lunes, marzo 16, 2009

RADIOHEAD MEXICO DF 15 DE MARZO





Conozco a Radiohead desde 1993; sin embargo, a pesar de que me enganché con el sonido de Creep, no me hice su seguidor sino hasta 1995, con el que creo es su mejor disco, The Bends. Pero, fue hasta 1997 con el Ok Computer que me atraparon y me hice fan completo de ellos.
La verdad, dudo mucho que los que los conocieron antes del The Bends, los hayan tomado en serio, y dudo también que los que los vieron en las míticas presentaciones en México (Guanajuato, Ojo de Agua, y creo que Pachuca), hayan seguido su carrera, y lo más probable es que la mayoría los hayan echado al olvido con algunas excepciones que serían dignas de admirar.

Y dudo también que casi el 100% de los que asistieron a los conciertos recientes, sean fanáticos más atrás de 1997, y casi un 60% eran villamelones, despistados, o que los conocían sólo por Creep.

De hecho, desde el 1997 que empezó mi obsesión con este grupo, siempre soñé que los vería en vivo. Existe por ahí un cuento que escribí por esa época que mi amiga Karina Almaraz leyó alguna vez, que se llamaba Concierto desde la Eternidad, en donde me iba para Europa a lanzarme a ver a Radiohead en Londres, aplicando lo de si la montaña no viene a ti, tu ve a la montaña. Al final, un taxista me asalta en el DF y me mata tirándome al borde de Xochiaca, transportándome instantáneamente a la eternidad,
Tiempo después, los de Radiohead visitaron Houston, y una de mis ideas locas era pasarme de mojado el Río Bravo e irme para allá, pero como no sé nadar pues desistí de la idea.

El tiempo pasó, venían a México Madonna, los Rolling, U2, Pink Floyd, Mars Volta, NIN, Muse, todo mundo venía. Corrían rumores de que Radiohead se desintegraba, que ya no harían más giras…, pero como Vladimir y Estragon en “Esperando a Godot” de Samuel Beckett, no sabíamos cuando vendrían, los más optimistas sabíamos que vendrían pero no sabíamos cuando. Sólo nos quedaba esperar y esperar. Esa era nuestra esperanza.

Al final, cuando las esperanzas estaban perdidas, se corrió el rumor de que vendrían este año, y así fue.
La odisea que tuve que pasar con tal de verlos, fue mayúscula. De hecho, creo que esto cambió mi vida en muchas maneras. Por ellos dejé de escribir en el blog, pues la presión y la ansiedad era tanta que casi me enfermaba. Casi me muero cuando salieron a la venta los boletos, y yo no tenía dinero. Pero, una fe inquebrantable me hacía saber que estaría allí.
Hambres, policías rateros que me humillaron esposándome como un delincuente, quedarme afuera de mi casa el viernes, casi enterrarme una varilla en una pierna, fríos, exhibicionismo barato en mi blog que no funcionó. Al final, hasta tenía dos boletos para los dos días, algo que muchos fans hubieran querido.

Agradezco al buen AMENAZZA su disposición para lo de los boletos, al MIKE también, al igual que a mi amiga Gaby Boo que me consiguió uno para la segunda fecha, y sobre todo a Karina Almaraz, quien me consiguió uno para la primera fecha en primera fila. Confiando en mí, ¿quién hace esto? No lo sé, pero le agradezco que me considere su amigo, y haya pensado en mí.
Ese concierto fue como el colofón, el broche de oro de nuestra amistad, y fue un placer enorme haber compartido, y degustado los acordes de nuestro grupo favorito.


TODAY WE ESCAPE

Llegué milagrosamente a México DF. Las invitaciones sobre donde quedarme sobraban: Gaby, Karina, EDGAR, etc. Al final decidí quedarme con Karina ya que ella tenía mi boleto.
Con ella comprobé (aunque no se lo dije), la Teoría de los Seis Grados de Separación, y por medio del Facebook, estábamos literalmente a tres personas de separación de los de Radiohead, que hacía poco habían comido con Fernando Aceves, y quien ya nos había asustado con un rumor que afortunadamente resultó falso.
Llegamos un poco tarde al Foro Sol, pues yo me fui a ver a Gaby, y me la pasé platicando con ella, y casi me consigue un ácido (LSD), pero a pesar de que hace tiempo quería uno, no me apetecía consumir uno ese día especial, y estuvo bien, pues como verán adelante…mejor luego les cuento.
Me regaló un libro autografiado (y escrito) por ella, me presentó a sus tres bellos gatos (Oliverio, Nicolás, y Santa). Después de tocar una marimba de juguete, chismear un poco, amenazar con tirarme por la ventana, y obligarme sin éxito a que fumara marihuana, decidí con cierto dolor, abandonar a mi amiga, no sin antes acompañarme al metro, y ella gritando que yo iba a ir al concierto de Radiohead, y todos nos miraban como locos, y con extrañeza y mucha diversión porque Gaby me abrazaba y ella está más grande que yo, y parecía como si yo fuera su hijo.




