domingo, octubre 14, 2007
GUITAR HERO: THE KISS
“Bésame, bésame, bésame
Tu lengua es como veneno”
The Kiss – The Cure.
Antes que nada quiero advertirles que no soy ni nunca he sido fan de hueso colorado de The Cure. Conozco su biografía, sus discos fundamentales, pero nunca me he clavado en la música de Robert Smith, y los acompañantes que ha tenido a lo largo de su carrera.
Tengo por ahí el oscurísimo Faith, el Pornography, el Kissme kissme kissme, el Disintegration, el Wild Mood Swings, y mi amigo el Spiderman (nada que ver con el súper héroe) me regaló el excelente concierto en dvd Trilogy, en vivo desde Berlín, donde La Cura se avienta completito Pornography, Disintegration y Bloodflowers.
Mi disco favorito es Disintegration. Las canciones curescas que más me gustan son “Killing an arab” (con esa guitarra de aires arabescos), las bellísimas “Just like heaven”, “Pictures of you”, “Lovesong”, y sobre todas ellas, la que disfruto horrores cada que su letra y música penetran mis oídos es “Lullaby”. Hasta ahí llega mi admiración por The Cure.
Sin embargo, hay una rola que desde la primera vez que la escuché, atrapó todos mis sentidos y se quedó para siempre en mi subconsciente: “The Kiss”.
Antes, quiero hablar un poquito de Robert Smith, aquel chico británico que en su Navidad número trece, lejos de recibir un trenecito, unos soldaditos, un balón de fútbol, un rifle de juguete, su padre decidió darle una guitarra. Más después, con otros chicos de su escuela (entre los que se encontraba el que sería tecladista oficial de The Cure por muchos años, el gran “Lol” Tolhurst”) formaría su primera banda llamada The Obelisk, el cual les servía de pretexto para faltar alas clases de religión.
Bien, este carismático frontman y líder de una de las bandas más influyentes del rock, propulsora de un género como el dark pop, siempre se le ha considerado un excelente letrista, un gran cantante apasionado, que deja su alma y su voz en cada canción y en cada concierto; por algo siempre figura en la lista de grandes cantantes al lado de Robert Plant, Janis Joplin, Freddy Mercury, Jarvis Cocker, Thom Yorke, Roy Orbison…
También es adorado sobre todo por su presencia escénica. La imagen que proyecta ha sido copiado hasta la nausea por miles de seguidores y de bandas (recordad en los ochenta a Soda Stereo y a Caifanes): Su cabellera despeinada, el maquillaje tétrico, el lápiz labial descorrido, la omnipresente ropa negra, la pose de poeta maldito e incomprendido (aunque Robert dista de ser un ente sombrío, al contrario es un ser luminoso y completamente feliz). Todo ello le ha dado un aura mágica y misteriosa.
Pero, todo eso ha opacado y eclipsado muchas veces la música que el hace, y sobre todo su labor como instrumentista.
Robert Smith no es sólo líder, cantante, frontman, escritor de canciones; no, Robert Smith es ante todo un músico; uno más en el engranaje perfecto que es The Cure.
Es un gran guitarrista con características muy particulares. No es un virtuoso, ni tampoco se destaca por crear solos vertiginosos, rápidos, complejos y muy técnicos.
Su poder radica en las atmósferas sombrías, en los acordes oscuros y de ultratumba que le arranca notas melancólicas y que muchas veces hace llorar a su guitarra.
The Kiss, el track número uno de su disco Kissme Kissme Kissme es un oscuro ejemplo de ello (no podemos decir claro).
Lo dije anteriormente. No soy un fan ni un conocedor profundo de The Cure. Quizá algunos seguidores reclamen de que está canción no contenga el mejor solo de guitarra del grupo.
Tal vez sea así, y les pido disculpas por mi ignorancia; pero, no pueden negar que en esta canción de seis minutos diecisiete minutos de duración es todo un delirio sónico in crescendo. La guitarra de Smith guía de principio a fin toda la canción y nos hace recorrer toda una amplia gama de emociones.
