris Generación X. Con mis botas Martens, mis pantalones de mezclilla deslavados y rotos, una camisa de franela, todo pandroso y andrajoso. Mi única luz proviene del Noreste de los USA. De una ciudad fría y lluviosa llamada Seattle. Un nuevo estilo llamado Grunge. Nirvana, Pearl Jam, Green River, The Melvins, Temple of the Dog, Mother Love Bone, Soundgarden, Alice in Chains,Stone Temple Pilots, Las Calabazas Aplastadas. Nuevos mesías redentores: Kurt Cobain, Layne Staley, Shannon Hoon, y Andrew Wood.
Si no me late lo visceral, ahí está lo melódico que me llega del otro lado del Gran Charco: Oasis, Blur, Manic Street Preachers, Pulp, The Verve, Super Furry Animals, Gomez, The Beta Band, Radiohead, James, Kula Shaker, Portishead, Tricky. El Brit Pop está en todo su esplendor.
Época actual. Lo más nice, kool, fashion, in, es estar impecablemente desarreglado. Los 70 reloaded. Más pose que actitud. Ahora somos indies, clones, hypes, libertines, y muy libertinos. Nos ufanamos y nos jactamos de haber inventado todo, cuando la realidad es que es la misma rueda de la fortuna pasando por el mismo lugar pero con otra gente. La misma gata pero impecablemente revolcada. Revolcada a propósito. Lo de hoy es escuchar a Keane, Thom Yorke, Björk, Coldplay, Bloc Party, The Strokes, Interpol, The Rapture, The Stills, The Killers, Arcade Fire, Kaiser Chiefs, The Yeah yeah yeahs… y un sin fin de grupitos que te aprendes de memoria para apantallar a tus amigos de que sabes mucho de rock, aunque la mayoría sólo sea la sensación del momento, y al segundo disco se desinflan.
Lo de hoy son mamadas como fotolog, My Space. Lo de hoy es bloggear, aunque sea pendejadas como esto que estoy escribiendo, pero eso te da categoría, notoriedad, y ya te crees porque te leen, y te comentan, y te maman. Lo de hoy es el Internet, el Messenger, los malditos y estupidos, esclavizantes, alienantes y enajenantes celulares, el iPod…
Lo de hoy es fingir que somos roquerotes de coraza, roqueritos de juguete, pero en realidad somos fresas de corazón.
II LIBERTAD E INTUICION
Cuando digo que lo mío es el rock, estoy hablando de libertad.
¿Qué otro género me ofrece libertad de acción? Un verdadero roquer es un ser libre. Libre de ataduras, moldes, pensamientos y acciones.
Mi música favorita es el rock. Guitarras eléctricas, bajos, baterías, armónicas, panderos, y a veces algunos locos le meten acordeones, flautas, violines, banjos, y todos los instrumentos musicales habidos y por haber.
Pero, el rock es música. Uno de los tantos hijos que tiene la música. Así que no sólo me gusta el rock. Escucho música clásica, ya saben, los infaltables como Beethoven, Mozart, Bach, Chopin, Debussy, Wagner, y un largo etc.
Pero, también me gusta el jazz. No soy un maestro en esta música y no conozco a muchos músicos pero tengo unos cuantos discos de jazz, y me encanta horrores escuchar a Miles Davis, al Duque Ellington, a John Coltrane, a Louis Armstrong, a Charly Parker, al Dave Brubeck Quartet…
Y también me gusta el blues, y escarbar toda la música primigenia. Buscar las raíces, escuchar la música desnuda, al natural. Me encanta el gospel, los spiritual songs, los himnos evangélicos, el soul, el country, el western, el texmex. Escuchar a Jonnny Cash, a Ray Charles, Stevie Wonder, al Elvis primigenio, a Roy Orbison, a Buddy Holly, a Aretha Franklin. Me gusta escuchar músicos y cantantes de iglesias que cantan tal vez desentonados pero con mucho feeling y soul. Me gusta escuchar a los músicos callejeros.
Me gusta mucho toda la música negra, y en especial el hip hop. Ese jazz verbal como lo llama Jaime López. Y me gusta más cuando lo tocan con instrumentos en vivo, o cuando lo mezclan con rock como lo hace esa bandototota de negros llamada The Roots.