I KNOW TODAY HAS BEEN THE MOST PERFECT DAY I’VE EVER SEEN

Me fui directamente al Foro Sol, allá me encontraría con Karina, y con un amigo que conocimos hace tiempo en el foro de la Mosca, llamado Jorge, y que supuestamente estaba acampando desde el sábado para apartar lugar. Al final resultó que Jorge andaba por Querétaro, y nosotros bien confiados nos fuimos tarde.
Total, encontré a Karina con los boletos y nos metimos al foro, y por más que quisimos no pudimos colarnos hasta el frente.
La cosa se puso densa cuando salieron los de Kraftwerk, allí empezó la gente a empujarse y muchos gandallas a colarse al frente.
El rollo de Kraftwerk fue inesperado para mí. Los admiro, los respeto, pues son los padres de la electrónica, y sin ellos no existiría ni Depeche Mode, Nortec, LCD Soundsystem, el Krautrock, Neu, Faust, Tangerine Dream, Can, ni siquiera el set electrónico de Radiohead. Muy inteligente decisión incluirlos, pues además todo el espectáculo visual, las imágenes, las luces, los robots, los trajes, y sobre todo la música. Kraftwerk nos dio una lección de música de vanguardia, nos hizo sentir literalmente que estábamos en el Primer Mundo; sin embargo, por más que nos gustara Kraftwerk, nosotros estabamos allí por Radiohead, y creo que ellos lo entendieron.



THIS ISN’T HAPPENING. I’M NOT THERE

Lo que sucedió fue como vivir un sueño. No podía creer que estuviera allí, y que frente a mis ojos estuviera Thom Yorke y compañía, pero era cierto. Los acordes eran prueba suficiente de que no era un sueño; pero 15 Step, la abridora desató los peores demonios de los fanáticos (que serán muy mamilas y elitistas, pero como público resultaron unos trogloditas, cavernarios y muy bárbaros). Empezó lo peor. A Karina ya la había perdido. Y ante el embate de la gente que trataba de acercarse al escenario no pude disfrutar la abridora; perdí la noción de tiempo y espacio en Airbag, así como There There, All i need, y sobre todo Nude, una canción que cuando la escucho me transporta a la misma eternidad, pero que aquí literalmente servía de marco musical en un vaivén de izquierda a derecha y viceversa, pues todos se empujaban y si no te ponías vivo podrías caer aplastado.
Por fortuna, Weird fishes/Arpeggi, calmó un poco la tempestad, pero el Himno Nacional hizo que todos brincaran. Allí aprovechamos para romper líneas y colarnos unas dos líneas hacía el escenario.
De allí la cosa se calmó y pude disfrutar el concierto, y lo mejor de esa parte fue No Surprises, Lucky (que me gusta de a montón), e Idioteque, con la que rompimos líneas nuevamente y ya estaba como a tres filas del escenario, en la parte más dura, en donde los jotos de enfrente estaban todos con los brazos entrelazados para que nadie pasara, pero bueno, se llevaron unos buenos zapes, patadas, y golpes en costillas y riñones.
Pero, lo mejor de la noche, fue escuchar Fake Plastic Trees, una canción muy significativa. Un momento memorable, pues todos, todos la estabamos cantando. Escuchar como los de la parte de atrás la cantaban, y nosotros también resultó maravilloso.
Para mi resultó muy especial porque esa canción fue como una señal en mi vida, hace años cuando mi vida no tenía ningún sentido.
Bodysnatchers cerró el concierto, y con ello pude colarme casi hasta el frente, en donde aunque no quisieras tenías que brincar y saltar.

El primer encore llegó con Video Tape, e imaginé como mi amigo Mike la estaría disfrutando. (Dice que se le salió una lágrimita Lily Ledy)
Siguió la rola que me hizo adorarles y ponerlos al nivel de The Beatles, Pink Floyd, y Queen: Paranoid Android. Y en ese momento quería que lloviera, pero nunca sucedió. Fue memorable como cantábamos las dos partes de la canción, unos una parte, y otros contestando. Y luego el solo de Johnny Greenwood.
Me llamó la atención que la mayoría de los presentes se sabían todas las canciones, pero cantaban de la patada, horrible, o no les alcanzaba el aire y se quedaban cortos. Por mi parte, yo era de los que optamos cantar “Rain down…” mientras Yorke y compañía contestaban.
Eso es lo que me gustó del concierto, el grupo jugaba con nuestras emociones, sus canciones eran una montaña rusa, nos elevaban, y nos dejaban caer, pues después siguió House of cards, y luego la brincadera con My iron lunge, y la calma y neurosis abismal con una de las que más esperaba, Street Spirit (fade out). Esa canción siempre me eleva al mismo nirvana. Imaginen la sensación potencializada en vivo.