Sin demerito alguno de los otros miembros, la verdad su aportación instrumental sólo sirve de esqueleto y complemento rítmico, donde la verdadera estrella es la guitarra friqueante de Robert.
Parecieran que son los estertores de un alma que niega irse al más allá, mientras Robert Smith hace hasta lo imposible para matar a su guitarra.
Lo mejor es que aunque Robert canta, nunca deja de tocar su guitarra y la melodía de convierte en un larguísimo solo.
Entonces lo podemos escuchar gritar con anhelante deseo “I wish you were dead”, doble vez para que no quede ninguna duda de lo que quiso decir, y los sonidos de la guitarra parecen darle la razón.
The Kiss. Nunca antes se habían conjuntado perfectamente imagen, instrumento, música, letra, un ser fantasmal cuyo resultado es un cuadro aterrador y fascinante.
Damas y caballeros, con ustedes La Cura y esto que es The Kiss.
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7 comentarios:
¡Aplausos, aplausos!
Por tus palabras y por la música.
Soy fan :)
No soy fan de la Cura, pero me gustan mucho unas 10 canciones de ellos y admiro el hecho de que a pesar de cargar la loza de ser un personaje obscuro sea una de las personas mas amigables, buena onda y chidas en la historia del rock, aparte de tierno por supuesto...como olvidar la anecdota en la cual se dijo que en el Coachella de nose que año llevo a sus papis (ya viejecitos) o en una entrevista de la Switch en la cual le preguntaban que onda si tenia chavitos y el contesto que no, por el momento no (ignoro si ya tenga hijos) pero que le iban a dejar los sobrinos cada fin de semana y el decia que se quedaban con su "tio el loco"...por otro lado nada puede irse sin entonar una de las 20 mejores canciones de amor hechas por un grupo de rock, la hermosa Love song que hasta el grupo 311 le hizo un cover cachondisimo...buen post señor Hamleto (el usurpador!)...saludos saludos saludos!!!
qué honguix, Ham?
oye, tu blog se está volviendo una enciclopedia rockera, qué chingón.
seré breve respecto a the Cure y ya sabes con qué te voy a salir: ajá, exacto, Smith y su grupo nomás no me hacen click...
de ninguna manera le resto méritos artísticos, pero su música nunca me llegó porque siempre la percibí como fresa y comercial hasta la ignominia. por otro lado, el culto que hace Smith de su propia personalidad me parece exagerado.
pero bueno, creo que en este disco viene la canción que más aprecio de ellos: why can I be you?
saludoxxx
que buen post, apelando el lado personal.
saludos!
The Cure... no soy fan de ellos, me gustan algunas canciones... y por ahi tengo un palomazo que se dio Robert Smith con Placebo para la TV francesa...
Me gusta el reconocimiento que haces como guitarrista a Robert Smith, a veces se tiene la idea de que el prototipo de guitarrista sobresaliente es el que toca mas rápido, mas distorsionado y que hace mas malabares, no es que esto sea malo pero tambien hay otras opciones y estilos igual o hasta mas válidos y trascedentes.
Buen post tanto este como el de Stevie, veamos en que sigue esta serie y ojala aparezcan The Edge y Gilmour.
Saludos
Ese Ham, eres un maestro. The Cure es mi banda favorita, pero bueno, este es uno de los mejores posts que te he leído y me da mucho gusto ver que alguien que no es fan de la banda, por fin rinde el homenaje que Smith merece como guitarrista.
Yo siempre lo he dicho: Robert Smith es uno de los mejores guitarristas de la historia del rock, pero no por ser virtuoso, sino porque con canciones como esta, hace que cualquier otro guitarrista le haga reverencia.
Como corolario, agrego que coincide tu post con la visita del grupo a México y, al igual que hace algunos años, me moría de ganas porque tocaran esta rola y así fue. El puto Smith con su pinche guitarra parado en medio del escenario... nomás le faltó decir: "cállense, escuchen y aplaudan cuando termine". Fue un momento inigualable donde demostro porqué está donde está.
Saludos!
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