Si todavía viviera, el día de hoy estaría celebrando su cumpleaños número 61.
Todo sucedió en el lejano año de 1946, en la aún más lejana y remota isla de
Zanzíbar, en el continente africano.
Hijo de padres persas quienes trabajaban para el Imperio Británico,
Farrokh Bulsara, mejor conocido como
Freddie Mercury arribaba al mundo acompañado de una voz privilegiada, un enorme carisma, un talento desbordante, y una personalidad arrolladora, apasionada, hipnotizante muy pocas veces visto.
Es un gran misterio oculto el porque ciertos grupos, artistas, personajes, etc., en especial, nos atrapan ya sea por sus obras, pinturas, música, letras, poesía…y nos hacen suyos. Nos convierten en sus esclavos, sus súbditos, sus adoradores.
Normalmente hay vacas sagradas a las que la mayoría adoramos. No dudo que casi todos los que me leen profesen adoración por
The Beatles, pero después de ellos, cada quien sigue su propio camino y tienen un artista o grupo en particular del cual son fanáticos incondicionales; así, algunos son seguidores de
La Barranca, de
Real de Catorce, del
Tri, de
Jaguares, de
La Casta, de
The Velvet Underground, de
Pink Floyd, de
The Cure, de
The Ramones, de
The Kinks, de
Soda Stereo, del
Columpio Asesino… y que los consideren como la mejor banda del planeta. Eso es algo misterioso.
Por mi parte, si no existieran
The Beatles,
Queen sería mi mejor grupo de todos los tiempos.
De hecho, para mí, el mejor cantante, la mejor canción y el mejor disco de la historia son respectivamente:
Freddie Mercury,
Bohemian Rhapsody, y A
Night at the Opera.
Como regalo de cumpleaños, lejos de repetir lo que todo mundo ya sabe sobre
Queen y
Freddie, me limitaré a contar la historia de cómo conocí y como me enamoré de este peculiar grupo.
1.- Tihuatlán, Veracruz. Mi madre nos llevaba de vacaciones al rancho de mis abuelitos. Antes, pasábamos a casa de mis tíos
Camila y
Delfino. Mis primos,
Venancio,
Santiago,
Beatriz y
Eliza, todos mayores que nosotros eran coleccionistas de una revista llamada
Notitas Musicales (también del
Selecciones). Cuando no andábamos paseando en la bicicleta lechera de mi tío, o bañándonos en el arroyo, o dizque pescando, nos poníamos a leer las revistas. En ella había una sección que se llamaba
ad libitum. Por medio de ella conocí el nombre (pero no la música) de varios grupos:
Van Halen,
Judas Priest,
Scorpions,
Led Zeppelin,
Depeche Mode,
The Cure,
INXS,
U2, y por supuesto
Queen. Por esa revista me enteré de la existencia de un tal
Freddie Mercury, y de su trágica muerte por SIDA.
2.- Pachuca, Hidalgo. Pude haberme convertido en adicto a
Queen desde mucho antes. Cierta vez llegué a una gran tienda de discos con el dinero de mi sueldo. Había mucho de donde escoger. Ví un cassette doble, muy elegante con su portada azul. Era de
Queen, el
Greatests Hits I y
II. Pensé comprarlo, pero como “nunca” los había escuchado desistí. En su lugar me llevé el
Faith de
George Michael que ya había escuchado con mi amiga
Yazmín. Por cierto, esta cinta la presté y nunca me la devolvieron.