Pero también me gustan los ritmos tropicales y más populacheros. Una que otra norteña, grupera, salsera, romántica, tropical, cumbiera, vallenato. No me avergüenzo, mucha de esa música fue con la que crecí, otra la conocí en el camino y está muy chida.
Y también me gusta toda la música folklorica del país que sea. Especialmente si tienen violines, es por eso mi amor y mi gusto por los huapangos huastecos, el son del mariachi jalisciense, la música de gitanos, el folk celta e irlandés…En fin, nunca acabaría, pues me faltaría el buen pop en inglés de los cincuenta hasta los 8o. El pop español y uno que otro mexicano. El reggae, el ska verdadero, el punk, el funk, el tango, la música brasileña y la cubana, y toda la música que aún me falta por escuchar o que todavía no se inventa.
Y también para que no digan que sólo me gusta lo viejito, me encanta toda la música electrónica del nuevo milenio, y pienso que por ahí estará el camino que abrá de recorrer el nuevo rock que aún no conocemos.
¿Y por qué digo todo esto? Simple y sencillo.
Hay gente muy sectarista y cuadrada aún en un género tan libre y abierto como es el rock. Quienes no aceptan que si eres un roquer no debes de escuchar otros géneros, o que debes vestirte y actuar de tal o cual forma.
Una vez Enrique Bunbury, un músico que no me gusta su trabajo pero que respeto y admiro muchísimo dijo esta frase: “Si el rock entendido como actitud, no es libertad, yo a partir de hoy me borro y no soy más un roquero, porque no me interesa un género musical en el cual no se permita la libertad”.
Opino lo mismo que Bunbury. Ser roquer es algo más que traer el pelo largo, vestirse de negro y colgarse una guitarra.
Para identificar un verdadero roquer se necesita mucha intuición. Por eso te das cuenta de que Rigo Tovar, Selena, Esquivel, Parchis, Cepillín, Ramón Ayala, Cornelio Reyna, Burbujas, El Gran Silencio, Los Ángeles Negros, Mecano, el Piporro, Chava Flores, Serrat, Sabina, Robi Draco Sosa, Franco de Vita, el Flaco Jiménez, los Super Seven, todos ellos son roqueros, aunque muchos no se vistan como tal, y ni siquiera toquen ese género.
Y, gente como Shakira, Ricky Martin, Paulina Rubio, Julieta Venegas, Coti Soronkin, Panda, Allison, Motel, Moderatto, Good Charlotte, Kalimba, Belinda, Alejandra Guzmán, Moenia, Cava, OV7, Pepe Aguilar, Panteón Rococó, Inspector, Genitallica, María Barracuda, Arjona, Simple Plan, Avril Lavigne, y un largísimo etcétera, por más que digan, que griten, por más que se vistan, por más que vivan, por más que intenten, por más que salgan en revistas, estaciones, y canales dizque “roqueros”, por más que quieran cantar, nunca en sus perras y caninas vidas lograrán ser un roquero autentico.
Los perros se reconocen entre sí. Los gatos también. Los roqueros reconocemos a otro roquero cuando lo tenemos en frente.
Por la libertad y la intuición, lo mío es el rock.
III UN PEDAZO DE MI VIDA
El rock es una parte importantísima de mi vida. La música y todo lo que la rodea es un miembro más de mi cuerpo. No sé que haría el día que tuviera que abandonarlo todo.
Yo no consumo drogas, ni fumo, ni bebo, pero el rock es como un vicio para mí.
Lo digo en serio, es una adicción y no lo puedo dejar. A veces me pregunto, existe Alcohólicos Anónimos para los borrachos que no pueden dejar de beber. Existen grupos de apoyo para los fumadores. Centros de rehabilitación para los drogadictos. Hay grupos de ayuda para los marranos que no pueden dejar de tragar, para los bulímicos, las anoréxicas, y ¡hasta para los homosexuales! Que quieren dejar de serlo.
Sin embargo, no conozco ningún centro que apoye a los melómanos, ni a los roqueros.
Imaginad Roqueros Anónimos, y yo sentado en una silla en medio de una bola de arrepentidos y apoyándonos mutuamente: Hola, me llamo Carlos, y estoy aquí porque no puedo dejar de escuchar a Jethro Tull.