Se fueron, pero sabía que volverían con un segundo encore, y no tardaron mucho. Las tres finales fueron una agradable sorpresa. Pyramid Song, ¡Just!, y Everything in it’s right place fue la que cerró esta mágica noche.
Al termino estabamos extasiados, en trance, cansadísimos, sedientos, y hambrientos de más (Por lo menos esperaba Nice Dream, Exit Music (for a film), The Tourist, Talk Host Show, How to Dissapear Completely, Subterranean Homesick Alien, Rabbit In Your Headligths, I Will y True Love Waits); pero nos sentíamos al mismo tiempo satisfechos, pues el concierto nos dejó súper agotados. Parecía como si hubiera salido derrotado de una gran batalla.

Un concierto sin igual, maravilloso, único, perfecto en audio y en lo visual. La música es lo que predominó, y sin grandes efectos como grupos apantallantes como U2, los Rolling, Kiss, Pink Floyd o Madonna, Radiohead con sus sonidos y canciones, con un sencillo pero imaginativo juego de luces logró transportarnos a Las Puertas de la Eternidad.


WHERE I END AND YOU BEGIN

Salimos felices y contentos, totalmente renovados y es una sensación extraña que curiosamente compartimos varios amigos. Como si renacieras en otra persona, una nueva vida, un nuevo nivel. Nos sentíamos raros, felices y satisfechos por ser testigos y parte de ese gran concierto que ha hecho historia, pero también nos sentíamos vacíos porque habíamos alcanzado nuestra cima. ¿Qué más sigue?
No lo sé. Ese era mi sueño y lo e cumplido. Era mi más alto sueño. Un poco más (entrevistar a Yorke, ser su amigo, formar parte del grupo) es obsesión y chaquetas mentales.

El lunes desperté y me daban ganas de quitarle mi boleto a Gaby, pero eso ya sería mucho egoísmo de mi parte. Es una de mis mejores amigas, y quería que ella también lo disfrutara (¡Y vaya que le fue bien, pues tocaron Talk Host Show que es su favorita, y Creep, que yo presentía tocarían en la segunda fecha!)

Ese lunes tuve que partir a Reynosa. Karina me acompañó al metro. Fue un momento feliz y raro. Ella me abrazó, y quizá, muy quizá ya no nos vuélvanos a ver nunca. Lo presiento.

Radiohead llegó en un momento de indefinición musical en mi vida. Radiohead llegó y con una rola salvó literalmente mi vida , y Radiohead sella una etapa de mi vida, y abre otra totalmente distinta. Aquí termina mi historia y comienza la tuya.



EXIT MUSIC FOR A BLOG

Esto es un adiós. Ya no tengo las ganas naturales de escribir. Últimamente me sentía como un robot, escribiendo por compromiso, y no es que no tenga nada que escribir. Mi mente es muy prolífica, y surgen temas a cada rato, pero antes lo hacía con gusto, hoy ya no siento esto. Todo se ha vuelto muy vacío, y nada me satisface.

Por esta causa me despido de todos ustedes, todos los que me leen, y que gustan de lo que escribo, agradeciéndoles mucho leerme y hacerme un poco popular.
No sé. No puedo decir que es un adiós definitivo o temporal. No lo sé, y ni siquiera sé que es lo que quiero. Lo único que sé es que ya no puedo escribir.

Mi vida está dando un giro radical, y este concierto fue como el final de mi vieja vida. Seguiré escuchando rock, quizá poco a poco lo desaparezca de mi vida; es difícil pues no existe algo así como rockeros anónimos, o melómanos adictos; nunca he visto a la música como una droga, y si lo es, es la más maravillosa que existe.

Por lo pronto, no sé que será de mi vida. Tengo que replantearla para que no me lleve a lugares que quiero evitar (como la música, el rock, y los artistas), así que quizá diga adiós a mi sueño de ser periodista.
No me meteré a un monasterio zen, a un convento, o a una montaña al Himalaya. Por lo pronto, retomaré en serio el cristianismo con el que jugaba con un pie en el mundo y un pie con Dios. Adiós, los amo, en verdad.

Fin.

*Video tomado afuera de la Arena Monterrey, antes del concierto de Muse. Escuchen las profecías del OSO POLAR a los 18 segundos, y yo dandole la razón.

Todas las fotos cortesía de MIKE, excepto la del boleto de Radiohead.