Yo no sabía que
Michael era amigo personal y admirador de
Mercury. Alguna vez se contempló que el fuera su sustituto en
Queen. Ya antes, él había
covereado la sublime
“Somebody to Love”.3.- Oficinas de Pemex, Poza Rica, Veracruz. En esos tiempos tuve un trabajo de repartidor de lonches en los edificios de Pemex. Allí conocí gente muy chida: ingenieros pránganas, arquitectos que perdían el tiempo haciendo caricaturas mías y de uno que le decíamos el
Shaggi (era igualito) (hoy esas caricaturas chuscas y chidas valdrían millones), doctores albureros (luego les cuento la historia de un doc que me choreó bien chido y ni cuenta me di), secretarias buenotas (aunque muy grandes para mí), gatos, achichincles, hijas de los ingenieros ponedoras, gente de la alta sociedad…y un vato que era compañero del trabajo y cuyo nombre olvidé para siempre. Lo llamaré el
hippie, pues así se vestía. Era todo un
roquer. Siempre cargaba su
walkman con sus
cassettes de
Queen de quien era fan incondicional. Me gustaba juntarme con él porque siempre me daba cátedras de rock y de
Queen. Una vez me presto un
cassette de ellos y la primera rola que escuché fue la de
“It’s a kind of magic”. Me encantó.
Sin embargo, el
hippie se fue para nunca regresar, y ya no pude escuchar las demás cintas. Me faltaban muchos clásicos.
4.- Los Rhinos. Poza Rica, Veracruz. Otro de mis trabajos fue el de vendedor. Casa por casa íbamos ofreciendo chucherías como lámparas, ceniceros, encendedores, herramientas, cojines masajeadores… En la oficina había una grabadora, la cual era un gran alivio al regresar porque la música nos destresaba de lo que habíamos padecido en la calle.
Normalmente se ponía de todo. Pop, ochenteras, de
Selena, baladas, cumbias, rock setentero… Este
cassette último me gustaba mucho, pero había una canción extraña. La canción más extraña que jamás había escuchado. Duraba cerca de seis minutos y no me dejó indiferente. Al principio me parecía fea, después extraña, luego chistosa, después se apoderó de mí a tal grado de que hacía ridiculeces como dizque ponerme a cantar en medio de todos en un inglés inventado, hacer
air guitar en el solo y tirarme en el suelo como si fuera un gran cantante. Sin embargo, todos eran ignorantes y nadie supo decirme el nombre de la canción ni del grupo.
5.- Xalapa, Veracruz. Nos mandaron a un viaje de ventas. Nos hospedamos en las oficinas que la compañía tenía en Xalapa. Había una grabadora que nadie usaba. Llegamos nosotros y empezamos a poner unos viejos
cassettes abandonados. Ninguno me llamaba la atención, excepto uno grabado que decía
QUEEN. Ni tardo no perezoso que lo pongo. Fue una maravilla, un éxtasis.
Resultaba que
Queen ya lo conocía, al igual que muchos advenedizos lo han escuchado, les ha gustado, pero no saben que es
Queen.
La rola del punto cinco era la inconmensurable
Bohemian Rhpasody, una canción que la podrás detestar pero no te deja indiferente. Una obra maestra.
Under Pressure, todos la conocemos por el famoso bajeo que
Vanilla Ice sampleó en su horrenda
Ice Ice Baby.
We will rock you es clásica en los juegos de basketball por el clásico golpeteo de palmas.
We are the Champions es otro himno que se entona en los estadios cuando un equipo gana un campeonato.
Radio Ga Ga, ya la había escuchado, y es otro clásico.
I Want to break free y
I Want It all son himnos subversivos y liberadores que muchos jóvenes negros en África tomaron como estandarte.
¿Quién no ha escuchado el clásico bajeo de
Another one bites the dust?
Total, que ya los conocía. Y allí sucedió mi segundo y último gran robo de mi vida (el primero fueron unos billetitos del banco de luchadores). Esperé una semana y vi que nadie pelaba esos
cassettes y que estaban todos regados y revueltos, nadie se daría cuenta de que faltaba el de
Queen.
6.- Ya después compré un
cassette pirata y quedé atrapado por la magia de
Queen. Me volví un seguidor incondicional de este grupo. Ya más después pues a comprar todo original.
7.- Lo que me gusta de
Queen es algo inexplicable. A diferencia de otros grupos supo venderse, llegar a las masas, pero sin demeritar su calidad.