O, un centro de rehabilitación donde me tengan encerrado semanas sin escuchar música hasta volverme loco. No me lo imagino.
Y es que para un roquero como yo no hay consideraciones. A un borracho, o a un drogadicto todos sus familiares comprenden su problema y tratan de ayudarlo, en cambio, al roquero todos lo condenan injustamente, aunque la música y sus efectos sean la droga más inofensiva que conozco.
Es por eso que me duele y me dolerá el momento que decida de escuchar música y rock. Me dolerá. Tendré que quemar mis libros, mis cuadernos con apuntes, mis diarios, mis periódicos, mis switchs, mis rollings, mis moscas en las paredes, mis rock stages, mis lenguas, mis marvins, mis casetes, mis discos, mis compacts, mis mp3, mis películas en vhs y en dvd, mi dvd, mi televisión, mi grabadora, mi guitarra, tendré que clausurar este blog que ya no tendría ningún sentido. Tendría que clausurarlos a ustedes también, tendría que clausurar todo mi pasado y tendría que clausurarme a mí.
Sería otra persona totalmente distinta sin el rock. Es por eso, que si me quitan el rock, se iría una parte importante de mi vida.
Pero, para que suceda eso, tendrían que matarme para arrebatarme el blues. Y aunque hay una frase muy sabia que me aconseja sutimente: “Don’t put your life in a rock and roll band”, sigo pensando que la respuesta a la pregunta de “Do you believe in rock ’n roll, Can music save your mortal soul?" es un contundente no. La música no puede salvar mi alma, pero sí puede hacerme feliz por un momento que parece eterno, hacer olvidarme de mis problemas, hacerme soñar, elevar mi alma y mi espíritu, pintar mi corazón con una amplia gama de coloridos sentimientos, desde un rosa feliz, la luminosidad y pureza de un blanco, lo sangriento y la pasión de un rojo, la maldad metalera de un negro, hacerme llorar con un gris, o ponerme triste y depresivo con buen blues.
En fin, tantas palabras para regresar a una simple frasecita que dice: Es sólo rock and roll pero me gusta.
Por eso, para terminar esta larga perorata, cuando digo que lo mío es el rock, estoy diciendo que el rock es mi vida misma.
Ahora este último pinche meme se lo paso al:
9 comentarios:
Hamlet...Mi querido Hamlet...
Me siento impotente al escribir un comentario para este Post que está destinado a convertirse en un clásico.
No quiero sonar como un fan lamebolas que idolatra a su escritor favorito, pero puedo decirte sin temor a equivocarme que es de los mejores post que has escritos cuando no el mejor
GRACIAS...MUCHAS GRACIAS por hacer de mi pequeña idea algo tran monstruioso y tran grande
Por gente como tu, lo mio es el Rock
¡TWO THUMBS FUCKING UP!
tres ideas bien logradas que habríamos disfrutado más por episodios, cada una con la atención que merece.
Chido Hamlet.
Ay guey...como podre superar eso maestro???
saludos...
Cuando digo que lo mío es el rock, estoy diciendo que tú estás aquí por eso.
Y es verdad: tú estás aquí por eso.
Que Viva el Rock and Roll.
Ya regresé caramba, este texto ha estado dando vueltas en mi cabeza desde que lo leí, no termino de digerirlo.
Me parece que en él has logrado plasmar un pensamiento totalmente auténtico, profundo, eso es un gran paso en la escritura, y como siempre lleva tu sazón.
Gracias por aclararme un punto que yo no sabía cómo definir en mi persona: soy re-mamona, no sólo por REM y Sonic Youth agrégale a Jetro Tull
Algo que admiro infinitamente de ti es esa sensibilidad y conocimiento musical que te caracteriza. Este texto es grande e intenso, y mira que sé de que hablo cuando empleo la palabra "intenso". Terminando aún de sacudirme un poco de tierra que me quedaba encima, estoy de vuelta para agradecer tu comentario. Por lectores como tu, vale la pena seguir rockeando e intenseando.
Besos!
Pues vaya tarea que has encargado, la subiré pronto mi estimado Hamlet.
Mañana estará presente en mi blog, saludos.
Ya estuvo cuando quieras pasa a checarlo.
Chingon el post bato....
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