MAQUILA GIRL

A Eunice, musa inspiradora y a la vez asesina de ilusiones.

Maquila Girl llega toda llena de ilusiones a la gran ciudad. A ella no le importa para nada dejar su apacible pueblo en algún lugar de Oaxaca, donde las ilusiones así como nacen nunca tienen la esperanza de hacerse realidad. Así que un día cualquiera cansada de ver morir sus sueños antes de que nacieran decidio venir al norte, el norte del futuro y la quimera. Dejando muy atrás y quizá para siempre a su amado pero pobre sur, el sur de los orígenes y de la fuerza.

Maquila Girl es aún una pequeña mujer con alma de niña, aún no conoce lo que es la vida, es la inocencia del sur encarnada en mujer. Así, ella entra a una de las cientos de fábricas explotadoras del norte del país. Pero a ella parece no importarle, le encanta su nueva vida en la gran ciudad, es totalmente diferente a su apacible y bucólico pueblo donde la única diversión era salir y observar el ganado. Maquila Girl se deslumbra con las luces, los autos, los centros comerciales, los cines, las discos, los bailes, la próximidad con los ídolos de plástico de la música norteña o northerstars.

Pasó el tiempo y cada vez se iba asimilando a su nueva vida, tratando graciosamente de pertencer, de ser como las demás, vistiendose, hablando, actuando y pensando como las otras chicas de la gran ciudad. Así con el tiempo y presa fácil de los miles de embaucadores se enamoró de un vecino al que ella quería mucho y que deseaba ser amada por siempre por él. Sin embargo, resulto ser sólo un farsante que la usaba sólo para autosatisfacerse, mientras por otro lado él la engañaba con otra chava.

Así Maquila Girl conoció y saboreó por vez primera el amargo sabor de las desilusiones amorososas, lo complicado que es el amor.
Sin embargo, al poco tiempo, ella conocio a otro chavo con el que ella pretendio curar su herido corazón. Para desgracia, al poco tiempo otro chavo se enamora profundamente de ella. Un chavo que se azota totalmente cuando ve esa mirada y esa sonrisa a la vez enigmatica, encantadora, alucinante, añorante, provocadora e inocente.

Y como siempre, ese muchacho llega demasiado tarde, o se le hizo tarde por su sempiterna timidez y nunca se atrevio a hablarle y cuando lo hizo se encontro con que Maquila Girl tenía un nuevo novio. No puedo plasmar aquí el gran dolor que sintió este pobre diablo, lamentandose cad día de su existencia, al tener casi a su lado este fruto prohibido, solo contemplarlo, añorarlo, desearlo, tocarlo, pero que nunca sería para él.

Sin embargo tenía una pequeña esperanza que ella misma le había dado. Sólo eran novios y eso significa y siempre ha significado que ella no le pertenecía a él y a nadie. Asido a esta esperanza, el contraatacó pensando que ella podría ser suya. Y todo parecía ir bien a medias, todo parecía casi perfecto, excepto por la sombra de el novio de ella. Él tenía que andar con cautela, como pisando por terrenos pantanosos o en medio de una zona minada.

Ella, hay que imaginarnos, se sentía totalmente poderosa, querida, amada, al fin sus sueños se hacían realidad. No sólo tenía novio sino admiradores que incluso la amaban secretamente más que su novio. Tenía a los hombres bajo sus pies.

Y él, un roquero fuera de lugar, con ideas totalmente contrarias al del resto de la gente, pequeño, imprescindible, invisible, pudiendo con sus ideas tener una novia de primer mundo, más inteligente y sofisticada, el estaba perdidamente enamoradado de esa piel morena, de sus labios jaguar. Miles de planes rondaban en su mente para hacer feliz a Maquila Girl, y de paso ser feliz aunque sea una vez en su vida él también.

Pero el destino es cruel y más con los perdedores, o será que uno mismo es el que construye o destruye su destino, es uno mismo el que se pone a su cuello la soga de su agonía.
Un día de tantos platicaban y el veladamente y contradictoriamente le dijo a ella que sería su próxima novia. Ella le clavó un puñal en su corazón, un balde agua fría al confesarle que eso nunca podría ser. Maquila Girl estaba felizmente juntada con su nuevo novio, se había salido de su casa para vivir por primera vez en unión libre, que ahora subía un escaño más y lo convertía en concubino, con nuevos derechos y obligaciones y sobre todo, al unirse con él fisica y espiritualmente formando una sola carne. Él le pertenecía a ella y ella a él.

Con su dolor se puso a llorar en la noche, maldiciendo su suerte y agarrando su guitarra, con una botella de Bacanora a su lado y la luna por testigo se puso a cantar como perro rabioso su dolor esta canción:

"¡Ay Claridad! ¿Cuándo iluminas? Mis noches sin días ¿Cuándo iluminas? Oscuridad repetitiva. Toda una vida sin descansar. Debajo del puente la quietud, la quietud. Y en esta orilla delirios danzando. Al menos el diablo, seguirá seguirá, toda la vida tentando a la suerte".

Después de esto cayo al suelo, agobiado por el peso de su dolor y viajo a otro mundo donde sus penas fueran menos. Mientras maquila Girl, iniciaba una nueva etapa de ilusiones en donde ella esperara que la felicidad sea eterna y sólo esperemos que nunca se le acabe.

Mientras tanto, al muchacho de los ojos tristes, el de la guitarra solo le queda embriagarse de Bacanora y esperar un milagro, un milagro que su destino se cruze de nuevo con sus labios Jaguar. Sólo le queda ponerse a escribir su triste historia, lamerse sus heridas y que otras personas lean esto y se burlen o se compadezcan de su dolor, porque el chavo enamorado enfermizamente de Maquila Girl, ese tonto soy Yo.