Queen es de los pocos que nos han dado tres discos de grandes éxitos: más de treinta canciones, y muchos protestamos porque faltan muchísimas para completar un cuarto disco de éxitos, por ejemplo:
Keep yourself alive,
In the lap of the gods,
I’m in love with my car,
Prophet’s song,
Love of my life,
Tie your mother down,
Sheert hearth attack,
all dead all dead,
Spread your wings,
It’s late,
Scandal,
I can’t live with you,
Delilah,
Stone cold crazy….
También, más que un conjunto de individualidades,
Queen era un grupo participativo en el cual todos componían y ninguno era más que el otro.
Freddie tocaba el piano, cantaba como nadie y se entregaba por completo al público. Compuso muchas canciones pero sus obras maestras fueron
We are the Champions y
Bohemian Rhapsody, considerada como la mejor canción de todos los tiempos.
Roger Taylor es un gran baterista con mucho poder. Él compuso las exitosas
Radio Ga Ga (número uno en más de 35 países), e
It’s a kind of magic.
John Deacon, se le considera el patito feo del grupo, pero ¿Cuántos no han querido hacer los clásicos bajeos de
Another One bites the dust, o de
Under Pressure? Además el compuso
I Want to break free, y el mayor éxito del grupo, la mencionada
Another one bites the dust.
Brian May por su parte, con su característica forma de tocar la guitarra fue el que dotó de ese original sonido a
Queen. El también físico, matemático y astrónomo con su guitarra
Red Special lo mismo sacaba los sonidos más dulces y melódicos en canciones como en
Love of my life,
Killer Queen (el sonido de
Queen siempre me ha parecido el batir de las alas de las abejas), que los más pesados que asemejan el ruido de un avión o de un motor como en
Keep Yourself Alive,
Stone Cold Crazy,
Tie your mother down…y su composición por la que será recordado,
We will rock you.
Este grupo navegaba por muchas aguas, y es algo que me gusta de un grupo de rock. No era el clásico que salía con estribillo, coro, estribillo, coro y ya. Les gustaban las progresiones, los cambios de ritmo, tiempo, estilos. Allí están rolas como
Prophet’s Song,
Princes of the Universe,
It’s a Hard life,
Love of my life,
Innuendo (con su parte operística y esas guitarras españolas),
Save me, y esa miniópera que es
Bohemian Rhapsody.
En fin, podría extenderme y seguir hablando maravillas de este grupo. Hoy,
Freddie Mercury ya no está con nosotros. Es difícil imaginarlo aquí. Tal vez es mejor que así sea. Alejado de un mundo musical corrompido del cual no dudo que el estaría inmiscuido. (Para ejemplo esa charlatanería de reformar
Queen, sabiendo que nadie puede llenar los zapatos de
Freddie Mercury).
Sí, es mejor así. Es mejor recordarlo por lo que fue, es mejor imaginar cada que escuchamos sus conciertos en
Wembley que nosotros estamos allí, extasiados e hipnotizados en comunión con decenas de miles de gente tocada por su música y por su voz. Es mejor sentarte en tu sillón y poner toda su obra y disfrutarla mientras rindes homenaje a la reina de
Queen. Es mejor así.
Feliz cumpleaños Freddie.
Esta rola es mi segunda favorita de Queen, dedicada especialmente a la ingrata que nunca me hizo caso. Ya sabe quien es.
Y por último estos dos videos del famoso concierto en Wembley. El primero es One Vision, y el otro es Under Pressure. Noten la forma en que Mercury se entregaba y como tenía a ese mar de gente comiendo de su mano. Yo me atemorizaría ante tanta gente. ¡Qué los disfruten!
Y para los detractores de Queen aquí dos antihomenajes: El primero es la excelente versión en vivo de Molotov: Rap Soda y Bohemia. El segundo es una parodia divertidisima de un programa español llamado el Informal. Ahora sí, adiós.