SUEÑO NÚMERO SIETE: EN LA CAMA CON JULIETA

Ni siquiera sé por qué la soñé. De hecho la abomino, la detesto.
Antes de ver el sueño veamos un poco mi anterior relación con Julieta Venegas.
Conozco su música desde que hacía sus pininos en Chantaje, los punketos de Tijuana No (Imáginense a Julieta de punketa, y ahora toda una popera), luego con La Milagrosa ya con su acordeoncito que en esa época nos conmovia y nos movía a una gran ternura.
Después se lanzó de solista y vinieron dos excelentes discos: Aquí, y Bueninvento, los cuales a pesar de no ser clásicos en nuestro rock, tampoco son malos. Son un par de obras que se movían en el subterráneo y a Julieta sólo la conocíamos los que nos damos aires de conocedores del rock mas under y alternativo, o amantes del rock nacional. De ahí en fuera podías pararte en una calle transitada, escoger a cualquier pelado que pasara y preguntarle si conocía a Julieta Venegas y nadie la conocía. O, visitar una estación de radio roquera o popera y raro era el que la conocía.
Ahora es al revés. Te paras en la misma calle y es un ser de otro planeta el que no la conozca. ¡Hasta en las estaciones gruperas la conocen!
Después vino el éxito comercial. Julieta equivocó el rumbo. No dudo que haya experimentado con algo más digerible, ni que reniegue de sus raíces roqueras. Experimentó, le fue mal artísticamente, pero comercialmente fue un trancazo y ahí empezó la debacle que todos conocemos y abominamos. Lo peor, es que se engolosinó con el éxito y después de un álbum cursi y aburrido como el Sí, nos receta otro igual o peor que ese llamado "Limón y sal" (suena como título de un disco de Bronco, aparte las dos últimas portadas están horribles).

Bueno, esta introducción es para que sepan que nunca he sido fan de Julieta, aunque me gustaba su trabajo y la respetaba y la admiraba. Me sucedió como a Jaguares con ella. Ahora la detesto y la alucino barato. Pero, nunca ando pensando en ella es por eso que se me hace raro este sueño:

Me da cierto pudor y vergüenza escribir esto, yo que soy tan casto y puro en la vida real. Casi me sonrojo, pero fue un gran sueño.

Estaba con unos compañeros de trabajo a lado de Julieta Venegas. Julieta nos mostraba un periódico donde mis compañeros salían en una fotografía a lado de ella. Era como una especie de convivio entre fans y ella. Yo no salía en esa foto, y creo que ellos sólo la conocían, pero no sabían nada de ella. Ella se sorprendió de que yo supiera tanto de ella desde que estaba en Chantaje, y me reclamó que porque yo no no había estado allí si era tan fan.
Me disculpé y la empecé a alabar, que era grande, que me gustaba su música. Puras mentiras.
Eso le gustó, y dejo a los demás y se concentró en mí. Ya entrados en confianza, ya mero le soltaba la sopa de que no me gustaban sus dos discos más recientes, pero al ver que me empezaba a besar, mejor me callé antes de que se arrepintiera.

Ahhhh, esos besos sabían a gloria. Divinos. Imagínense besando la boquita de Julieta. No!!!!!!!!!!!
Después, lo mejor. Empezamos a hacer el amor, mientras ella gemía y me pedía más, podía ver su cuerpo desnudo y su bella piel suave y blanca. Y sus tetas, chichis, bubbies, como las quieran llamar pequeñas y hermosas. Se las empeze a lamer mientras su piel enrojecía.
Siguieron más cosas que realmente en la vida real yo no haría, pero esa Julieta estaba desatada, ella era la que me pedía que se las hiciera, y por respeto a ella, y por pudor, prefiero omitirlas y dejarlas a su sucia y depravada imaginación.

Ahhhhhhhhhhh, no saben que rico fue tener a Julieta Venegas aunque sea sólo una vez en mi cama, delicioso, delicioso. Ahhhhhhhh, no me puedo reponer aún.

Leáse escuchando El listón de tu pelo, en versión de Julieta Venegas.

SUEÑO NÚMERO OCHO: EL CANTANTE DE JAZZ

Estaba en el patio de la escuela primaria en donde estudié allá en Poza Rica Ver. Rafael Valenzuela se llama la escuela, que nunca diablos he sabido quien fue ese vato, y sólo me imaginaba que era familiar de Fernando Valenzuela que estaba en sus epócas de gloria.
Bueno, ahí estaba de nuevo en el patio escolar donde hacían siempre el acto a la bandera. Llegué allí y ví que todo alrededor de la cancha había mesabancos con chiquillos y chiquillas recibiendo atentos una clase de jazz!!! No lo podía creer, en México, teniendo clases de música y de vocalización de jazz desde la primaria, que chido.
Un maestro buena onda les enseñaba a los niños sobre la historia del jazz, mientras otros niños tocaban unas percusiones.
Me gustó toda esa onda y me acerqué al maestro y le pedí incorporarme al grupo. Como que no quería por mi edad, pero al saber mi gusto enorme por esa música accedió, pero me pidió que cantara una canción para ver como andaba mi rango vocal.
Me planté al centro de la cancha y empezé a cantar más o menos así:

"Can enibaryyyyy, faind mi, sombary tuuuu loovvvv." Luego, como en las películas de Antonio Aguilar, Pedro Infante, o Jorge Negrete, en donde cuando van a caballo por los campos y se ponen a cantar, y del cielo o quien sabe de donde surge una música de mariachis que acompaña a los actores mientras cantan, así me sucedió a mí. Un piano empezó a sonar en el aire. Tititititititititití. Y yo, "Ich morning, ai guet ap ai dai a lido, quen berly estend on mai fit, teik a luk on de mirror and crai..."

Mientras cantaba, de repente en el cielo vimos un avión que sobrevolaba la escuela y de el, aventandose dos paracaidistas que cayeron en medio de la escuela interrumpiendo mi brillante interpretación.
salió mi vena perodistica y me lanze sobre ellos para entrevistarlos, ya que al parecer venían de otro país y justamente habían tenido la gentileza de all the places escoger la escuelita para aterrizar, y en medio de mi interpretación.

Después de alabarlos y mamarlos, los niños convivieron con ellos y ya no recuerdo más.

Como siempre, ya saben, si alguien sabe de interpretaciones de sueños, espero puedan ayudarme, y si no saben, no importa, siempre es chido cuando alguien viene y dice cada mamada, todas son recibidas.